TARTA MERENGADA DE CREMA DE LIMÓN

TARTA MERENGADA DE CREMA DE LIMÓN

 

 

Hace unas semanas, como tantas otras veces vengo haciendo desde hace años, me junte con mi amiga Delfina (ambas nos conocimos estudiando el modulo de pastelería hace ya mas de una década) para saborear la cocina rica y sofisticada (nos encanta llambiar manjares y buenos postres).

Esta vez, en vez de ir de establecimiento, ella y su pareja (los dos son  compañeros de cocina en un restaurante de nuestra localidad) nos prepararon en su casa un menú de escándalo: unos buenos entrantes , un lechazo con patatinas muy tierno y un postre fino y elegante como es la tarta merengada de crema de limón.  Tal fue mi sorpresa y agrado hacia el dulce de sobremesa que decidí versionarlo y subirlo a la red, pues riquísimo sería poco adjetivo para describirlo, me encantó.

Tengo que apuntalar que este es un postre dirigido sobre todo a los amantes de los elementos ácidos, como es en este caso el limón, pero hay que tener cuidado de no pasarnos con el susodicho, ambas cruzamos la linea y es de sabios rectificar, así que para mejorar la receta ajusté la cantidad  necesaria para darle el sabor a limón , pero sin excesos.

Como podréis comprobar, es una tarta ligerita, que vamos a ir creando sobre una base de pasta quebrada dulce, rellenándola de crema de limón y cubriéndola con merengue italiano, montado con un almíbar a punto de bola que le da una textura y sabor inigualable. ¿Estáis preparados? Pues allá vamos…

 

INGREDIENTES

Para la base de pasta quebrada dulce:

  • 200 g de harina de trigo normal.
  • 120 g de mantequilla fría.
  • 1 huevo.
  • 40 ml de nata de cocinar.
  • 50 g de azúcar.
  • Sal.

Para la crema de limón:

  • 6 huevos.
  • Zumo  de 2 o 3 limones.
  • 150 ml de agua.
  • 300 g de azúcar.
  • 60 g de mantequilla.
  • 30 g de maizena.

Para el merengue italiano:

  • 5 claras de huevo.
  • 160 ml de agua.
  • 300 g de azúcar.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Esta tarta es un postre que a priori igual parece un poco complicado de hacer puesto que está compuesta de  tres fases y la tercera, la  del merengue italiano, a simple vista,  puede resultar aparatosa de hacer o un tostón como diría la juventud de hoy en día. Pero nada mas lejos de la realidad, si seguís al pie de la letra las instrucciones os saldrá a la primera, está garantizado. Solo hace falta unos cuantos ingredientes básicos, prestar atención y ponerse manos a la obra.

ELABORACIÓN

Base de pasta quebrada dulce:

  1.  En primer lugar vamos a comenzar haciendo un volcán con la harina sobre la encimera. Añadimos en su interior los huevos y el azúcar  y vamos mezclando con las manos. Una vez que esté medio ligado añadimos el resto de ingredientes y seguimos mezclando bien hasta que nos quede una masa uniforme. Se trata de mezclar, no de amasar. Es importante recalcar que la mantequilla cuanto mas fría este en este paso mucho mejor.
  2. Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la llevamos una media hora a la nevera.
  3. Pasada la media hora enharinamos un poco la mesa y estiramos la masa con un rodillo en forma redonda como si fuese para una pizza. Debemos calcular bien que nos cubra todo el molde con los bordes incluidos hasta arriba (tenemos moldes para estas bases quebradas en cualquiera de nuestros centros comerciales, son los que se utilizan para hacer las quiches). Una vez cubierto el molde pasamos por los bordes el rodillo para quitar los sobrantes y con un tenedor pinchamos toda la masa para que respire dentro del horno y no se infle.
  4. Programamos el horno a 180º y una vez que tome la temperatura introducimos el molde aproximadamente unos 20 minutos o hasta que veamos que está un poco dorada la masa.

Crema de limón:

  1. Mientras la base de pasta quebrada dulce está en el horno podemos ir haciendo el relleno de crema de limón. Para ello introducimos en una cacerola o pota los huevos , el azúcar y la maizena y con la batidora mezclamos bien. Añadimos posteriormente el zumo de limón, el agua y la mantequilla y volvemos a mezclar.
  2. Llevamos la mezcla a ebullición a fuego intermedio sin dejar de remover y una vez que comience a hervir esperamos unos segundos  y vertemos la mezcla sobre la base quebrada (una vez horneada), cubriéndola hasta el borde.
  3. Esperamos a que enfríe un poco y la metemos en la nevera mientras preparamos el merengue italiano.

Merengue italiano:

  1. Cogemos una pota pequeña e introducimos el agua junto con el azúcar. Dejamos que hierva a fuego intermedio hasta obtener un almíbar sin revolverlo. Tenemos que retirarlo del fuego cuando esté a punto de bola. ¿Y cuando es este momento? Si tenemos un termómetro de cocina, estará listo cuando alcance los 120 º y sino hacemos la prueba de la cuchara. Cogemos una gotita de almíbar y la posamos sobre la mesa. Si se cristaliza en forma de bola ya ha alcanzado el punto ideal, sino esperamos un poco más hasta conseguirlo.
  2. Mientras el almíbar se está haciendo, introducimos las claras de huevo en un recipiente bien seco (no puede haber una gota de agua ya que esto evita que se monte y las claras deben de estar a temperatura ambiente). Con la batidora a máxima potencia vamos montando las claras. Para elaborar este almíbar hay que tener persistencia, puesto que hay que insistir con el batido. Montamos sin parar hasta que el almíbar  esté a punto de bola, en ese momento  vamos a ir vertiéndolo sobre las claras montadas sin dejar de batirlas, y de forma muy lenta , dejando caer un hilillo de almíbar poco a poco hasta terminarlo.
  3. Cuando obtengamos una buena textura, es decir cuando le damos vuelta a una cucharada de merengue y este no se cae, vamos a ir introduciéndolo en una manga pastelera con una boquilla gorda y rizada. Sacamos la tarta de la nevera y sobre la crema de limón elaboramos dibujos con el merengue a nuestro gusto. Yo dejo caer unos chorretones y los termino en punta sin aplastarlos. Podemos requemar la parte de arriba del merengue para darle un buen toque. Para ello utilizamos un soplete o bien lo metemos un poco en la parte de arriba del horno con el grill puesto hasta que se dore un poco (no podemos despegar el ojo del horno puesto que a la mínima se puede quemar, se dora en cuestión de dos o tres minutos). Una vez requemado el merengue mantenemos la tarta en nevera hasta la hora de servirla.

