MAGDALENAS DE NATA

MAGDALENAS DE NATA

 

 

¿A quien no le presta de vez en cuando hundir una flota de magdalenas en el colacao o con el café poco a poco hasta que se van sumergiendo en el estomago? ¿Sois de los míos verdad? Pues la receta que hoy os facilito nos viene genial para este buen menester.

¿Que son técnicamente lo que hoy en día conocemos como magdalenas? Hoy vamos a hablar de ello. Podríamos definir de forma resumida que las magdalenas son pequeñas porciones de bizcocho (ya que llevan los mismos ingredientes) servidas en moldes de forma individual. Eso sí, no debemos confundir nunca las magdalenas con los muffins o con los cupcakes. ¿Y en que difieren unos de otros os preguntareis? Pues muy sencillo, aprovecho este post para aclarar las diferencias en unos  puntos concisos:

  • A la hora de elaborar las magdalenas solemos utilizar aceite, mientras que para los muffins empleamos generalmente mantequilla.
  • El secreto de la magdalenas, que deben adquirir un buen copete, está en el batido, debemos de insistir en el mismo, mientras que los muffins son menos esponjosos y necesitan menos batido (no tienen tanto copete).
  • Las magdalenas son siempre dulces mientras que los muffins pueden ser dulces o salados.
  • Por último, la diferencia mas evidente que podemos ver entre las magdalenas, muffins y los cupcakes es que los cupcakes suelen venir ornamentados por encima de diversas formas, con azúcar multicolor, fondant, chocolate, cremas, galletas…

Ahora que tenemos claro en que difieren estos tres recursos vamos a proceder con la receta. En esta ocasión he optado por hacer unas magdalenas de nata aprovechando la coyuntura, ya que me han regalado unos botes de nata casera, extraída manualmente de la leche de vaca. Con ingredientes muy básicos, veréis que resultado tan espectacular obtenemos.

 

INGREDIENTES

Para 18 unidades:

  • 400 g de harina de trigo.
  • 270 g de azúcar.
  • 200 ml de aceite de girasol.
  • 250 ml de nata liquida para montar.
  • 4 huevos.
  • 1 sobre de levadura en polvo.
  • Ralladura de naranja.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades arriba indicadas nos dan aproximadamente para unas 18 capsulas de tamaño generoso. Tenemos varios tipos para elegir en el mercado, siendo las mas usuales las de papel de horno fino arrugado, papel gordo (son las que he usado) o las de silicona, siempre a gusto de cada uno. Lo que si recomiendo es introducirlas en bandejas de horno de magdalenas ya que así evitaremos que se nos desparrame la masa y nos quede mejor forma (sobre todo para las de papel fino).

 

ELABORACIÓN

  1. Cogemos un bol, introducimos los huevos y el azúcar y con la batidora batimos consistentemente hasta blanquear la mezcla (es muy importante que el batido sea extenso).
  2. Añadimos la ralladura de naranja, la nata y el aceite y volvemos a batir.
  3. Agregamos la levadura y la harina y mezclamos con la varilla a mano hasta que quede todo bien unificado.
  4. Nos hacemos con una manga pastelera y boquilla lisa y la rellenamos con la masa. Llenamos las capsulas con la manga, dejando libre un tercio  de su capacidad y cuando las tengamos todas rellenas las introducimos en la nevera mínimo una hora.
  5. Una vez que han reposado en nevera precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo.  A la hora de introducir las magdalenas las posamos en la segunda rejilla del horno empezando por abajo, con calor solo por debajo y bajando a 200º la temperatura.
  6. Dejamos aproximadamente de 15 a 20 minutos que se hagan por dentro, el tiempo siempre va en función del tamaño de las capsulas. Si son grandes a los 15 minutos ponemos solo calor por arriba para que terminen de dorar un par de minutos y  estarían listas para sacar.

 

CON THERMOMIX

A continuación vamos a ver como se obtienen estas deliciosas magdalenas en unos sencillos pasos con la thermomix. Para lograr un gran copete en las magdalenas aconsejo respetar los tiempos de batido en la masa y el tiempo de reposo de las capsulas  en la nevera (ya que el impacto del frío de la nevera al calor del horno ayuda a propulsar la masa hacia arriba).

ELABORACIÓN

  1. Colocamos la mariposa en la thermo e introducimos los huevos y el azúcar. Programamos 8 minutos a 37º en velocidad 3.
  2. Agregamos la ralladura de naranja y anotamos 7 minutos mas a velocidad 3 pero esta vez sin temperatura.
  3. Añadimos la nata y el aceite y marcamos 4 minutos en velocidad 2.
  4. Vertemos la harina y la levadura y mezclamos un poco a mano con la espátula para unificar algo los ingredientes. Para rematar mezclamos con la maquina 5 segundos a velocidad 6.
  5. Acoplamos la masa en una manga pastelera o bien utilizamos una cuchara.   Rellenamos las capsulas, dejando libre un tercio  de su capacidad y después las dejamos reposar una hora en la nevera.
  6. Precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo. Una vez reposada la masa introducimos las magdalenas en la segunda rejilla del horno solo con calor por abajo a 200º unos quince-veinte minutos, en función del tamaño de las capsulas. Si éstas son grandes a los quince minutos recomiendo poner solo calor por arriba para que dore el copete un par de minutos.

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BIZCOCHO DE MANZANA

BIZCOCHO DE MANZANA

 

 

Existen múltiples recetas de bizcochos, manjares fundamentales de muchos desayunos y gran cantidad de meriendas que todos solemos probar en alguna que otra ocasión, ya sea comprado o casero. Esta última opción se da en gran medida ya que es un género que se hace bastante rápido y siempre viene bien para ofrecer a cualquier visita inesperada. A la hora de elaborar un bizcocho casero tenemos la gran suerte de que normalmente tenemos siempre los ingredientes a mano porque son muy básicos, no suele ser necesario hacer un viaje al supermercado si se nos antoja en un momento puntual.

La masa de bizcocho más corriente está constituida por huevos, azúcar y harina. Partiendo de esa base siempre podemos hacer infinidad de variantes añadiendo unos u otros ingredientes al gusto, siempre aprovechando aquellos que tenemos a nuestro alcance por casa. A un bizcocho se le puede agregar cualquier tipo de fruta o macedonia, yogures, dátiles, frutos secos, miel, canela , café, licores, todo aquello que se nos ocurra que le puede dar un toque diferente o nutritivo.

La semana pasada, aprovechando que teníamos gran cantidad de manzanas por casa y miel propia  (mi chico se está iniciando en el arte de la apicultura) me dispuse a hacer un bizcocho con dichos elementos como aditivos, a sabiendas de que le iban a dar un sabor dulzón para chuparse los dedos. Si os apetece probar a hacerlo vosotros, no perdáis detalle de la receta a continuación.

 

 

INGREDIENTES

  • 6 huevos.
  • 450 g de azúcar.
  • 300 g de harina de trigo.
  • 2 yogures griegos.
  • 150 ml de aceite de girasol.
  • 2 cdas de miel.
  • Ralladura de limón.
  • 2 sobres de levadura en polvo.
  • 4 manzanas.
  • Sal.

 

DE FORMA TRADICIONAL

A la hora de elaborar este bizcocho he utilizado yogures griegos pero podemos usar cualquier otro tipo y manzanas he agregado cuatro en gajos pero cada uno puede añadir las que guste. La miel es opcional, a mi me gusta darle un toque diferente con ella, pero sino tenéis tampoco pasa nada, no es un elemento indispensable. Y por último, ya puestos a puntualizar, ralladuras para  el bizcocho siempre podemos utilizar de limón o de naranja , la que mas rabia nos de.

ELABORACION

  1. Programamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Engrasamos el molde que vamos a utilizar con aceite o mantequilla y harina y procedemos al batido.
  2. Cogemos un bol grande e introducimos en él los huevos y el azúcar. Con la ayuda de una batidora batimos bien hasta blanquear un poco la mezcla.
  3. Añadimos el aceite, la ralladura de limón, las cucharadas de miel y los yogures. Batimos de nuevo hasta que quede bien unificado.
  4. Añadimos la harina, la sal y la levadura y batimos por última vez. Pelamos todas las manzanas que vamos a utilizar y las cortamos en gajos libres de pepitas.
  5. Introducimos en el molde un poco de masa y añadimos unos gajos de manzana de forma dispersa. Añadimos otro poco de masa y volvemos a repetir la operación. Agregamos la masa que queda y cubrimos por arriba con el resto de gajos pendientes.
  6. Una vez cubierto el molde vamos a introducirlo en el horno y estar pendientes a partir de los 40 minutos del progreso. Sabremos cuando está listo cuando pinchemos con un cuchillo el bizcocho y este nos salga totalmente limpio. Para que la parte de arriba no dore demasiado podemos taparla con papel de aluminio a media cocción.

 

CON THERMOMIX

Con la thermomix el proceso para hacer el bizcocho es muy sencillo, con una rápida programación  tenemos la masa batida lista para hornear.