 

PARA LA THERMOMIX

En este tipos de tartas , la thermomix una vez más, se agradece a raudales, puesto que nos acorta los tiempos de elaboración y nos evita el estar pendientes en todo momento de los fogones. Para hacer el merengue es todo una maravilla, puesto hay que insistir con el batido, y programando el tiempo nos podemos despreocupar , porque va a montar a la perfección. No me canso de decir, que a día de hoy ni móviles, ni tablets, ni videoconsolas etc. Para mí mi mayor diversión es este invento culinario. Merece la pena el desembolso.

ELABORACIÓN

Para la base de pasta quebrada dulce:

  1. Introducimos dentro de la thermomix todos los ingredientes y programamos 17 segundos a velocidad 4. Procuraremos que la mantequilla esté fría de nevera. Sacamos la masa de la thermo y la juntamos haciendo una bola sobre la mesa. La envolvemos en papel film y la llevamos media hora a la nevera.
  2. Pasada esta media hora sacamos la masa y la estiramos sobre la mesa enharinada con un rodillo en forma redonda como si fuera para una pizza. Procuraremos calcular bien para que  cubra todo el molde  hasta el borde. (Podemos utilizar moldes para quiches con base desmoldable que los suele haber en cualquier centro comercial).
  3. Cubrimos el molde con la masa, pasamos el rodillo por los bordes para eliminar los sobrantes y pinchamos toda la superficie y laterales con un tenedor para que respire dentro del horno y no se infle.  Horneamos a 180º durante 20 minutos o hasta que la veamos un poco dorada.

Para la crema de limón:

  1. Una vez que tenemos la base quebrada lista procedemos a hacer el relleno de limón. Introducimos todos los ingredientes dentro de la thermo y programamos 6 minutos a 90º en velocidad 4.
  2. Volcamos la crema sobre la base de pasta quebrada hasta cubrirla toda y llegar a los bordes. Dejamos que enfrié un poco y la introducimos en la nevera hasta que cuaje (con media hora es suficiente). Después procedemos a hacer el merengue italiano.

Para el merengue italiano:

  1. Colocamos la mariposa en la thermo e introducimos las claras de huevo. Programamos 18 minutos a velocidad 3,5. Las claras deben de estar a temperatura ambiente y la thermo muy seca, sin una gota de agua.
  2. En una pota pequeña, a fuego intermedio, hacemos un almíbar con el agua y el azúcar sin removerlo. Lo vamos a utilizar a punto de bola. Para saber cual es el momento exacto de retirarlo podemos usar un termómetro de cocina y cuando llegue a los 120º estará listo, o bien podemos utilizar el truco de la cuchara. Cogemos una gotita de almíbar con una cucharilla y la volcamos sobre la encimera. Si cristaliza y se hace una bola esta en el punto adecuado, sino esperamos un poco mas.
  3. Cuando tengamos listo el almíbar abrimos el bocal de la thermo (que aún debe de seguir montando las claras) y vamos añadiéndolo en forma de hilo suave  muy poco a poco hasta terminarlo. En el momento que esté bien montado y el merengue no se menee al coger una cucharada ya podemos utilizarlo.
  4. Introducimos el merengue en una manga pastelera con una boquilla gorda y rizada. Vamos haciendo el dibujo que mas nos guste sobre la crema de limón. En mi caso  hago pequeños rimeros  y los dejo en punta sin aplastarlos. Para darle el toque final podemos requemarlo un poco por encima. Para ello o bien utilizamos un soplete o introducimos la tarta en el horno lo más arriba posible y con el grill puesto apenas unos dos o tres minutos. Hay que vigilar bien porque en cuestión de segundos puede quemarse. Cuando dore un poquito la retiramos y la introducimos en la nevera hasta la hora de servir.

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MERMELADA DE KIWI Y MANZANA

MERMELADA DE KIWI Y MANZANA

 

Uno de los desayunos más típicos aquí en España suele estar compuesto por  un café con leche, un zumito de naranja y unas tostadas de pan normal o de molde, donde solemos untar mantequilla o queso (en mi caso soy adicta al Philadelphia) y un poco de mermelada. A muchos de vosotros ¿os suena verdad? ¡Que rico está! Siempre es una buena manera de comenzar la jornada diaria con las pilas cargadas de energía.

Como habréis observado, la entrada de hoy va dirigida en su totalidad a uno de estos componentes de nuestra ingesta mañanera, la mermelada. ¿Y que es la mermelada exactamente?  Pues bien, podríamos definirla como una conserva de fruta cocida en azúcar. ¿Y es complicado hacerla de forma casera? Os contesto que para nada, teniendo en consideración algunos aspectos básicos podréis ver que no tiene ciencia ninguna elaborarla, solo necesitamos la fruta que mas nos guste, azúcar y un chorrito de zumo de limón.

¿Qué criterios debemos de tener en cuenta para obtener una buena mermelada? Los siguientes:

  • La fruta debe de estar  en su estado óptimo, ni virgen, ni muy madura, un termino medio, y por supuesto, siempre en buen estado.
  • Hay muchos tipos de fruta, y uno de los componentes de la misma que nos ayuda a obtener la textura de la mermelada es la PECTINA, una fibra natural que al reaccionar con el azúcar y con un ácido, le dan esa consistencia gelatinosa. Hay frutas que tienen mucha pectina y otras que tienen poca (por ejemplo el albaricoque, la fresa y los melocotones),por lo tanto para hacer mermelada de estas últimas conviene añadir un poco de pectina externa.
  • La cantidad de azúcar es muy importante, ya que si añadimos poca la mermelada  nos podría quedar muy liquida y con mal aspecto. Podemos reducirlo algo como yo he hecho para que no quede tan dulzona pero aún así no demasiado.
  • Es conveniente utilizar un elemento ácido como es el limón, ya que nos ayuda a conservarla y darle la textura adecuada.
  • Podría señalar que la cocción manual también es muy importante. Debemos de encontrar el punto adecuado para pararla. Si disponemos de un termómetro de cocina ese punto se hallará en el momento en que durante el proceso nos marque 100º. Otra forma es coger una pizca de la mermelada y darle la vuelta a la cucharilla. Si gotea de forma liquida aun le queda tiempo de cocción. A ojo le iremos cogiendo el truco.
  • Recomiendo esterilizar siempre los envases donde vamos a introducirla para su mejor conservación. Una mermelada bien hecha nos puede durar meses, prácticamente un año.

Después de tener en cuenta estos consejillos vamos ahora con la práctica. En este caso he elaborado una mermelada de dos frutas mezcladas, el kiwi y la manzana. Resulta muy sabrosa y ligera, toda una tentación para nuestros desayunos o meriendas.

 

INGREDIENTES

  • 520 g de kiwi.
  • 350 g de manzana.
  • 450 g de azúcar (moreno o normal).
  • 1 cda de zumo de limón.

 

DE FORMA TRADICIONAL

La mermelada es muy sencilla de elaborar, lo único que necesitamos es un cazo y estar muy atentos para que no se nos pegue el azúcar en la cocción que suele ser un error muy habitual. Si tenemos fruta de temporada, que a veces nos suelen regalar familiares o conocidos en cantidades, es una forma de aprovecharla y darle salida antes de que se nos estropee.

ELABORACIÓN

  1. Lo primero de todo que vamos a hacer es pelar toda la fruta, tanto las manzanas como los kiwis, sacarle las pepitas y trocearla en pequeño. La cantidad que he marcado arriba es la que debemos obtener una vez reducida.
  2. Cogemos un cazo e introducimos dentro toda la fruta junto con el azúcar y el zumo de limón. Dejamos que macere un par de horas.
  3. Una vez macerado, vamos a darle un golpe de batidora para reducir toda la mezcla. Llevamos el cazo a fuego intermedio, y vamos revolviendo de tanto en tanto para evitar que se nos pegue el azúcar durante la cocción. Nos puede llevar aproximadamente una media hora, pero podemos encontrar el punto de cocción óptimo sumergiendo un termómetro de cocina, cuando éste nos marque 100º o bien cogiendo una cantidad de mermelada ínfima con una cucharilla y dándole la vuelta. Si vemos que gotea le falta cocción, sino a ojo lo iremos comprobando.
  4. Ahora que ya está lista la mermelada podemos proceder a envasarla. Si vemos que está poco reducida podemos darle otro golpe de batidora, eso va al gusto de cada uno. Antes de envasar recomiendo esterilizar los botes y una vez que los hemos rellenado cocerlos al baño maría cubiertos de agua durante unos quince minutos mínimo para hacer el vacío.

 

CON THERMOMIX

A la hora de hacer la mermelada con la thermomix tenemos una gran ventaja, que no tenemos que estar pendientes de revolver para que se nos pegue el azúcar. Introducimos los ingredientes y nos despreocupamos. Podemos utilizar cualquier tipo de fruta, yo en este caso opté por kiwis y manzanas porque tenemos cantidades que nos han regalado de temporada y así les damos provecho antes de que se estropeen. Si ya tenemos esterilizados los envases vamos a proceder con su obtención.

ELABORACIÓN

  1. Pelamos toda la fruta, los kiwis y las manzanas, les quitamos las pepitas y la troceamos entera. La cantidad de la receta que he marcado arriba corresponde una vez que tenemos reducida la fruta. Vamos introduciéndola en la thermomix y cuando obtengamos esa cantidad añadimos el azúcar y el zumo de limón y trituramos unos 15 segundos a velocidad 4.
  2. Colocamos el cestillo en el lugar del cubilete para que la mezcla evapore mejor y programamos posteriormente unos 50 minutos a 100º en velocidad 3. Una vez transcurrido el tiempo observamos como está la textura, cogemos una cucharada y la ponemos sobre la encimera. Enfría enseguida y es en ese momento donde veremos su consistencia final, si deseamos que esté más espesa ponemos unos minutos más  la thermo  y si no nos gustan los grumos le damos unos golpes de turbo para triturarla.
  3. Ahora que tenemos la mermelada lista podemos envasarla. Debemos esterilizar los envases de antemano siempre y una vez rellenos y bien cerrados cocerlos unos quince minutos mínimo cubiertos de agua al baño maría para hacer el vacío. De esta forma tan sencilla obtenemos una buena mermelada casera.

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ROSCÓN DE REYES

ROSCÓN DE REYES 

 

Relleno de crema pastelera, con fruta confitada y azúcar escarchado.

 

Decoración de chocolate.

Decoración de chocolate.

 

Más opciones de decoración.

 

Sin relleno

 

El roscón de reyes, como todos sabéis, es un dulce muy típico de la navidad que se sirve el  6 de enero, tanto en el desayuno como en la merienda para festejar el día de los reyes magos (Melchor, Gaspar y Baltasar), que tras el nacimiento de Jesús de Nazaret vinieron desde oriente para entregarle oro, incienso y mirra como obsequios de gran riqueza simbólica.

Este roscón tan apreciado, está constituido de una masa dulce redonda en forma de donut grande, adornada con azúcar escarchado y fruta confitada principalmente, aunque hoy en día podemos encontrar decoración de chocolate muy variopinta.  Puede ir relleno o no, si es así, se suele utilizar para ello  una crema pastelera, trufa, nata montada  o alguna variante mas.

Cabe destacar que  uno de los ingredientes que lo diferencian de otras masas es el agua de azahar , que se obtiene a través de la destilación de los pétalos de la flor de azahar de naranjo amargo aportándole un sabor muy característico. Otro de los aspectos a señalar en este dulce es la tradición de añadir en su interior varias figuritas como obsequio y una haba seca (se dice que el que la encuentre debe pagar ese roscón o el del año siguiente).  Hoy en día podemos ver regalos en miniatura de toda índole e incluso hay quien añade algo de dinero camuflado para darle un toque innovador y diferente (de ello se hacen eco grandes pastelerías entregando una cantidad considerable en un único roscón de todos los que disponen a la venta). Una buena técnica de marketing en mi opinión.

Lo que si está claro, es que es uno de los dulces más representativos de estas fechas que no falta en las mayoría de los hogares el día de reyes.  Por ello, hoy os traigo una versión del roscón para que todos podáis hacerlo en vuestras casas de forma muy sencilla y natural. Siempre que respetéis unos buenos tiempos de levado, vais a obtener esta delicia de reyes para sorprender a toda la familia. Y lo mejor de todo, es que al día siguiente se sigue manteniendo muy tierno y esponjoso. ¿Os apetece hacer la prueba?