ELABORACIÓN

  1. Programamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Engrasamos el molde que vamos a utilizar con aceite o mantequilla y harina.
  2. Introducimos en el vaso el azúcar y los huevos. Programamos 6 minutos a 37º, en velocidad 5.
  3. Añadimos el aceite, los yogures, la ralladura de limón y las dos cucharadas de miel y mezclamos 20 segundos a velocidad 3.
  4. Incorporamos la harina, la levadura y la sal y marcamos 30 segundos en velocidad 4.
  5. Pelamos las manzanas y las cortamos en gajos (libres de pepitas). Una vez que tenemos la masa vertemos una poca sobre el molde y esparcimos unos pocos gajos, volvemos a incorporar otro poco de masa y esparcimos mas gajos, añadimos lo que resta de la masa y de nuevo repartimos los gajos que nos quedan por encima de forma dispersa.
  6. Introducimos el bizcocho en el horno y a partir de los 40 minutos estamos pendientes de la evolución. Sabremos cuando está listo en el momento que al pinchar con un cuchillo este nos salga limpio. Para evitar que dore mucha la capa superior podemos taparlo a media cocción con papel de aluminio, teniendo siempre en cuenta que nunca debemos abrir el horno en la primera media hora, ya que se nos podría bajar.

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FLAN DE HUEVO TRADICIONAL

FLAN DE HUEVO TRADICIONAL

 

 

La receta que os traigo esta semana me atrevería a decir que no es nada nuevo para nadie, es el flan tradicional por excelencia.  Es el  que con toda probabilidad es más elaborado en las casas desde tiempos inmemorables, dada su sencillez a la hora de crearlo  y el escaso número de ingredientes a utilizar.

Como en todas las composiciones, existen muchos añadidos para darles diferentes toques de sabor, pero la base siempre son los huevos, la leche y el azúcar. Luego siempre le podemos aportar un poco de licor, de esencias, de fruta o frutos secos, lo que se nos ocurra, siempre al gusto de cada uno. Lo que distingue a este flan de otros fundamentados en la cuajada, es el proceso del baño maría , que le da ese rico sabor y la textura porosa que tanto nos gusta.

Esta semana, nos trajeron a casa unos invitados a comer, una deliciosa botella de licor de café, y entonces cuando me dispuse a hacer unos flanes para una comida familiar  posterior me acordé del licor y le añadí a uno de ellos un buen chorro, a otro sin embargo le agregué esencia de vainilla. El resultado es sorprendente, porque podemos observar como el sabor cambia totalmente de uno a otro con solo unas gotas. Cabe recalcar que el de café tubo mucho éxito, puesto que no estamos acostumbrados a disfrutar de postres con este sabor (yo soy un poco mas adicta a la vainilla que a la cafeína).

Hoy os traigo mi versión del flan tradicional,  suelo hacerlos bastante grandes porque siempre somos varios a comer cuando elaboro, pero podéis reducir las cantidades si sois cuatro o menos personas. Luego el tiempo de cocción siempre es relativo pero lo lo vais a ir controlando fácilmente. Esta es una receta muy sencilla de elaborar, con ingredientes muy básicos y un resultado que nunca falla. 

 

INGREDIENTES

(Para 8-10 comensales)

  • 1,5 l de leche entera.
  • 270 g de azúcar.
  • 10 huevos.
  • Un buen chorro de licor de café o una cda de aroma de vainilla (opcional).
  • Caramelo líquido  para bañar el molde.

 

DE FORMA TRADICIONAL

El flan de huevo de toda la vida es muy sencillo de elaborar. En apenas dos pasos lo tenemos listo para cuajar al baño maría. Podemos hacerlo al horno o bien encima de la vitro, lo que más rabia nos de. Si ya disponemos de un molde o flanera donde lo vamos a elaborar nos ponemos manos a la obra.

 

ELABORACIÓN

  1. Lo primero que vamos a hacer es precalentar el horno a 200º si optamos por hacerlo dentro del mismo. Seguidamente escogemos el molde donde vamos a hacer el flan y lo bañamos de caramelo. Si optáis por hacerlo casero aquí os dejo las pautas a seguir  https://midulcepecado.com/caramelo-liquido/
  2. Nos hacemos con un bol e introducimos la leche, los huevos y el azúcar. Podemos añadirle para darle un toque de sabor una cucharada de vainilla liquida o  si disponemos de licor de café un buen chorretón es una buena opción también. Cogemos una batidora y mezclamos todo bien. Una vez que tenemos la mezcla homogénea la vertemos en el molde sobre el caramelo.
  3. Ahora tenemos dos opciones para hacer el flan al baño María. Podemos poner el molde dentro de un recipiente apto para vitro provisto de agua, (que cubra una parte del molde) e ir haciéndolo a fuego intermedio. Sabremos cuando está listo cuando al pinchar con un cuchillo este nos salga limpio. La otra opción, que es mi favorita, es hacerlo dentro del horno. Cubrimos un molde o bandeja de horno con una poca de agua e introducimos el molde del flan dentro. Horneamos a 200º una hora aproximadamente. Pasado el tiempo oportuno pinchamos con un cuchillo y en el momento en que éste nos salga limpio tendremos nuestro flan listo. Normalmente al estar dentro del horno, la parte de arriba descubierta del flan, hace un poco de costra dorada, sino queremos que nos salga podemos cubrirlo desde el principio con papel de horno.
  4. Ahora que ya hemos hecho el baño maría dejamos enfriar el flan unas horas o hasta el día siguiente. Una vez frío desmoldamos y servimos al gusto.

 

CON THERMOMIX

Para hacer este flan tan básico solo utilizaremos la thermomix a modo de mezcladora. El caramelo, si nos apetece hacerlo casero, opto por elaborarlo en un cazo o sartén, puesto que lleva muy poco tiempo hacerlo también. Una vez que tenemos decidido si queremos hacer el baño María al horno o en la vitro comenzamos con la receta.

 

ELABORACIÓN

  1. Lo primero que vamos a hacer es tener clara la opción del baño maría, en el horno o encima de la vitro. Si vamos a hornear lo podemos ir precalentando a 200º. Escogemos el molde donde vamos a verter la mezcla  y lo caramelizamos. Si optamos por elaborar el caramelo en casa aquí os muestro como hacerlo  https://midulcepecado.com/caramelo-liquido/
  2. Una vez que hemos bañado el molde procedemos a hacer la mezcla del flan. Introducimos en la thermomix los huevos, la leche y el azúcar. Podemos añadir para darle un buen toque de sabor una cucharada de vainilla liquida o un buen chorretón de licor de café. Yo opto por estas opciones pero hay muchas más, siempre a gusto del consumidor. Programamos la thermo 30 segundos a velocidad 5 para mezclar los ingredientes y acto seguido volcamos la mezcla sobre el molde.
  3. Si vamos a hacer el baño maría en la vitro introducimos el molde dentro de una fuente o cazo ancho cubiertos con un poco de agua y lo llevamos a fuego intermedio sin tiempo determinado. Sabremos cuando está listo si al pinchar con un cuchillo éste nos sale limpio. Si por el contrario lo vamos a hacer al horno (para mi es la mejor opción) introducimos el molde dentro de una bandeja o fuente de horno cubierta con un poco de agua una hora aproximadamente, a 200º. Un truco a tener en cuenta para que la capa de arriba que queda descubierta en el molde no forme costra es taparlo desde el principio con papel de horno. Pasada la hora pinchamos con un cuchillo y en el momento en que éste salga limpio podremos sacarlo y dejarlo enfriar unas horas o hasta el día siguiente.
  4. Una vez cuajado podemos desmoldarlo boca abajo sobre un plato o fuente y adornarlo como más nos guste. A mi particularmente me encanta acompañarlo de un poco de nata montada y sirope de chocolate.

 

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TORRIJAS EN ALMÍBAR DE MIEL

TORRIJAS EN ALMÍBAR DE MIEL

 

 

Como todos bien sabéis, las Torrijas conforman un dulce muy común y extendido por toda Europa y con gran tradición en España. Me imagino que estos días, las redes sociales habrán estado inundadas de fotos de estos manjares y miles de recetas con sus grandes variedades y toques personales de cada repostero. Acabamos de pasar la Semana Santa, y aquí es muy típico elaborar estas delicias  para acompañar todas estas festividades…

Por ello, y ahora que ya se han terminado estas fechas, hoy os traigo una versión mas de este clasicismo que he elaborado para acompañar el cafetín de las tardes. Antes de disponernos con la receta, eso si, vamos a explicar un poco que son exactamente las torrijas, la forma de elaborarlas y sus diferentes denominaciones.

La torrija es, propiamente dicho, una rebanada de pan (pan que hemos dejado endurecer un día o dos al aire libre), empapada en una infusión de leche, almíbar o vino, rebozada en huevo y frita vuelta y vuelta en una sartén llena de aceite. Una vez frita, se suele espolvorear de azúcar y canela por ambos lados o bien se suele calar con un poco de miel (en mi receta yo las empapé con leche y después de freírlas  las calé con un almíbar de miel  antes de rebozarlas en azúcar y canela).

La mayoría de nosotros conocemos estos dulces como «torrijas« pero también se les suele llamar «rabadas« o «torrexes«. Luego hay quien las bautiza como «picatostes«, pero no nos confundamos , no es lo mismo una torrija que una picatoste. La diferencia radica en que a la hora de elaborar las picatostes nos saltamos el paso de empapar las rebanadas en leche, directamente se rebozan en huevo y se fríen. Lo que está claro, es que tanto unas como otras siempre triunfan, y por ello es toda una costumbre elaborarlas tanto durante el antroxu como en la Semana Santa.

Ahora si, a continuación os muestro una modalidad más entre las muchas formas que hay de elaborar estas rebanadas (a mi personalmente me encanta comerlas recién hechas una vez fuera de la sartén mas que en frío una vez reposadas), pero como todo, va en el gusto de cada uno.