 

INGREDIENTES

Para la masa madre

  • 40 ml de leche entera.
  • 5 g de levadura fresca.
  • 70 g de harina de fuerza.

Para la masa normal

  • 40 ml de leche entera.
  • 50 g de mantequilla.
  • 15 g de levadura fresca.
  • 400 g de harina de fuerza.
  • 2 huevos.
  • 90 g de azúcar glasé.
  • 40 g de miel.
  • Ralladura de limón.
  • Ralladura de naranja.
  • 30 ml de agua de azahar.
  • 1 pizca de sal.

Para la crema pastelera

  • 3 huevos.
  • 60 g de maizena.
  • 180 g de azúcar.
  • 750 ml de leche entera.
  • Piel de un limón.
  • Canela en rama.

Para el almíbar

  • 100 ml de agua.
  • 100 g de azúcar.

Ornamentación

  • Huevo para pintar.
  • Fruta escarchada.
  • Azúcar humedecido.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de reyes de un tamaño bien proporcionado para 8 comensales. Os aconsejo que el día antes de hornear  dejéis hecha la crema pastelera, el almíbar y el roscón ya con su forma dada  para que leve durante toda la noche. Es muy importante respetar los tiempos de reposo para que aumente su tamaño.

 

ELABORACIÓN

Crema pastelera

  1. Lo primero de todo que vamos a hacer es la crema pastelera, ya que esta debe permanecer en la nevera unas horas antes de ser utilizada. Para ello cogemos una cazuela e introducimos en ella la leche junto con  la piel de un limón y  una rama de canela. Lo llevamos a ebullición a fuego intermedio.
  2. Mientras va calentando, en un bol a parte, batimos el azúcar, los huevos y la maizena.
  3. Una vez que la leche rompe a hervir retiramos la piel del limón y la rama de canela y añadimos dentro la mezcla del bol.  Removemos constantemente hasta que de nuevo hierva  y veamos que va adquiriendo textura cremosa.
  4. Volcamos la mezcla en un recipiente  y tapamos a ras con papel film. Cuando enfríe un poco la llevamos a la nevera unas horas para que vaya espesando.

Almíbar.

  1. Ahora vamos a elaborar el almíbar para calar el roscón una vez horneado, lo haremos en este instante porque también se debe utilizar en frío. Cogemos un cazo e introducimos dentro el agua y  el azúcar. Lo llevamos a ebullición y una vez que rompa a hervir lo retiramos del fuego. Cuando enfríe un poco lo guardamos en el frigorífico.

Masa madre.

  1. Tenemos ya elaborada la crema pastelera y el almíbar. Es en este momento cuando comenzamos a hacer la masa. Primero elaboraremos la masa madre, y una vez que la tengamos , con ella formaremos la masa final. Obtener la masa madre es muy sencillo. Templamos la leche en un bol y disolvemos posteriormente la levadura fresca dentro. Añadimos la harina y amasamos con las manos  un poco. Hacemos una bola pequeña con la masa y la introducimos en un reciente con agua templada unos diez minutos. Veremos que pasado este tiempo la masa madre está flotando en el agua, entonces ya podemos pasar a realizar la masa final. 

Masa final del roscón.

  1. Ya hemos elaborado la masa madre, ahora vamos a utilizarla para crear la masa del roscón. Calentamos la leche junto con la mantequilla hasta templarla y disolvemos dentro la levadura. Hacemos un volcán con la harina y agregamos en su interior la mezcla anterior, la masa madre y el resto de ingredientes de la masa final. Mezclamos todo poco a poco a mano hasta formar una bola con la masa. La masa aparentemente esta algo pegajosa, debemos evitar el exceso de harina extra en lo posible. Una vez que tenemos la bola formada la vamos a dejar reposar dos o tres horas tapada con un paño en la zona más cálida de la casa.
  2. Cuando la masa haya reposado el tiempo suficiente vamos a volver a mezclarla  un poco con las manos  para sacarle los gases. Después la boleamos bien como una pelota. Con un dedo hacemos un agujero en el centro y le vamos dando forma de donut grande poco a poco de manera manual. Debemos de hacerlo amplio, teniendo en cuenta que en el tiempo de reposo al que le vamos a someter de nuevo tiene que doblar su volumen y en el horno posteriormente crecerá más. Cuanto mas amplio mejor mantendremos el agujero del medio abierto en el horno. Colocamos el roscón en la bandeja sobre papel sulfurizado y lo dejamos reposar varias horas dentro del horno apagado. Yo recomiendo que se quede toda la noche levando para hornearlo al día siguiente por la mañana (preferiblemente el día de su consumo).

Montaje.

  1. Transcurridas varias horas veremos que la masa del roscón ha aumentado su tamaño. Por lo tanto, vamos a comenzar a pintarlo de huevo con una brocha y colocar la decoración escogida. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  2. Una vez que el roscón está horneado lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  3. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Después de todo este proceso de elaboración ya tenemos listo nuestro roscón de reyes para su consumo. Si  queremos añadir  alguna sorpresita por dentro yo aprovecho para camuflarla dentro de la crema pastelera en el momento de extenderla.

 

CON THERMOMIX

A la hora de elaborar el roscón de reyes si tenemos la thermomix podemos agilizar los tiempos de proceso para obtener tanto la crema pastelera, como el almíbar y la masa. Recomiendo crear estos tres elementos el día antes de su consumo para poder dejar que repose la masa  toda la noche y proceder al horneado y al montaje al día siguiente por la mañana. Así nos aseguraremos que el esponjado sea suficiente. Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de 8 raciones de tamaño considerable.

 

ELABORACIÓN

 

Crema pastelera.

Vuelvo a recalcar que es conveniente hacerla con tiempo ya que debe utilizarse cuando se encuentre fría y espesa.

  1. Introducimos en la cubeta la leche, la corteza de limón y el palito de canela. Programamos 7 minutos a 90º en velocidad 1. Una vez listo retiramos la corteza y la canela. Si se nos ha quedado algún trozo de la rama de canela podemos colar la leche para que quede totalmente limpia. 
  2. Añadimos los huevos, el azúcar y la maizena. Mezclamos unos segundos a velocidad 4  y programamos 11 minutos a 90º en velocidad 3 con la mariposa.
  3. Vertemos la crema en un bol de cristal y tapamos con film a ras. Dejamos enfriar hasta el día siguiente o unas horas antes de ser utilizada.