 

INGREDIENTES

  • 2 barras de pan duro.

Para el almibar de miel

  • 150 ml de agua.
  • 150 g de miel.
  • 15 ml de brandy.

Para la infusión de leche

  • 1 l de leche entera.
  • La piel de una naranja.
  • 1 cm de vaina de vainilla o 1 cdta de vainilla liquida.
  • 120 g de azúcar.
  • 1 palito de canela.

Para cubrir la torrija

  • Azúcar.
  • Canela en polvo.

 

DE FORMA TRADICIONAL

La receta que hoy os traigo es muy sencilla de elaborar, solo necesitamos hacer un almíbar de miel, una infusión con la leche y luego  disponernos a empapar rebanadas, rebozarlas  en huevo y freír. Vamos a ir paso a paso, lo más importante es que el pan (cada uno puede usar el que guste, barras de medio, de cuarto, baguettes,,, o rebanadas incluso especiales de torrija que se pueden encontrar  en el supermercado) es que esté duro. Por ello es recomendable comprarlo el día anterior o incluso dos días antes, para poder trabajar mejor con el después. Otra opción es hacerlo también casero, todo depende de hasta donde os queráis comprometer.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar lo que vamos a hacer es el almíbar de miel para que vaya enfriando antes de utilizarlo. Para ello cogemos un cazo, vertemos el agua y la miel y lo llevamos a ebullición. Una vez que hierba lo retiramos, echamos el brandy dentro, revolvemos y lo dejamos reposar.
  2. Ahora que ya tenemos el almíbar vamos a proceder a infusionar la leche. Disponemos una pota, introducimos la leche, la vainilla (tanto da en vaina que liquida), la piel de naranja (podéis usar limón si preferís o ambos) , el azúcar y una ramita de canela. Lo llevamos a ebullición y cuando hierba, con la ayuda de un colador, pasamos la leche a un bol grande desechando las pieles y la rama.
  3. Cortamos las barras de pan en rodajas al grosor que mas nos guste y vamos hundiéndolas  en el bol de la leche y empapándolas por ambos lados, debemos dejarlas al menos dos minutos sumergidas para que absorban bien el liquido. Una vez bien impregnadas vamos a ir posándolas en una  bandeja hasta que estén todas y después las dejamos reposar tres minutos.
  4. Batimos un par de huevos en un plato. Ponemos a calentar a fuego intermedio una sartén con abundante aceite (girasol u oliva) y una vez caliente vamos a ir rebozando las rebanadas en el huevo por todos lados y friéndolas en la sartén vuelta y vuelta, hasta que veamos que van cogiendo un color dorado. Las vamos friendo todas y posándolas sobre papel de cocina absorbente.
  5. Ahora que tenemos todas las rebanadas fritas vamos a coger el almíbar y con la ayuda de un pincel calamos las rebanadas por ambos lados con el liquido. Una vez caladas las espolvoreamos al gusto con azúcar y canela y ya tenemos listas las torrijas para degustar.

 

CON THERMOMIX

A la hora de elaborar estas torrijas podemos contar con la ayuda de la thermomix para hacer un par de cosas, el almíbar de miel y la leche infusionada. El resto ya es empapar las rebanadas y freírlas. Así que vamos manos a la obra.

ELABORACIÓN

  1. Para comenzar con la receta vamos a elaborar el almíbar de miel para que nos vaya enfriando antes de utilizarlo. Para ello introducimos el agua y la miel en la thermomix y programamos 12 minutos a 100º en velocidad 2. Pasado ese tiempo mezclamos el brandy  y reservamos el almíbar fuera.
  2. Limpiamos un poco la thermo y procedemos a infusionar la leche. La introducimos dentro junto con el resto de ingredientes y programamos 13 minutos , 100º, en velocidad cuchara y giro a la izquierda. Una vez pasado el tiempo la colamos en un bol grande para quitar los restos de pielecillas y ramas.
  3. Cortamos las barras de pan en rodajas en el grosor que mas nos gusten. Las vamos hundiendo en el bol de la leche infusionada empapándolas bien por ambos lados durante un par de minutos. Las sacamos una a una sobre una bandeja y ponemos una sartén con abundante aceite a calentar a fuego intermedio.
  4. Batimos un par de huevos en un plato y una vez que el aceite esté caliente vamos friendo las rebanadas vuelta y vuelta hasta que cojan un color dorado. Las vamos sacando poco a poco sobre papel de cocina absorbente y una vez que las tenemos todas fritas podemos calarlas con el almíbar.
  5. Nos hacemos con un pincel de cocina y vamos calando las rebanadas por ambos lados con el almíbar de miel. Una vez que las tenemos todas caladas podemos espolvorearlas por ambos lados con azúcar y canela molida. Ahora si, ya podemos decir que las torrijas están listas para viajar al océano profundo del estomago.

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MILHOJA DE MERENGUE

MILHOJA DE MERENGUE

 

 

¿Os dais cuenta de un gran problema que tenemos los adictos al dulce? ¿Alguna vez os habéis preguntado que sería de nosotros si nos faltase el sentido no ya del gusto, sino de la vista? ¿Os suele pasar que un día corriente y moliente, después ya de digerir bien la comida, de estar bien enpanchetados, saquéis fuerza de voluntad para hacer una buena caminata y bajar todos esos excesos que vamos acumulando, y de repente os encontréis con un gran obstáculo en  medio de todas esas buenas intenciones? Seré mas precisa…

Imaginar que llevamos 4 km andados a buena marcha, parece que la comida ya ha bajado del todo, pero de repente, pum! Escaparate a la vista… y no, no es de videojuegos, ni de ropa, ni la tienda de muebles mas cool que hayamos visto nunca.  Solo os diré que podemos contemplar una gran vitrina llena de tartonas, pasteles, galletitas, bollos preñados, para que os voy a contar más… Pues yo soy de una esas personas a las que los ojos se le hacen chiribitas cada vez que pasa por delante de una pastelería, no lo puedo evitar, he consultado a nuestro amigo google a ver si tiene cura, pero no hay antídoto. Al final, siempre caigo 🙁

Uno de los pasteles por lo que mas suelo enfilar la vista cuando esto me sucede es la milhoja. Tanto me da rellena de merengue como de crema pastelera, se me hace la boquita agua. Por ello, la receta de hoy va dedicada a este dulce tan blanquito. Aprovechando que el otro día hice tocinillo de cielo (solo se utilizan yemas) y me sobraron un montón de claras, pues las aproveche para hacer el relleno de merengue.

Las milhojas  normalmente son rectangulares, están compuestas por dos capas de hojaldre, rellenas de crema pastelera o merengue y cubiertas de azúcar glass. En este caso yo hice una de tamaño largo, aunque luego se puede cortar y hacer varias independientes. Y en vez de dos capas de hojaldre , utilicé tres. El hojaldre lo elaboré de forma  casera, puede parecer al principio complicado, pero luego no es para tanto, es cogerle el truquillo a las vueltas que hay que darle a la masa. Podéis hacerlo vosotros mismos o bien comprar laminas ya hechas en el supermercado, eso ya  queda a vuestra elección.

 

INGREDIENTES

Para la lamina de hojaldre

  • 230 g de harina de fuerza.
  • 230 g de mantequilla  a temperatura ambiente (congelada para la thermomix).
  • 100 ml de agua fría (congelada para la thermomix).
  • 1/2 cdta de sal.
  • 1 cdta de azúcar.

Para el merengue italiano

  • 7 claras de huevo.
  • 230 ml de agua.
  • 420 g de azúcar.

 

DE FORMA TRADICIONAL

En primer lugar lo que vamos a hacer para elaborar la milhoja va a ser una lamina de hojaldre. Podemos comprarla en el supermercado directamente pero os aseguro que el sabor de casa no es comparable. En segundo lugar vamos a hacer un merengue italiano para rellenar el hojaldre, aunque hay varios tipos de merengue, creo que este es de los que mejor consistencia tienen a la hora de aguantar un tiempo antes de servir. Y por último lo que haremos será compactar el hojaldre con el merengue para darle forma al dulce.

ELABORACIÓN

Lamina de hojaldre:

  1. En primer lugar vamos a hacer un volcán con la harina sobre la mesa. En su interior agregamos el resto de ingredientes, pero la mantequilla en vez de echarla entera vamos a agregar solo una porción de 50 gramos. El resto de mantequilla la añadiremos más tarde. Trabajamos con la mano todos los ingredientes hasta mezclarlos  bien, sin amasar , se trata de rejuntar. Cuando este bien unificado  y la masa no se pegue a la mesa hacemos una bola redonda  y la introducimos una media hora en la nevera envuelta en papel film.
  2. Pasada la media hora sacamos la masa, espolvoreamos de harina la mesa y un poco por encima de la misma y con la ayuda del rodillo vamos a estirarla  en forma de flor de cuatro pétalos, cuyo centro debe de quedar  bastante holgado para colocar la mantequilla encima sin salirse de los bordes.
  3. Una vez que tenemos la forma diseñada agregamos la mantequilla que nos queda pendiente en el centro y con los pétalos vamos a envolverla llevando cada uno hacia el centro hasta que quede tapada. Le damos unos golpecitos suaves con el rodillo para aplastar un poco el bloque y vamos estirándola desde el centro hacia arriba y desde el centro hacia abajo en forma rectangular.
  4. Cuando la masa este bien estirada imaginamos que está dividida en tres partes. Llevamos la de un lateral hacia el medio plegándola y llevamos la del otro lateral hacia el medio de la misma manera. Al final estará plegada en tres partes.  Volvemos a estirar de nuevo la masa en forma rectangular con las dobleces de frente.
  5. Tenemos que hacer tres veces el proceso de estirar y doblar con vueltas sencillas la masa. La tercera vez que lo hagamos dejamos los pliegues doblados pero ya no estiraremos una cuarta vez. Meteremos la masa así en la nevera doblada y envuelta en film  otra media hora o bien estirada si la vais a usar rápido. La masa se mantiene bien en nevera unas horas o incluso se puede congelar. Una vez horneada aguanta dos semanas bien cerrada.
  6. Sacamos la lamina de la nevera y sobre una mesa y con la ayuda de una regla y el cuchillo vamos a dividirla en tres partes iguales rectangulares. Precalentamos el horno a 200º, colocamos las tres tiras en la bandeja sobre papel especial y horneamos unos quince minutos o hasta que veamos que el hojaldre está dorado con calor por arriba y por abajo. Reservamos el hojaldre y nos disponemos a elaborar el merengue.

Merengue italiano:

  1. Cogemos un cazo e introducimos el agua y el azúcar. Lo llevamos a ebullición sin revolverlo a fuego intermedio. Debemos retirar el almíbar del fuego cuando este a punto de bola , es decir, si tenemos un termómetro de cocina, estará cuando alcance los 120º, y sino podemos hacer la prueba de la cuchara. Cogemos una gotita de almíbar con una cucharilla y la volcamos sobre la encimera. Si se forma una bola que cristaliza estará listo y sino debemos dejarlo hasta que la obtengamos.
  2. Mientras el almíbar se va haciendo, introducimos las claras de huevo (a temperatura ambiente) en un recipiente seco (no puede colarse una gota de agua). Con la batidora a máxima potencia vamos a ir montando las claras. Debemos ser persistentes puesto que a mas tiempo de batido mejor consistencia adquiere. Una vez que el almíbar está listo a punto de bola seguimos montando las claras y vamos dejándolo caer poco a poco sobre las mismas en forma de hilo hasta terminarlo. Seguimos batiendo y cuando el merengue tenga una buena presencia (si cogemos una cucharada y le damos la vuelta y no se cae la tendrá), podemos parar e introducirlo en una manga pastelera con boquilla lisa o rizada.

Montaje:

  1. Cogemos una bandejilla alargada o la base final donde vamos a servir la milhoja y colocamos la primera pieza de hojaldre rectangular que hemos elaborado anteriormente. Con la manga pastelera rellena del merengue italiano vamos a ir cubriendo toda la superficie del hojaldre en hileras. Una vez cubierta podemos volver a hacer otra capa encima en hileras de nuevo.
  2. Colocamos encima del merengue la segunda capa de hojaldre y volvemos a cubrirla con mas merengue,  dos capas o el grosor que cada uno guste. Tapamos de nuevo con la tercera pieza de hojaldre.
  3. Con la ayuda de un colador espolvoreamos azúcar glass por encima de la superficie del hojaldre. Así mismo, podemos igualar para que quede curioso el merengue por los laterales , el frente y la parte posterior pasandole un cuchillo suavemente. Ahora que ya tenemos lista la milhoja recomiendo introducirla en nevera hasta su consumo.

 

CON THERMOMIX

Con la thermomix vamos a comprobar que la lamina de hojaldre es mucho mas sencilla de hacer que manualmente, ya que nos integra la mantequilla de golpe sin falta de tener especial cuidado con ella. Y para el merengue sobra decir que programandola nos despreocupamos totalmente, eso si, siempre teniendo en cuenta que el recipiente debe de estar muy seco siempre, sin una gota de agua, ya que ésta evitaría que las claras se monten.

ELABORACIÓN

Para la lamina de hojaldre:

  1. Ponemos todos los ingredientes del hojaldre en el vaso y programamos 25 segundos, velocidad 6. La mantequilla y el agua debemos introducirla de forma congelada. Para ello lo meteremos el día anterior en el congelador, cada componente en un bloque en su justa medida.
  2. Sacamos la masa del vaso sobre la mesa y la unificamos haciendo una bola homogénea. La envolvemos en papel film y la dejamos reposar en nevera una media hora.
  3. Pasada la media hora sacamos la bola de masa, enharinamos la mesa de trabajo y la bola misma y con el rodillo vamos a extenderla en forma rectangular. Una vez estirada imaginamos que la dividimos en tres partes iguales. Doblamos un lateral hacia el centro y luego llevamos el otro lateral  también hacia el centro, quedando tres capas superpuestas. Estiramos de nuevo la masa con las dobleces de frente.
  4. Repetimos este proceso de estirar y doblar tres veces seguidas. Depués de la tercera vez enfilmamos la masa doblada o estirada si la vamos a usar pronto y la introducimos otra media hora en nevera.
  5. Precalentamos el horno a 200º. Sacamos la masa de la nevera  y con la ayuda de una regla y un cuchillo o cuter la cortamos en tres tiras iguales. Las introducimos en la bandeja y horneamos unos 15 minutos o hasta que cogan un color dorado. Una vez fuera del horno las reservamos.

Para el merengue italiano:

  1. Colocamos la mariposa en la thermo e introducimos las claras de huevo. Programamos 26 minutos a velocidad 3,5. Las claras deben de estar a temperatura ambiente y la thermo muy seca, sin una gota de agua.
  2. En un cazo, vamos a hacer un almíbar con el agua y el  azúcar, sin removerlo, a fuego intermedio. Lo retiraremos del fuego cuando esté a punto de bola, es decir, si tenemos un termómetro de cocina , cuando llegue a los 120º, y sino, podemos probar el truco de la cuchara. Cogemos con una cucharilla una gota de almíbar y la posamos sobre la encimera fría. Si se cristaliza en una bola estará listo, sino esperamos un poco mas.
  3. Cuando el almíbar esté listo , abrimos el bocal de la thermomix  (que sigue montando las claras) y vamos añadiéndolo muy poco a poco, dejándolo caer en forma de hilo hasta terminarlo. En el momento que veamos que el merengue ya tiene buena consistencia (cogemos una cucharada, le damos la vuelta y el merengue no se menea ni se cae) podremos parar la thermomix. Cogemos una manga pastelera con boquilla rizada o lisa y la rellenamos con el merengue.

Montaje:

  1. El montaje será exactamente igual que en la forma tradicional. Cogemos una bandejilla alargada o la base final donde vamos a servir la milhoja y colocamos la primera pieza de hojaldre rectangular que hemos elaborado anteriormente. Con la manga pastelera rellena del merengue italiano vamos a ir cubriendo toda la superficie del hojaldre en hileras. Una vez cubierta podemos volver a hacer otra capa encima en hileras de nuevo.
  2. Colocamos encima del merengue la segunda capa de hojaldre y volvemos a cubrirla con mas merengue dos capas o el grosor que cada uno guste. Tapamos de nuevo con la tercera pieza de hojaldre.
  3. Con la ayuda de un colador espolvoreamos azúcar glass por encima de la superficie del hojaldre. Así mismo, podemos igualar para que quede curioso el merengue por los laterales , el frente y la parte posterior pasándole un cuchillo suavemente. Ahora ya podemos decir que la milhoja está lista. (Debemos conservarla en nevera hasta la hora de servir).

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TARTA MERENGADA DE CREMA DE LIMÓN

TARTA MERENGADA DE CREMA DE LIMÓN

 

 

Hace unas semanas, como tantas otras veces vengo haciendo desde hace años, me junte con mi amiga Delfina (ambas nos conocimos estudiando el modulo de pastelería hace ya mas de una década) para saborear la cocina rica y sofisticada (nos encanta llambiar manjares y buenos postres).

Esta vez, en vez de ir de establecimiento, ella y su pareja (los dos son  compañeros de cocina en un restaurante de nuestra localidad) nos prepararon en su casa un menú de escándalo: unos buenos entrantes , un lechazo con patatinas muy tierno y un postre fino y elegante como es la tarta merengada de crema de limón.  Tal fue mi sorpresa y agrado hacia el dulce de sobremesa que decidí versionarlo y subirlo a la red, pues riquísimo sería poco adjetivo para describirlo, me encantó.

Tengo que apuntalar que este es un postre dirigido sobre todo a los amantes de los elementos ácidos, como es en este caso el limón, pero hay que tener cuidado de no pasarnos con el susodicho, ambas cruzamos la linea y es de sabios rectificar, así que para mejorar la receta ajusté la cantidad  necesaria para darle el sabor a limón , pero sin excesos.

Como podréis comprobar, es una tarta ligerita, que vamos a ir creando sobre una base de pasta quebrada dulce, rellenándola de crema de limón y cubriéndola con merengue italiano, montado con un almíbar a punto de bola que le da una textura y sabor inigualable. ¿Estáis preparados? Pues allá vamos…

 

INGREDIENTES

Para la base de pasta quebrada dulce:

  • 200 g de harina de trigo normal.
  • 120 g de mantequilla fría.
  • 1 huevo.
  • 40 ml de nata de cocinar.
  • 50 g de azúcar.
  • Sal.

Para la crema de limón:

  • 6 huevos.
  • Zumo  de 2 o 3 limones.
  • 150 ml de agua.
  • 300 g de azúcar.
  • 60 g de mantequilla.
  • 30 g de maizena.