Almíbar.

Recomiendo al igual que la crema hacerlo con tiempo para utilizarlo una vez que esté frio.

  1. Introducimos en la thermo el agua y el azúcar. Programamos 10 minutos a 100º en velocidad 1.
  2. Una vez que enfríe lo reservamos en la nevera.

Masa madre.

Debemos elaborar la masa madre y la masa final con tiempo suficiente para que leve durante varias horas. Por ello recomiendo dejar el roscón toda una noche reposando una vez que tiene su forma dada.

  1. Introducimos en la thermo la leche un minuto y medio a 50º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 4 segundos en velocidad 1.
  3. Añadimos la harina  y programamos 45 segundos en modo espiga. Cogemos la masa y con las manos le damos forma redonda. Introducimos la bola en un bol con agua templada unos diez minutos. Pasado este tiempo veremos que la masa madre está flotando en el agua.

Masa final del roscón.

  1. Introducimos en la thermo la leche, la mantequilla y la miel 2 minutos a 37º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 5 segundos en velocidad 4.
  3. Añadimos la harina, el azúcar, los huevos, las ralladuras de limón y naranja, el agua de azahar , la sal y la masa madre escurrida y programamos 6 minutos en velocidad espiga.
  4. Dejamos reposar la masa dentro del vaso cerrado un par de horas.
  5. Una vez reposada la sacamos a la mesa y la trabajamos con las manos. Le sacamos los gases, la amasamos y hacemos una  bola con ella. Con un dedo hacemos un agujero en el interior y vamos dándole forma de donut grande. Haremos el agujero amplio, dado que hay que tener en cuenta que dobla su volumen durante el segundo levado y vuelve a aumentar en el horneado. Colocamos el roscón con su forma ya definida sobre papel sulfurizado en la bandeja y lo dejamos reposar dentro del horno apagado unas horas o si es posible una noche entera.

Montaje. Una vez que tenemos la crema pastelera y el almíbar fríos y la masa del roscón ha estado levando durante horas podemos proceder a montar el roscón relleno.

  1. Con una brocha pintamos de huevo todo el roscón por la parte superior y vamos distribuyendo la decoración que hemos escogido. 
  2. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  3. Cuando el roscón esté horneado  lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  4. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Si le vamos a agregar alguna sorpresita y la haba yo suelo camuflarlas entre la crema pastelera cuando la extiendo. Así de fácil obtenemos nuestro propio roscón de reyes.

 

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DULCE DE MANZANA

DULCE DE MANZANA

 

 

Ahora que estamos inmersos en pleno otoño y dado que es época de manzanas he creído oportuno dedicar un articulo a esta gran fruta. Muchas personas disponen de manzanos propios que a estas alturas estarán bien cargados, muchas otras estarán  inmersas en la recolecta para su puesta en venta, y otras tantas reciben de vez en cuando una bolsada de ellas de algún familiar, vecino, amigo etc. Vengan por donde vengan las manzanas, es hora de ir dándoles uso. 

En Asturias tenemos grandes manzanares, con muchas variedades diferentes, Blanquina, Carrió, Clará, Reinetta,,, muchas de estas manzanas van dirigidas a la obtención de sidra (elaboradas con el jugo fermentado). Si venís por Asturias no podéis marchar sin probar unos culines. El resto, a parte del consumo propio, van destinadas para su venta directa en los negocios. 

Por suerte, durante estas fechas tengo la posibilidad de recoger gran cantidad de esta fruta para consumo propio, puesto que mi familia materna dispone de un gran terreno lleno de manzanos. Todos los años durante este mes suelo emplear gran parte de las manzanas que recogemos para hacer dulce. Reparto unas raciones para la familia y el resto lo congelo para tener a mano durante todo el año hasta la siguiente recolecta.  También aprovecho las manzanas para elaborar mermelada, rellenos de empanada, las utilizo como ingrediente para cubrir alguna tarta y sobre todo, me encanta hacer batidos de fruta triturados (en los que no puede faltar la manzana).  Como veis, se les puede dar mucho uso, y lo mejor de todo es que nos aporta grandes beneficios para la salud.

La manzana nos sirve como antiinflamatorio para el aparato digestivo, es diurética, depurativa, anticatarral, nos ayuda a prevenir el colesterol, la diabetes, el cáncer y muchos otros aspectos más. Si con toda esta retahíla no os he convencido para que mantengáis esta fruta en vuestra dieta diaria es que no hace falta porque lo sabéis y disfrutáis de ella en la medida de lo posible. Así que no me voy a enredar mas y os dejo con la receta de hoy. 

 

INGREDIENTES

  • 1,2 kg de manzanas.
  • 800 g de azúcar.
  • 1 limón.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Para hacer el dulce de manzana de forma tradicional vamos a utilizar una pota. Hemos de tener en cuenta que los tiempos de cocción siempre pueden variar en función del tipo de manzana utilizada, de su nivel de madurez y de las cantidades que utilicemos. Por ello tendremos que tantear hasta encontrar el punto óptimo. Las cantidades arriba indicadas dan lugar a una pieza del tamaño que muestro que es bastante generosa. Si variamos la cantidad de manzana debemos variar el azúcar en proporción.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar vamos a lavar bien las manzanas por fuera , descorazonándolas y troceándolas en pedazos, desechando todo  lo que no valga. Las dejaremos con la piel ya que ésta nos ayuda a obtener una estructura más compacta. Introducimos todos los trozos en una pota hasta obtener la cantidad arriba indicada.
  2. Exprimimos el limón y añadimos el zumo a la pota junto con el azúcar. El limón nos ayuda con sus propiedades como conservante. Podemos añadirle un poco de agua , aunque esto es opcional, para evitar que el azúcar se nos convierta en caramelo. Lo llevamos todo a ebullición a fuego intermedio una media hora o hasta que el azúcar se haya disuelto bien y la manzana este blanda.
  3. Pasamos la mezcla por la trituradora hasta que quede un puré fino y lo vertemos de nuevo en la pota. Lo llevamos a ebullición otra vez  al menos una hora , a partir de ahí tendremos que ir comprobando en que punto  se encuentra el dulce hasta encontrar el más óptimo . Sabremos que está listo si cogemos una cucharadita, la ponemos sobre un plato y vemos que solidifica en unos segundos. Sino es así lo mantendremos cociendo un poco más hasta que nos de resultado la prueba.
  4. Una vez listo lo vertemos sobre un recipiente, un tupper-ware o varios, según el tamaño deseado. Si hacemos cantidades grandes  lo podemos conservar en nevera o incluso congelarlo para ir sacando a lo largo de el año entero.