Para el merengue italiano:

  • 5 claras de huevo.
  • 160 ml de agua.
  • 300 g de azúcar.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Esta tarta es un postre que a priori igual parece un poco complicado de hacer puesto que está compuesta de  tres fases y la tercera, la  del merengue italiano, a simple vista,  puede resultar aparatosa de hacer o un tostón como diría la juventud de hoy en día. Pero nada mas lejos de la realidad, si seguís al pie de la letra las instrucciones os saldrá a la primera, está garantizado. Solo hace falta unos cuantos ingredientes básicos, prestar atención y ponerse manos a la obra.

ELABORACIÓN

Base de pasta quebrada dulce:

  1.  En primer lugar vamos a comenzar haciendo un volcán con la harina sobre la encimera. Añadimos en su interior los huevos y el azúcar  y vamos mezclando con las manos. Una vez que esté medio ligado añadimos el resto de ingredientes y seguimos mezclando bien hasta que nos quede una masa uniforme. Se trata de mezclar, no de amasar. Es importante recalcar que la mantequilla cuanto mas fría este en este paso mucho mejor.
  2. Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la llevamos una media hora a la nevera.
  3. Pasada la media hora enharinamos un poco la mesa y estiramos la masa con un rodillo en forma redonda como si fuese para una pizza. Debemos calcular bien que nos cubra todo el molde con los bordes incluidos hasta arriba (tenemos moldes para estas bases quebradas en cualquiera de nuestros centros comerciales, son los que se utilizan para hacer las quiches). Una vez cubierto el molde pasamos por los bordes el rodillo para quitar los sobrantes y con un tenedor pinchamos toda la masa para que respire dentro del horno y no se infle.
  4. Programamos el horno a 180º y una vez que tome la temperatura introducimos el molde aproximadamente unos 20 minutos o hasta que veamos que está un poco dorada la masa.

Crema de limón:

  1. Mientras la base de pasta quebrada dulce está en el horno podemos ir haciendo el relleno de crema de limón. Para ello introducimos en una cacerola o pota los huevos , el azúcar y la maizena y con la batidora mezclamos bien. Añadimos posteriormente el zumo de limón, el agua y la mantequilla y volvemos a mezclar.
  2. Llevamos la mezcla a ebullición a fuego intermedio sin dejar de remover y una vez que comience a hervir esperamos unos segundos  y vertemos la mezcla sobre la base quebrada (una vez horneada), cubriéndola hasta el borde.
  3. Esperamos a que enfríe un poco y la metemos en la nevera mientras preparamos el merengue italiano.

Merengue italiano:

  1. Cogemos una pota pequeña e introducimos el agua junto con el azúcar. Dejamos que hierva a fuego intermedio hasta obtener un almíbar sin revolverlo. Tenemos que retirarlo del fuego cuando esté a punto de bola. ¿Y cuando es este momento? Si tenemos un termómetro de cocina, estará listo cuando alcance los 120 º y sino hacemos la prueba de la cuchara. Cogemos una gotita de almíbar y la posamos sobre la mesa. Si se cristaliza en forma de bola ya ha alcanzado el punto ideal, sino esperamos un poco más hasta conseguirlo.
  2. Mientras el almíbar se está haciendo, introducimos las claras de huevo en un recipiente bien seco (no puede haber una gota de agua ya que esto evita que se monte y las claras deben de estar a temperatura ambiente). Con la batidora a máxima potencia vamos montando las claras. Para elaborar este almíbar hay que tener persistencia, puesto que hay que insistir con el batido. Montamos sin parar hasta que el almíbar  esté a punto de bola, en ese momento  vamos a ir vertiéndolo sobre las claras montadas sin dejar de batirlas, y de forma muy lenta , dejando caer un hilillo de almíbar poco a poco hasta terminarlo.
  3. Cuando obtengamos una buena textura, es decir cuando le damos vuelta a una cucharada de merengue y este no se cae, vamos a ir introduciéndolo en una manga pastelera con una boquilla gorda y rizada. Sacamos la tarta de la nevera y sobre la crema de limón elaboramos dibujos con el merengue a nuestro gusto. Yo dejo caer unos chorretones y los termino en punta sin aplastarlos. Podemos requemar la parte de arriba del merengue para darle un buen toque. Para ello utilizamos un soplete o bien lo metemos un poco en la parte de arriba del horno con el grill puesto hasta que se dore un poco (no podemos despegar el ojo del horno puesto que a la mínima se puede quemar, se dora en cuestión de dos o tres minutos). Una vez requemado el merengue mantenemos la tarta en nevera hasta la hora de servirla.

 

PARA LA THERMOMIX

En este tipos de tartas , la thermomix una vez más, se agradece a raudales, puesto que nos acorta los tiempos de elaboración y nos evita el estar pendientes en todo momento de los fogones. Para hacer el merengue es todo una maravilla, puesto hay que insistir con el batido, y programando el tiempo nos podemos despreocupar , porque va a montar a la perfección. No me canso de decir, que a día de hoy ni móviles, ni tablets, ni videoconsolas etc. Para mí mi mayor diversión es este invento culinario. Merece la pena el desembolso.

ELABORACIÓN

Para la base de pasta quebrada dulce:

  1. Introducimos dentro de la thermomix todos los ingredientes y programamos 17 segundos a velocidad 4. Procuraremos que la mantequilla esté fría de nevera. Sacamos la masa de la thermo y la juntamos haciendo una bola sobre la mesa. La envolvemos en papel film y la llevamos media hora a la nevera.
  2. Pasada esta media hora sacamos la masa y la estiramos sobre la mesa enharinada con un rodillo en forma redonda como si fuera para una pizza. Procuraremos calcular bien para que  cubra todo el molde  hasta el borde. (Podemos utilizar moldes para quiches con base desmoldable que los suele haber en cualquier centro comercial).
  3. Cubrimos el molde con la masa, pasamos el rodillo por los bordes para eliminar los sobrantes y pinchamos toda la superficie y laterales con un tenedor para que respire dentro del horno y no se infle.  Horneamos a 180º durante 20 minutos o hasta que la veamos un poco dorada.

Para la crema de limón:

  1. Una vez que tenemos la base quebrada lista procedemos a hacer el relleno de limón. Introducimos todos los ingredientes dentro de la thermo y programamos 6 minutos a 90º en velocidad 4.
  2. Volcamos la crema sobre la base de pasta quebrada hasta cubrirla toda y llegar a los bordes. Dejamos que enfrié un poco y la introducimos en la nevera hasta que cuaje (con media hora es suficiente). Después procedemos a hacer el merengue italiano.

Para el merengue italiano:

  1. Colocamos la mariposa en la thermo e introducimos las claras de huevo. Programamos 18 minutos a velocidad 3,5. Las claras deben de estar a temperatura ambiente y la thermo muy seca, sin una gota de agua.
  2. En una pota pequeña, a fuego intermedio, hacemos un almíbar con el agua y el azúcar sin removerlo. Lo vamos a utilizar a punto de bola. Para saber cual es el momento exacto de retirarlo podemos usar un termómetro de cocina y cuando llegue a los 120º estará listo, o bien podemos utilizar el truco de la cuchara. Cogemos una gotita de almíbar con una cucharilla y la volcamos sobre la encimera. Si cristaliza y se hace una bola esta en el punto adecuado, sino esperamos un poco mas.
  3. Cuando tengamos listo el almíbar abrimos el bocal de la thermo (que aún debe de seguir montando las claras) y vamos añadiéndolo en forma de hilo suave  muy poco a poco hasta terminarlo. En el momento que esté bien montado y el merengue no se menee al coger una cucharada ya podemos utilizarlo.
  4. Introducimos el merengue en una manga pastelera con una boquilla gorda y rizada. Vamos haciendo el dibujo que mas nos guste sobre la crema de limón. En mi caso  hago pequeños rimeros  y los dejo en punta sin aplastarlos. Para darle el toque final podemos requemarlo un poco por encima. Para ello o bien utilizamos un soplete o introducimos la tarta en el horno lo más arriba posible y con el grill puesto apenas unos dos o tres minutos. Hay que vigilar bien porque en cuestión de segundos puede quemarse. Cuando dore un poquito la retiramos y la introducimos en la nevera hasta la hora de servir.

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MERMELADA DE KIWI Y MANZANA

MERMELADA DE KIWI Y MANZANA

 

Uno de los desayunos más típicos aquí en España suele estar compuesto por  un café con leche, un zumito de naranja y unas tostadas de pan normal o de molde, donde solemos untar mantequilla o queso (en mi caso soy adicta al Philadelphia) y un poco de mermelada. A muchos de vosotros ¿os suena verdad? ¡Que rico está! Siempre es una buena manera de comenzar la jornada diaria con las pilas cargadas de energía.

Como habréis observado, la entrada de hoy va dirigida en su totalidad a uno de estos componentes de nuestra ingesta mañanera, la mermelada. ¿Y que es la mermelada exactamente?  Pues bien, podríamos definirla como una conserva de fruta cocida en azúcar. ¿Y es complicado hacerla de forma casera? Os contesto que para nada, teniendo en consideración algunos aspectos básicos podréis ver que no tiene ciencia ninguna elaborarla, solo necesitamos la fruta que mas nos guste, azúcar y un chorrito de zumo de limón.