 

CON THERMOMIX

Con la  thermomix el proceso para obtener el dulce no puede ser más sencillo, puesto que no tenemos que estar pendientes de la cocción, con el tiempo necesario sale bien cuajado. Las cantidades arriba indicadas las he ajustado para aprovechar al máximo el espacio del vaso.

 

ELABORACIÓN 

  1. En primer lugar vamos a lavar a bien las manzanas por fuera puesto que las vamos a utilizar con piel, ya que ésta  nos facilita la tarea de cuajar el dulce. Las descorazonamos y las troceamos en trocitos desechando los restos que no sirvan. Vamos introduciendo los trozos en la thermo con la pesa puesta hasta obtener la cantidad indicada. Si se llena la thermo y todavía no hemos conseguido la cantidad trituramos unos segundos la manzana para hacer más espacio hasta completar el kilo doscientos.
  2. Trituramos 15 segundos a velocidad 4. Añadimos el azúcar y el limón (pelado y sin pepitas). El limón nos sirve como conservante para mantener el dulce durante mucho tiempo. Indicamos en la maquina 25 segundos a velocidad 8 hasta  obtener una especie de puré o papilla.
  3. Programamos  la thermo una hora a 100º en velocidad 3. Cuando el tiempo haya finalizado le damos unos golpes de turbo para reducir el dulce y vertemos el contenido en el molde o los moldes que hayamos escogido. Las cantidades que he indicado dan lugar a una pieza bastante prominente como se puede apreciar en la foto. Podemos conservar el dulce en nevera, dura bastante, e incluso si queremos hacer cantidades para un año entero tenemos la opción de congelarlo e ir sacando las piezas cuando nos apetezca.

 

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PROFITEROLES

PROFITEROLES

 

 

¿A quien no le gusta pegarse un buen atracón de profiteroles, ya sean rellenos de nata montada o de crema pastelera con un buen colacao o cafetín? ¿A ninguno verdad? ¡Si!  a mi también se me hace la boca agua…

Los profiteroles o Petisús , como toda la vida los he conocido en las pastelerías, son unas bolas de pasta choux rellenas de una materia u otra según la región donde se elaboren y bañadas en un rico chocolate. Este tipo de pasta, de origen francés, se diferencia de otras por ser muy ligera y por su consumo en frío. Es mítico encontrar los petisús en forma alargada también, pero a mi particularmente me llaman más la atención en redondo, de un tamaño ideal para llevárnoslos a la boca y saborearlos poco a poco.

La receta de esta pasta choux la tengo desde hace ya varios años. Me la pasaron unos amigos, Vero y Javi, tremendos reposteros y cocinillas. Cada vez que hacemos una quedada nos ponemos bien las botas con nuestras elaboraciones caseras. Los últimos curasanes que hicieron estaban de órdago, ya me están dando ganas de pegarles un telefonazo de nuevo,  siempre nos sorprenden con una receta diferente, menuda adicción…

Los profiteroles son un poco laboriosos, sobre todo si los hacemos de forma tradicional, requiere su tiempo y su técnica pero luego el resultado es espectacular. Si sois aventureros, os apetece enredar un poco con la manga pastelera y el horno nos ponemos a ello…

 

INGREDIENTES

Aproximadamente 50 unidades

Para la pasta choux:

  • 500 ml de agua.
  • 150 g de mantequilla.
  • 250 g de harina mitad floja mitad de fuerza.
  • 9 huevos.
  • 1 cdta de sal.

Para la crema pastelera:

  • 1,5 l de leche.
  • 6 huevos.
  • 120 g de maizena.
  • 330 g de azúcar.
  • Canela en rama (en polvo para la thermomix).
  • Corteza de limón.

Para la cobertura:

  • 375 g de chocolate tipo Nestle.
  • 125 ml de agua.
  • 125 g de mantequilla.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades que aporto en esta receta dan para numerosas piezas de profiteroles. Si tomamos de referencia el tamaño bocadito salen unas 50 aproximadamente. Yo personalmente las hice un poco más grandes porque me gustan mas y obtuve unas 30 piezas. Siempre debéis de hacer una regla de tres con las cantidades en función de los profis que queráis obtener.

ELABORACIÓN

Crema pastelera:

La crema pastelera tenemos que utilizarla bien fría por lo cual recomiendo elaborarla el día anterior a la composición.

  1. Cogemos una cazuela, introducimos la leche , una rama de canela y la corteza de un limón. Llevamos a ebullición.
  2. Mientras se va calentando, en un bol a parte  batimos los huevos con el azúcar. Después añadimos la maizena y seguimos batiendo hasta que no veamos ningún grumo.
  3. En el momento en que la leche rompa a hervir sacamos la corteza de limón y la rama de canela , y a fuego lento introducimos la mezcla del punto dos y vamos revolviendo con varilla continuamente hasta que vaya espesando y adquiera una textura cremosa. En ese momento pasamos la crema a un bol de cristal. La refrigeramos en nevera más tarde cubierta con film transparente a ras para que no entre el aire.

Pasta choux:

  1. Cogemos un cazo amplio, introducimos en él la mantequilla, la sal y el agua y lo llevamos todo a ebullición.
  2. Una vez que hierva, añadimos fuera del fuego la harina (utilizamos la mitad de harina floja y la otra mitad de fuerza) y removemos fuertemente con una cuchara de madera. Si vemos que queda un poco grumoso seguimos removiendo un poco a fuego lento hasta que se termine de mezclar.
  3. Vamos a notar que la masa que tenemos en el cazo está bastante dura, lo cual es normal, no os asustéis. Ahora prestad atención, este paso es importante , vamos a añadir uno a uno los huevos removiendo constantemente con la cuchara de madera  fuera del fuego de manera que no añadimos otro huevo hasta que el anterior se haya absorbido bien. Poco a poco la masa se irá ablandando. Removemos bien hasta que obtenemos una textura tal, que cogiendo una cucharada de la masa y dandole la vuelta esta caiga lentamente sobre el cazo. Ahi sabremos que está lista.
  4. Cogemos una manga pastelera con boquilla rizada de tamaño pequeño, la rellenamos y reservamos.