¿Qué criterios debemos de tener en cuenta para obtener una buena mermelada? Los siguientes:

  • La fruta debe de estar  en su estado óptimo, ni virgen, ni muy madura, un termino medio, y por supuesto, siempre en buen estado.
  • Hay muchos tipos de fruta, y uno de los componentes de la misma que nos ayuda a obtener la textura de la mermelada es la PECTINA, una fibra natural que al reaccionar con el azúcar y con un ácido, le dan esa consistencia gelatinosa. Hay frutas que tienen mucha pectina y otras que tienen poca (por ejemplo el albaricoque, la fresa y los melocotones),por lo tanto para hacer mermelada de estas últimas conviene añadir un poco de pectina externa.
  • La cantidad de azúcar es muy importante, ya que si añadimos poca la mermelada  nos podría quedar muy liquida y con mal aspecto. Podemos reducirlo algo como yo he hecho para que no quede tan dulzona pero aún así no demasiado.
  • Es conveniente utilizar un elemento ácido como es el limón, ya que nos ayuda a conservarla y darle la textura adecuada.
  • Podría señalar que la cocción manual también es muy importante. Debemos de encontrar el punto adecuado para pararla. Si disponemos de un termómetro de cocina ese punto se hallará en el momento en que durante el proceso nos marque 100º. Otra forma es coger una pizca de la mermelada y darle la vuelta a la cucharilla. Si gotea de forma liquida aun le queda tiempo de cocción. A ojo le iremos cogiendo el truco.
  • Recomiendo esterilizar siempre los envases donde vamos a introducirla para su mejor conservación. Una mermelada bien hecha nos puede durar meses, prácticamente un año.

Después de tener en cuenta estos consejillos vamos ahora con la práctica. En este caso he elaborado una mermelada de dos frutas mezcladas, el kiwi y la manzana. Resulta muy sabrosa y ligera, toda una tentación para nuestros desayunos o meriendas.

 

INGREDIENTES

  • 520 g de kiwi.
  • 350 g de manzana.
  • 450 g de azúcar (moreno o normal).
  • 1 cda de zumo de limón.

 

DE FORMA TRADICIONAL

La mermelada es muy sencilla de elaborar, lo único que necesitamos es un cazo y estar muy atentos para que no se nos pegue el azúcar en la cocción que suele ser un error muy habitual. Si tenemos fruta de temporada, que a veces nos suelen regalar familiares o conocidos en cantidades, es una forma de aprovecharla y darle salida antes de que se nos estropee.

ELABORACIÓN

  1. Lo primero de todo que vamos a hacer es pelar toda la fruta, tanto las manzanas como los kiwis, sacarle las pepitas y trocearla en pequeño. La cantidad que he marcado arriba es la que debemos obtener una vez reducida.
  2. Cogemos un cazo e introducimos dentro toda la fruta junto con el azúcar y el zumo de limón. Dejamos que macere un par de horas.
  3. Una vez macerado, vamos a darle un golpe de batidora para reducir toda la mezcla. Llevamos el cazo a fuego intermedio, y vamos revolviendo de tanto en tanto para evitar que se nos pegue el azúcar durante la cocción. Nos puede llevar aproximadamente una media hora, pero podemos encontrar el punto de cocción óptimo sumergiendo un termómetro de cocina, cuando éste nos marque 100º o bien cogiendo una cantidad de mermelada ínfima con una cucharilla y dándole la vuelta. Si vemos que gotea le falta cocción, sino a ojo lo iremos comprobando.
  4. Ahora que ya está lista la mermelada podemos proceder a envasarla. Si vemos que está poco reducida podemos darle otro golpe de batidora, eso va al gusto de cada uno. Antes de envasar recomiendo esterilizar los botes y una vez que los hemos rellenado cocerlos al baño maría cubiertos de agua durante unos quince minutos mínimo para hacer el vacío.

 

CON THERMOMIX

A la hora de hacer la mermelada con la thermomix tenemos una gran ventaja, que no tenemos que estar pendientes de revolver para que se nos pegue el azúcar. Introducimos los ingredientes y nos despreocupamos. Podemos utilizar cualquier tipo de fruta, yo en este caso opté por kiwis y manzanas porque tenemos cantidades que nos han regalado de temporada y así les damos provecho antes de que se estropeen. Si ya tenemos esterilizados los envases vamos a proceder con su obtención.

ELABORACIÓN

  1. Pelamos toda la fruta, los kiwis y las manzanas, les quitamos las pepitas y la troceamos entera. La cantidad de la receta que he marcado arriba corresponde una vez que tenemos reducida la fruta. Vamos introduciéndola en la thermomix y cuando obtengamos esa cantidad añadimos el azúcar y el zumo de limón y trituramos unos 15 segundos a velocidad 4.
  2. Colocamos el cestillo en el lugar del cubilete para que la mezcla evapore mejor y programamos posteriormente unos 50 minutos a 100º en velocidad 3. Una vez transcurrido el tiempo observamos como está la textura, cogemos una cucharada y la ponemos sobre la encimera. Enfría enseguida y es en ese momento donde veremos su consistencia final, si deseamos que esté más espesa ponemos unos minutos más  la thermo  y si no nos gustan los grumos le damos unos golpes de turbo para triturarla.
  3. Ahora que tenemos la mermelada lista podemos envasarla. Debemos esterilizar los envases de antemano siempre y una vez rellenos y bien cerrados cocerlos unos quince minutos mínimo cubiertos de agua al baño maría para hacer el vacío. De esta forma tan sencilla obtenemos una buena mermelada casera.

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ROSCÓN DE REYES

ROSCÓN DE REYES 

 

Relleno de crema pastelera, con fruta confitada y azúcar escarchado.

 

Decoración de chocolate.

Decoración de chocolate.

 

Más opciones de decoración.

 

Sin relleno

 

El roscón de reyes, como todos sabéis, es un dulce muy típico de la navidad que se sirve el  6 de enero, tanto en el desayuno como en la merienda para festejar el día de los reyes magos (Melchor, Gaspar y Baltasar), que tras el nacimiento de Jesús de Nazaret vinieron desde oriente para entregarle oro, incienso y mirra como obsequios de gran riqueza simbólica.

Este roscón tan apreciado, está constituido de una masa dulce redonda en forma de donut grande, adornada con azúcar escarchado y fruta confitada principalmente, aunque hoy en día podemos encontrar decoración de chocolate muy variopinta.  Puede ir relleno o no, si es así, se suele utilizar para ello  una crema pastelera, trufa, nata montada  o alguna variante mas.

Cabe destacar que  uno de los ingredientes que lo diferencian de otras masas es el agua de azahar , que se obtiene a través de la destilación de los pétalos de la flor de azahar de naranjo amargo aportándole un sabor muy característico. Otro de los aspectos a señalar en este dulce es la tradición de añadir en su interior varias figuritas como obsequio y una haba seca (se dice que el que la encuentre debe pagar ese roscón o el del año siguiente).  Hoy en día podemos ver regalos en miniatura de toda índole e incluso hay quien añade algo de dinero camuflado para darle un toque innovador y diferente (de ello se hacen eco grandes pastelerías entregando una cantidad considerable en un único roscón de todos los que disponen a la venta). Una buena técnica de marketing en mi opinión.

Lo que si está claro, es que es uno de los dulces más representativos de estas fechas que no falta en las mayoría de los hogares el día de reyes.  Por ello, hoy os traigo una versión del roscón para que todos podáis hacerlo en vuestras casas de forma muy sencilla y natural. Siempre que respetéis unos buenos tiempos de levado, vais a obtener esta delicia de reyes para sorprender a toda la familia. Y lo mejor de todo, es que al día siguiente se sigue manteniendo muy tierno y esponjoso. ¿Os apetece hacer la prueba?

 

INGREDIENTES

Para la masa madre

  • 40 ml de leche entera.
  • 5 g de levadura fresca.
  • 70 g de harina de fuerza.

Para la masa normal

  • 40 ml de leche entera.
  • 50 g de mantequilla.
  • 15 g de levadura fresca.
  • 400 g de harina de fuerza.
  • 2 huevos.
  • 90 g de azúcar glasé.
  • 40 g de miel.
  • Ralladura de limón.
  • Ralladura de naranja.
  • 30 ml de agua de azahar.
  • 1 pizca de sal.

Para la crema pastelera

  • 3 huevos.
  • 60 g de maizena.
  • 180 g de azúcar.
  • 750 ml de leche entera.
  • Piel de un limón.
  • Canela en rama.

Para el almíbar

  • 100 ml de agua.
  • 100 g de azúcar.

Ornamentación

  • Huevo para pintar.
  • Fruta escarchada.
  • Azúcar humedecido.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de reyes de un tamaño bien proporcionado para 8 comensales. Os aconsejo que el día antes de hornear  dejéis hecha la crema pastelera, el almíbar y el roscón ya con su forma dada  para que leve durante toda la noche. Es muy importante respetar los tiempos de reposo para que aumente su tamaño.

 

ELABORACIÓN

Crema pastelera

  1. Lo primero de todo que vamos a hacer es la crema pastelera, ya que esta debe permanecer en la nevera unas horas antes de ser utilizada. Para ello cogemos una cazuela e introducimos en ella la leche junto con  la piel de un limón y  una rama de canela. Lo llevamos a ebullición a fuego intermedio.
  2. Mientras va calentando, en un bol a parte, batimos el azúcar, los huevos y la maizena.
  3. Una vez que la leche rompe a hervir retiramos la piel del limón y la rama de canela y añadimos dentro la mezcla del bol.  Removemos constantemente hasta que de nuevo hierva  y veamos que va adquiriendo textura cremosa.
  4. Volcamos la mezcla en un recipiente  y tapamos a ras con papel film. Cuando enfríe un poco la llevamos a la nevera unas horas para que vaya espesando.

Almíbar.

  1. Ahora vamos a elaborar el almíbar para calar el roscón una vez horneado, lo haremos en este instante porque también se debe utilizar en frío. Cogemos un cazo e introducimos dentro el agua y  el azúcar. Lo llevamos a ebullición y una vez que rompa a hervir lo retiramos del fuego. Cuando enfríe un poco lo guardamos en el frigorífico.

Masa madre.

  1. Tenemos ya elaborada la crema pastelera y el almíbar. Es en este momento cuando comenzamos a hacer la masa. Primero elaboraremos la masa madre, y una vez que la tengamos , con ella formaremos la masa final. Obtener la masa madre es muy sencillo. Templamos la leche en un bol y disolvemos posteriormente la levadura fresca dentro. Añadimos la harina y amasamos con las manos  un poco. Hacemos una bola pequeña con la masa y la introducimos en un reciente con agua templada unos diez minutos. Veremos que pasado este tiempo la masa madre está flotando en el agua, entonces ya podemos pasar a realizar la masa final. 

Masa final del roscón.

  1. Ya hemos elaborado la masa madre, ahora vamos a utilizarla para crear la masa del roscón. Calentamos la leche junto con la mantequilla hasta templarla y disolvemos dentro la levadura. Hacemos un volcán con la harina y agregamos en su interior la mezcla anterior, la masa madre y el resto de ingredientes de la masa final. Mezclamos todo poco a poco a mano hasta formar una bola con la masa. La masa aparentemente esta algo pegajosa, debemos evitar el exceso de harina extra en lo posible. Una vez que tenemos la bola formada la vamos a dejar reposar dos o tres horas tapada con un paño en la zona más cálida de la casa.
  2. Cuando la masa haya reposado el tiempo suficiente vamos a volver a mezclarla  un poco con las manos  para sacarle los gases. Después la boleamos bien como una pelota. Con un dedo hacemos un agujero en el centro y le vamos dando forma de donut grande poco a poco de manera manual. Debemos de hacerlo amplio, teniendo en cuenta que en el tiempo de reposo al que le vamos a someter de nuevo tiene que doblar su volumen y en el horno posteriormente crecerá más. Cuanto mas amplio mejor mantendremos el agujero del medio abierto en el horno. Colocamos el roscón en la bandeja sobre papel sulfurizado y lo dejamos reposar varias horas dentro del horno apagado. Yo recomiendo que se quede toda la noche levando para hornearlo al día siguiente por la mañana (preferiblemente el día de su consumo).

Montaje.

  1. Transcurridas varias horas veremos que la masa del roscón ha aumentado su tamaño. Por lo tanto, vamos a comenzar a pintarlo de huevo con una brocha y colocar la decoración escogida. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  2. Una vez que el roscón está horneado lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  3. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Después de todo este proceso de elaboración ya tenemos listo nuestro roscón de reyes para su consumo. Si  queremos añadir  alguna sorpresita por dentro yo aprovecho para camuflarla dentro de la crema pastelera en el momento de extenderla.

 

CON THERMOMIX

A la hora de elaborar el roscón de reyes si tenemos la thermomix podemos agilizar los tiempos de proceso para obtener tanto la crema pastelera, como el almíbar y la masa. Recomiendo crear estos tres elementos el día antes de su consumo para poder dejar que repose la masa  toda la noche y proceder al horneado y al montaje al día siguiente por la mañana. Así nos aseguraremos que el esponjado sea suficiente. Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de 8 raciones de tamaño considerable.

 

ELABORACIÓN

 

Crema pastelera.

Vuelvo a recalcar que es conveniente hacerla con tiempo ya que debe utilizarse cuando se encuentre fría y espesa.

  1. Introducimos en la cubeta la leche, la corteza de limón y el palito de canela. Programamos 7 minutos a 90º en velocidad 1. Una vez listo retiramos la corteza y la canela. Si se nos ha quedado algún trozo de la rama de canela podemos colar la leche para que quede totalmente limpia. 
  2. Añadimos los huevos, el azúcar y la maizena. Mezclamos unos segundos a velocidad 4  y programamos 11 minutos a 90º en velocidad 3 con la mariposa.
  3. Vertemos la crema en un bol de cristal y tapamos con film a ras. Dejamos enfriar hasta el día siguiente o unas horas antes de ser utilizada.

Almíbar.

Recomiendo al igual que la crema hacerlo con tiempo para utilizarlo una vez que esté frio.

  1. Introducimos en la thermo el agua y el azúcar. Programamos 10 minutos a 100º en velocidad 1.
  2. Una vez que enfríe lo reservamos en la nevera.

Masa madre.

Debemos elaborar la masa madre y la masa final con tiempo suficiente para que leve durante varias horas. Por ello recomiendo dejar el roscón toda una noche reposando una vez que tiene su forma dada.

  1. Introducimos en la thermo la leche un minuto y medio a 50º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 4 segundos en velocidad 1.
  3. Añadimos la harina  y programamos 45 segundos en modo espiga. Cogemos la masa y con las manos le damos forma redonda. Introducimos la bola en un bol con agua templada unos diez minutos. Pasado este tiempo veremos que la masa madre está flotando en el agua.

Masa final del roscón.

  1. Introducimos en la thermo la leche, la mantequilla y la miel 2 minutos a 37º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 5 segundos en velocidad 4.
  3. Añadimos la harina, el azúcar, los huevos, las ralladuras de limón y naranja, el agua de azahar , la sal y la masa madre escurrida y programamos 6 minutos en velocidad espiga.
  4. Dejamos reposar la masa dentro del vaso cerrado un par de horas.
  5. Una vez reposada la sacamos a la mesa y la trabajamos con las manos. Le sacamos los gases, la amasamos y hacemos una  bola con ella. Con un dedo hacemos un agujero en el interior y vamos dándole forma de donut grande. Haremos el agujero amplio, dado que hay que tener en cuenta que dobla su volumen durante el segundo levado y vuelve a aumentar en el horneado. Colocamos el roscón con su forma ya definida sobre papel sulfurizado en la bandeja y lo dejamos reposar dentro del horno apagado unas horas o si es posible una noche entera.

Montaje. Una vez que tenemos la crema pastelera y el almíbar fríos y la masa del roscón ha estado levando durante horas podemos proceder a montar el roscón relleno.

  1. Con una brocha pintamos de huevo todo el roscón por la parte superior y vamos distribuyendo la decoración que hemos escogido. 
  2. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  3. Cuando el roscón esté horneado  lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  4. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Si le vamos a agregar alguna sorpresita y la haba yo suelo camuflarlas entre la crema pastelera cuando la extiendo. Así de fácil obtenemos nuestro propio roscón de reyes.

 

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TARTA DE TURRÓN BLANDO

TARTA DE TURRÓN BLANDO

 

 

¡Ahora sí! Nos encontramos ya en medio de  toda la vorágine de ágapes de navidad. Meriendas con amigos con los que nos juntamos en estas fechas, comidas y cenas familiares en los días más señalados, cafés de ultima hora con compañero/as de empresa, celebraciones entre el vecindario o cualquier otro tipo de eventos similares son normales en esta estación del año.

Mi aportación de hoy es un postre de turrón (muy representativo en la Navidad) para que podáis colaborar de forma directa y sencilla  en cualquiera de estos acontecimientos anteriores. Si os apetece  sorprender de verdad, aprovechar a elaborar  esta suave y cremosa tarta de turrón blando, muy ligera y nada empalagosa pese a sus ingredientes. Os sorprenderá el resultado, es una de las recetas fijas que todos los años caen por estas fechas.

Tenemos muchos tipos de turrones blandos a elegir, uno de los más míticos es el turrón de Jijona, pero nos podemos lanzar a las marcas blancas o a la que más nos guste, siempre teniendo en cuenta que la esencia de esta tarta depende en gran medida de este ingrediente. La podéis hacer con la forma que mas os llame, redonda, cuadrada o rectangular. Como adorno decorativo podéis usar almendra, es un buen complemento, ya sea laminada, entera, almendra crocanti… y para darle un toque estético si os gusta jugar con las plantillas podéis hacer un dibujo sobre la tarta con cacao en polvo o canela. Solo tenéis que haceros con  una que tenga una imagen chula, posarla en el centro de la tarta, espolvorear el polvo sobre un colador por encima y levantar la plantilla. Veréis que presencia más bonita le aporta al postre para lucirlo de forma elegante.

 

INGREDIENTES 

  • 250 g de galletas (tipo María).
  • 90 g de mantequilla.
  • 320 g de turrón blando (tipo Jijona).
  • 800 ml de nata para montar (recomiendo marca Pascual).
  • 250 ml de leche entera.
  • 150 ml de leche condensada.
  • 2 sobres de cuajada.
  • Canela o cacao en polvo.
  • Almendra  para adornar (opcional).

 

DE FORMA TRADICIONAL

Como vais a poder comprobar esta tarta es muy sencilla de hacer. Consta de dos partes, la base de galleta y el contenido que le da el sabor característico. El método de preparación es similar al de la tarta de tres chocolates y a la de queso, la única diferencia es que aquí el motor del relleno funciona con el turrón. Las medidas que he utilizado están adaptadas  para un molde de 28 a 32 cm de diámetro.