Montaje:

  1. Una vez que tenemos la pasta choux en la manga preparada vamos a darle forma. Sobre una bandeja de horno con papel vegetal vamos a ir posando la boquilla y dejando caer masa. Debemos tener en cuenta que el tamaño se duplicará en el horno, así que calcularemos a ojo la cantidad y dispondremos las piezas separadas unas de otras. Si al levantar la boquilla nos quedan picas hacia arriba mojamos el dedo en agua y las hundimos.
  2. Horneamos durante unos 20 minutos a 220º si son piezas pequeñas tipo bocaditos, en mi caso como las hice un poco más grandes programé unos 30 minutos.  Una vez listas las sacamos y dejamos enfriar un poco.
  3. Cogemos la crema pastelera y la revolvemos un poco para ablandarla. Rellenamos una manga con boquilla pequeña con ella. Pieza a pieza, hacemos un agujero con un cuchillo en un lateral e introducimos la boquilla de la manga por el y las rellenamos todas.

Cobertura:

Una vez que tenemos rellenos los profiteroles vamos a darles un baño de chocolate.

  1. En un cazo rallamos o trituramos el chocolate con leche y añadimos el agua. Removemos constantemente a fuego lento hasta que quede bien disuelto.
  2. Añadimos la mantequilla y seguimos removiendo  hasta que la mezcla este homogénea.
  3. Dejamos enfriar un poco la cobertura. Colocamos los profiteroles sobre una rejilla y con una cuchara vamos dándoles un baño con el chocolate. Si nos cae chocolate por la rejilla siempre podremos aprovecharlo si colocamos una bandeja debajo. Debemos utilizarlo en el momento que mas nos favorezca el grosor. Si lo vemos muy liquido lo dejamos enfriar otro poco.

Como habéis visto esta recetilla da un poco de trabajo, pero os puedo asegurar que el sabor es inigualable. Si queréis sorprender en una merienda organizaros un día antes y montar unos ricos profiteroles, os aseguro que sorprenderéis.

 

CON THERMOMIX

Como he indicado arriba del todo las cantidades especificadas dan para unas 50 piezas en plan bocaditos o unas 30 un poco más grandes como las que muestro en la foto. Siempre que modifiquemos las cantidades en la thermomix para obtener mas o menos profiteroles cambiaremos también los tiempos en proporción.

ELABORACIÓN

Crema pastelera:

La crema que vamos a utilizar para rellenar los profiteroles la tenemos que emplear bien fría, por ello debemos procurar hacerla el día anterior a su montaje.

  1. Introducimos en la cubeta la leche, la corteza de limón y el palito de canela. Programamos 15 minutos a 90º en velocidad 1. Una vez listo retiramos la corteza y la canela.
  2. Añadimos los huevos, el azúcar y la maizena. Mezclamos unos segundos a velocidad 4  y programamos 12 minutos a 90º en velocidad 3 con la mariposa.
  3. Vertemos la crema en un bol de cristal y tapamos con film a ras. Dejamos enfriar hasta el día siguiente.

Pasta choux:

  1. Introducimos en la thermo el agua, la sal y la mantequilla. Programamos 10 minutos a 90º en velocidad 2.
  2. Añadimos la harina de golpe, mitad floja, mitad de fuerza. Mezclamos 30 segundos a velocidad 4.
  3. Dejamos reposar la mezcla 10 minutos sin el cubilete.
  4. Ponemos la thermo en velocidad 4 sin temperatura ni tiempo. Añadimos por el bocal poco a poco todos los huevos de uno en uno y muy despacio.
  5. Una vez lista la masa la volcamos sobre una manga pastelera con boquilla rizada.

Montaje:

  1. Una vez que tenemos la pasta choux en la manga preparada vamos a darle forma. Sobre una bandeja de horno con papel vegetal vamos a ir posando la boquilla y dejando caer masa. Debemos tener en cuenta que el tamaño se duplicará en el horno, así que calcularemos a ojo la cantidad y dispondremos las piezas separadas unas de otras. Si al levantar la boquilla nos quedan picas hacia arriba mojamos el dedo en agua y las hundimos.
  2. Horneamos durante unos 20 minutos a 220º si son piezas pequeñas tipo bocaditos, en mi caso como las hice un poco más grandes programé unos 30 minutos.  Una vez listas las sacamos y dejamos enfriar un poco.
  3. Cogemos la crema pastelera y la revolvemos un poco para ablandarla. Rellenamos una manga con boquilla pequeña con ella. Pieza a pieza, hacemos un agujero con un cuchillo en un lateral e introducimos la boquilla de la manga por el y las rellenamos todas.

Cobertura:

  1. Ahora que tenemos los profiteroles rellenos vamos a bañarlos en chocolate. Introducimos el chocolate en la thermomix  y le damos unos golpes de turbo hasta reducirlo bien.
  2. Bajamos con la lengua el chocolate de los laterales hacia las cuchillas y añadimos el agua. Programamos 12 minutos a 37º en velocidad 2.
  3. Agregamos la mantequilla y programamos otros 12 minutos a 37º en velocidad 2.
  4. Esperamos que enfríe un poco la cobertura y cuando adquiera el grosor que mas nos guste bañamos todas las piezas con una cuchara por encima. Si lo hacemos con una rejilla y una bandeja debajo podremos aprovechar todo lo que vaya cayendo  hacia abajo de nuevo.

 

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BOMBAS DE CREMA

BOMBAS DE CREMA O BOLAS DE FRAILE

 

 

En ocasiones vemos la foto de algún alimento o postre y se nos queda grabado en la retina. Nos quedamos con ese «¡uaauuuu! ¡que pintaza! Más vale comprarlo que hacerlo, porque seguro que es complicado´´. Efectivamente hay postres que requieren un trayecto un poco laborioso , y sin embargo otros son muy sencillos de hacer aunque de mano nos parezcan muy complicados. Esta receta pertenece a esta segunda opción. Puede parecer difícil de hacer, sobre todo para aquellos que no suelan elaborar a menudo, pero una vez que nos ponemos manos a la obra se hace en un periquete y de forma muy sencilla.