ELABORACIÓN

  1. Siempre que elaboramos una tarta debemos empezar por los cimientos, en este caso por la base de galletas. Cogemos las mismas y las trituramos con un molinillo si disponemos de él o bien las extendemos sobre la mesa y las reducimos pasándoles el rodillo de amasar por encima varias veces hasta que nos queden arenosas.
  2. Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos bien con la galleta en polvo. Extendemos la mezcla por la base del molde y vamos presionando por toda la superficie con una cuchara hasta que quede alisado uniformemente. Lo dejamos enfriar en la nevera mientras hacemos el relleno.
  3. Cogemos una cazuela, introducimos dentro el turrón, la leche condensada y la nata para montar. La llevamos a ebullición a fuego lento revolviendo cada poco hasta que el turrón se haya desintegrado y solo veamos los trocitos de los frutos secos que contenga.
  4. Añadimos la cuajada y seguimos revolviendo suavemente hasta que rompa a hervir. Llegados a ese punto esperamos un minuto mas y volcamos la mezcla sobre la base de galletas del molde. Dejamos enfriar la tarta en la nevera unas horas o hasta el día siguiente.
  5. Una vez que la tarta ya ha cuajado podemos desmoldarla y proceder con la ornamentación. En este caso yo he optado por una decoración sencilla, en la superficie he marcado  un dibujo con canela utilizando una plantilla (podéis encontrarlas en Internet o en determinadas tiendas de repostería). Todo un clásico de la navidad y al alcance de nuestras manos.

 

CON THERMOMIX

Con la thermomix no hay postre que se nos resista en un periquete y esta tarta no iba a ser menos. En solo unos movimientos y apenas unos minutos la tenemos enfriando ya en la nevera. ¿Ya tenéis los ingredientes? Pues vamos allá. Las medidas están adaptadas para el uso de un molde de 28 a 32 cm de diámetro.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar introducimos en la thermo las galletas y las reducimos a golpe de turbo unos segundos hasta que queden bien trituradas. Añadimos la mantequilla en pomada  y mezclamos 10 segundos a velocidad 10. Esparcimos la mezcla por la base del molde y vamos presionando con una cuchara por toda la superficie hasta que quede uniforme. Dejamos que enfríe en la nevera mientras hacemos el relleno.
  2. Vamos agregando en la thermo el turrón, los dos tipos de leche, la nata y la cuajada. Trituramos todo 25 segundos a velocidad 8. Una vez que todo esta bien mezclado programamos la maquina unos 13 minutos a 100º en velocidad 3. Pasado este tiempo volcamos la mezcla sobre la base de galleta y dejamos enfriar la tarta unas horas o hasta el día siguiente en nevera.
  3. En el momento que  tenemos la tarta  ya cuajada podemos proceder a desmoldarla y ornamentarla al gusto. En este caso yo opté por una decoración sencilla,  hice un dibujo centrado con canela en polvo con la ayuda de una plantilla (las podéis encontrar por Internet o en tiendas de repostería). Espero que os guste la receta y la disfrutéis.

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GALLETAS DE ALMENDRA

GALLETAS DE ALMENDRA

 

 

Ahora que estamos entrando en el invierno visualizo la perspectiva  a menudo de una tarde fría, lluviosa, con aires un poco revueltos  (típicos de la navidad)  y lo primero que se me viene a la cabeza es el calorcito de casa, el sofá, la manta, el televisor, el chocolate caliente y algo para mojar en ese chocolate. Solo se me viene una duda a la cabeza  para acertar con esas tardes venideras, que untar en ese delicioso chocolate…

Pues bien, estos días una compañera de curro, Genti, a la que le gusta mucho enredar también por la cocina y de vez en cuando repostea como la que más, me ha dado una buena opción para complementar la merienda. Es una de esas recetas que van pasando de casa en casa ,escrita a  mano y con las medidas marcadas por vasos de nocilla como antiguamente se hacía.  A ella se la pasaron, ella me la pasó a mi, y ahora yo seguiré la cadena… Me trajo la prueba un día, eran unas  galletas de almendra muy lucidas y la verdad es que me encantaron, estaban muy buenas, así que no podía dejar escapar la fórmula, le dije que iba directa para el blog. La adapté en gramos y para funcionar en la thermomix y hoy os la presento.

Veréis que las galletas se hacen muy fácilmente,  llevan ingredientes básicos y solo necesitaremos un rodillo, papel de horno y un corta-pastas o molde con la figura que mas os guste, en este caso aprovechando la temática  yo opté por la forma de arbolito de navidad.  Las galletas podéis conservarlas durante unos cuantos días si las metéis en las latas metálicas de las pastas o envases cerrados oportunamente. ¿A que esperáis? Vamos a hacer manualidades…

 

INGREDIENTES

(Para 30 galletas bien proporcionadas aproximadamente)

  • 250 g de mantequilla.
  • 120 g de azúcar.
  • 120 g de almendra molida cruda (para la thermomix podéis usarla entera).
  • 2 yemas de huevo.
  • 450 g de harina de trigo.
  • 1 sobre de levadura en polvo (Tipo Royal).

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar estas galletas de almendra es de lo más sencillo. Aprovechando la navidad podemos pasarnos por un centro comercial o tienda especializada en pastelería y echar un vistazo porque en esta época suelen tener moldes o corta-pastas pequeños de todas las formas relacionadas con la temática, arbolitos, muñecos de nieve, trineos… es una forma de darle un toque simpático a las galletas si  vais a tener visita o las queréis regalar.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar lo que vamos a hacer es hacernos con un bol grande. Introducimos la harina ,la almendra molida y  la levadura en su interior y hacemos un hueco en el medio como si fuera un volcán.
  2. Derretimos un poco la mantequilla dentro del microondas y la añadimos en el interior del volcán. Vamos rellenando el hueco con los ingredientes que nos quedan, el azúcar y las yemas de huevo.
  3. Mezclamos todo con las manos hasta que  esté bien integrado formando una masa. Hacemos un par de bolas con la masa, las enfilmamos y las metemos en la nevera media hora.
  4. Una vez pasada esa media hora sacamos las bolas de la nevera. Sobre la mesa de trabajo vamos a esparcir un poco de harina para que no se nos pegue la masa al estirar , y así cada vez que nos haga falta, por debajo  y por encima de la masa. Con un rodillo estiramos una de las bolas o vamos cogiendo porciones, como más nos apetezca. Dejamos un centímetro de grosor aproximadamente.
  5. Cogemos el corta-pastas que vamos a utilizar y vamos cortando piezas poco a poco. Los sobrantes los volvemos a juntar, a estirar y así hasta terminar con toda la masa de las dos bolas. Las piezas las vamos colocando según le damos la  forma sobre papel de horno en las bandejas.
  6. Metemos cada bandeja en el horno a 170º  unos quince minutos aproximadamente o hasta que veamos que las galletas van cogiendo un tono dorado. Pasado este tiempo las sacamos (aunque las veamos blandas no nos debemos preocupar , porque al enfriar van endureciendo).  Las dejamos reposar un poco y después podemos esparcir por encima de ellas un poco de azúcar glass.

 

CON THERMOMIX

Si hay niños en la casa, esta es una de esas recetas en las que los podemos mantener entretenidos, y quizás meterles la afición de la repostería. Cuando hayamos estirado la masa , les damos el corta-pastas y que ellos mismos vayan sacando piezas para la bandeja con la figurita que hayáis elegido. Seguro que les encanta y la próxima vez los tenéis a la espera de que les pidáis colaboración.

ELABORACIÓN

  1. Aprovechando que la thermomix nos puede moler la almendra la podemos coger entera o laminada. Si es así lo primero que vamos a hacer es reducirla con unos golpes de turno. Si ya la tenemos rallada pues la introducimos  dentro sin más.
  2. Añadimos el resto de ingredientes. Programamos 30 segundos a velocidad 6. Paramos cada poco el tiempo y vamos bajando los restos de las paredes hacia abajo con una lengua para ayudar a que se vaya integrando bien la masa.
  3. Una vez que tenemos la masa mezclada la sacamos sobre la mesa y con las manos acabamos de trabajarla formando dos bolas similares con ella. Las enfilmamos y las llevamos media hora a la nevera.
  4. A partir de aquí el método es igual que de la forma tradicional. Una vez pasada esa media hora sacamos las bolas de la nevera. Sobre la mesa de trabajo vamos a esparcir un poco de harina para que no se nos pegue la masa al estirar , y así cada vez que nos haga falta, por debajo  y por encima de la masa. Con un rodillo estiramos una de las bolas o vamos cogiendo porciones, como más nos apetezca. Dejamos un centímetro de grosor aproximadamente.
  5. Cogemos el corta-pastas que vamos a utilizar y vamos cortando piezas poco a poco. Los sobrantes los volvemos a juntar, a estirar y así hasta terminar con toda la masa de las dos bolas. Las piezas las vamos colocando según le damos la  forma sobre papel de horno en las bandejas.
  6. Metemos cada bandeja en el horno a 170º aproximadamente unos quince minutos o hasta que veamos que las galletas van cogiendo un tono dorado. Pasado este tiempo las sacamos (aunque las veamos blandas no nos debemos preocupar , porque al enfriar van endureciendo).  Las dejamos reposar un poco y después podemos esparcir por encima de ellas un poco de azúcar glass.

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