Las bombas de crema, tal como las conocemos aquí, son originarias de Alemania, y se les denomina según la región por diferentes nombres, berlinesas, bolas de fraile, berlines, bombas,,, Consisten en una masa de brioche frita en aceite o grasa y rellena de crema. ¿Que diferencia una masa normal de bollería de una masa de brioche? Pues que las masas normales se elaboran con harina floja (tienen menos proteína de gluten) y las de brioche se hacen con harina de fuerza (tienen mayor porcentaje de gluten). La harina de fuerza se suele usar cuando en la masa se utiliza mayor porcentaje de azúcar ,grasas , etc.

Estas bolas de fraile las elaboré un fin de semana para acompañar el cafetín de la tarde y gustaron mucho. Entraban solas en el paladar, tal cual como si fuesen pipas,,, la verdad que son un poco viciosas. A continuación os pongo la receta de la forma tradicional y posteriormente adaptada a la thermomix. Espero que os guste.

 

INGREDIENTES

Elaborar esta receta en pan comido, por un lado obtendremos la crema pastelera y por otro la masa de bollería. Una vez frita la masa, la partimos a la mitad, rellenamos con la crema y tenemos nuestras bombas preparadas.

Para la crema pastelera:

  • 1 l de leche.
  • 80 g de maizena.
  • 4 huevos.
  • 250 g de azúcar.
  • Canela en rama.
  • Corteza de limón.

Para la masa:

  • 250 ml de leche.
  • 25 g de levadura fresca.
  • 80 g de azúcar.
  • 75 g de mantequilla.
  • 2 huevos.
  • 2 cdtas de vainilla liquida.
  • 620 g de harina de fuerza.
  • Una pizca de sal.
  • Ralladura de limón.

 

DE FORMA TRADICIONAL

 

ELABORACIÓN

Crema pastelera:

La crema pastelera recomiendo hacerla el día anterior o unas horas previas a su utilización, puesto que debemos dejarla enfriar bien.

  1. Cogemos una cazuela, introducimos la leche , una rama de canela y la corteza de un limón. Llevamos a ebullición.
  2. Mientras se va calentando, en un bol a parte  batimos los huevos con el azúcar. Después añadimos la Maizena y seguimos batiendo hasta que no veamos ningún grumo.
  3. En el momento en que la leche rompa a hervir sacamos la corteza de limón y la rama de canela , y a fuego lento introducimos la mezcla del punto dos y vamos revolviendo con varilla continuamente hasta que vaya espesando y adquiera una textura cremosa. En ese momento pasamos la crema a un bol de cristal y la tapamos a ras con film. Dejamos que enfríe un poco y la introducimos en la nevera unas horas. 

Masa:

  1. Templamos un poco la leche. Introducimos la levadura dentro y mezclamos hasta que se disuelva.
  2. Preparamos un volcán sobre la mesa con la harina y la sal. Introducimos en su interior el azúcar, la leche con la levadura ya disuelta, la mantequilla, los huevos, la vainilla y la ralladura de un par de limones. Vamos amasando poco a poco hasta obtener una masa elástica, suave y sin grumos.
  3. Cubrimos la masa con harina y la llevamos a un bol tapada con un paño hasta que doble su volumen (una hora aproximadamente).
  4. Una vez leudada la masa, la ponemos encima de la mesa de trabajo y desgasificamos amasándola un poco. Cortamos porciones de 50 g . Aproximadamente sacaremos unas 20 piezas, si queremos hacerlas mas grandes sacaremos menos piezas. Procedemos a bolearlas. Para ello ponemos la mano en forma de C con la masa en el centro y apoyada sobre la encimera, moviéndola en sentido de las agujas del reloj, hasta que vaya adquiriendo la forma de una bola bien definida. Una vez que tenemos todas las bolas, las tapamos y dejamos que doblen su volumen de nuevo.

MONTAJE:

  1. Cuando las piezas hayan doblado su volumen, las freímos en una sartén fondona con abundante aceite de girasol a unos 170º. Freímos primero por la base y después les damos la vuelta. Se la damos una vez que cojan color, no hace falta esperar mucho porque se hacen rápido. Las sacamos con una espumadera y las rebozamos rápidamente en azúcar porque sino luego es más difícil que se adhiera.
  2. Cuando las masas estén frías, cortamos a la mitad cada una de ellas. Cogemos una manga pastelera con boquilla rizada o lisa , introducimos en ella la crema pastelera y las vamos rellenando al gusto.

Así de fácil y sencillo obtenemos una masa frita rellena de crema que hoy en día es uno de los pasteles más socorridos en todas las tiendas de repostería.

 

CON  THERMOMIX

A la hora de elaborar la receta con la thermomix el procedimiento del montaje, la conservación de la crema , los tiempos de levado etc. es todo exactamente igual que lo descrito anteriormente. Lo único que cambia es la forma de obtener la crema pastelera y la masa. Para ello utilizaremos los mismos ingredientes de la siguiente forma:

Para la crema:

  1. Introducimos en la cubeta la leche, la corteza de limón y el palito de canela. Programamos 90º, 10 minutos a velocidad 1. Una vez listo retiramos la corteza y la canela.
  2. Añadimos los huevos, el azúcar y la maizena. Mezclamos unos segundos a velocidad 4  y programamos de 8 a 10 minutos ,a 90º en velocidad 3 con la mariposa.

Para la masa:

  1. Introducimos en la cubeta la leche y la levadura. Templamos un minuto, a 37º en velocidad 1.
  2. Añadimos el azúcar, la mantequilla, los huevos y la esencia de vainilla. Mezclamos 30 segundos en velocidad 2.
  3. Agregamos la harina, la sal y la ralladura de limón y amasamos 2 minutos en velocidad espiga.

Montaje:

  1. Cuando las piezas hayan doblado su volumen, las freímos en una sartén fondona con abundante aceite de girasol a unos 170º. Freímos primero por la base y después les damos la vuelta. Se la damos una vez que cojan color, no hace falta esperar mucho porque se hacen rápido. Las sacamos con una espumadera y las rebozamos rápidamente en azúcar porque sino luego es más difícil que se adhiera.
  2. Cuando las masas estén frías, cortamos a la mitad cada una de ellas. Cogemos una manga pastelera con boquilla rizada o lisa , introducimos en ella la crema pastelera y las vamos rellenando al gusto.

Como habéis visto, hemos elaborado la masa y el relleno con la thermo de forma muy sencilla, por tanto no hay escusa para no probar estas ricas berlinesas.

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