BIZCOCHO DE CAFÉ

BIZCOCHO DE CAFÉ

 

 

¿Qué tendrán los bizcochos que tanto nos gustan?  Una de las opciones  que se nos vienen a la cabeza siempre que tenemos ganas de hacer merienda casera es el bizcocho. Este dulce abarca muchas variantes, hay diferentes bizcochos según la masa que utilicemos, y a si mismo dentro de una masa determinada podemos optar por potenciar un sabor u otro para hacerlo diferente. Hoy voy a aprovechar este post para hablaros de los  tipos de bizcocho a los que más acudimos en busca de ayuda, el bizcocho LIGERO , el SUPER LIGERO y el PESADO. De paso os contaré porque en algunos bizcochos no es necesario utilizar la levadura y cuando debemos emplearla.

El bizcocho LIGERO es aquel que no lleva grasa en su composición , prácticamente está formado por  huevos , azúcar y harina.  Puede ser CORRIENTE (se baten los huevos enteros con el azúcar) o de ESPUMA O SOLETILLA (se elaboran montando las claras con azúcar por un lado y las yemas con el resto del azúcar por otro lado , uniéndolo todo después).

El bizcocho SUPER LIGERO  se parece mucho al que se hace al vapor, pero se hornea durante muy poco tiempo. Como ejemplos tenemos los bocaditos al ron, los chachepos o capuchinos, las planchas y las tortillas.

El bizcocho PESADO, es sin duda, uno de los que mas elaboramos en nuestro hogar , y al que pertenece la receta que hoy os traigo.  Este tipo de bizcochos contiene grasa , y según la cantidad que lleve le debemos de añadir algún tipo de gasificante para que ayude a la subida. De ahí el hecho de utilizar levadura o no, si el bizcocho no lleva grasa no es necesario utilizarla, puesto que conseguimos una buena subida prolongando en estos casos el horneado con una cocción más lenta. Si la lleva en una amplia proporción si que debemos utilizarla. Si alguna vez tenéis duda , fijaros siempre en si la masa lleva grasa o no.

Después de esta mini clase (hoy me apetecía dar un poco la lata) voy a mostraros como hacer este rico bizcocho PESADO. Esponjoso, jugoso y con un sabor a café que que no se nos va a pasar por alto.

 

 

INGREDIENTES

  • 6 huevos.
  • 300 g de azúcar.
  • 2 yogures de sabor.
  • 180 ml de aceite de girasol.
  • 300 g de harina de trigo.
  • 1 sobre y medio de levadura en polvo tipo Royal.
  • 1 cdta de sal.
  • 6 cdtas de cafe soluble o Nescafé.
  • Licor de café o coñac.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar este bizcocho es tan sencillo como con cualquier otro. Nos hacemos con un bol y una batidora, y vamos agregando ingredientes poco a poco y batiendo, el resto es cuestión de horneado. Es una de las meriendas mas sencillas de elaborar y es muy difícil que siguiendo los pasos no os salga bien. Si os parece elegimos el molde que mas os guste (a mi me encantan los de diferentes formas) y comenzamos con la receta.

ELABORACIÓN

  1.  En primer lugar precalentamos el horno a 180 º con calor por arriba y por abajo. Escogemos el molde que mas nos gusta y lo engrasamos con un poco de aceite o mantequilla. Espolvoreamos harina por dentro hasta cubrirlo y comenzamos el batido.
  2. Nos hacemos con un bol grande e introducimos los huevos y el azúcar. Batimos con batidora un pedazo hasta blanquear bien la mezcla.
  3. Añadimos los yogures (pueden ser naturales o del sabor que mas nos apetezca) y el aceite. Seguimos batiendo.
  4. Integramos la levadura en polvo, un poquito de sal, un chorro de coñac o licor de café, la harina y el café. El café lo utilizaremos en polvo soluble. Yo particularmente utilicé el de Nescafé  (3 o 4 sobres) pero podemos optar al que mas nos apetezca (unas 6 cucharaditas estará bien). Una vez que tenemos todos los ingredientes dentro seguimos batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
  5. Ahora que ya tenemos la masa liquida la volcamos sobre el molde. Horneamos en la bandeja central del horno unos 40 minutos aproximadamente o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio (importante no abrir el horno en la primera media hora).
  6. Una vez listo sacamos el bizcocho del horno, dejamos que enfríe un poco y lo desmoldamos. El resultado , un tremendo dulce que podremos catar con un cafecito cuando queramos. 

 

CON THERMOMIX

En apenas unos minutos tenemos toda la mezcla lista para hornear nuestro bizcocho gracias a la thermomix. Si ya disponemos del molde que vamos a utilizar y tenemos todos los ingredientes listos comenzamos con la receta.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar precalentamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Cogemos el molde que vamos a utilizar y lo untamos de aceite o mantequilla y posteriormente lo espolvoreamos con harina hasta que quede cubierto. Una vez engrasado nos ponemos con la mezcla.
  2. Introducimos en la thermo los huevos y el azúcar y batimos 6 minutos a 37º en velocidad 5.
  3. Agregamos el aceite y los yogures (pueden ser naturales o de sabores) y mezclamos 20 segundos en velocidad 3.
  4. Añadimos el resto de ingredientes, la sal, la levadura, la harina, un chorro de licor de café o de coñac y por último el café. Podemos utilizar  café en polvo soluble como mas nos guste, unas seis cucharaditas aproximadamente estarán bien. Yo particularmente utilice 3 sobres de Nescafé (si queremos potenciar mas el sabor 4). Mezclamos todo 30 segundos en velocidad 4.
  5. Introducimos la mezcla en el molde y la horneamos unos 40 minutos aproximadamente o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio. (Acordaros que no debemos abrir el horno mínimo en la primera media hora).
  6. Una vez listo lo sacamos del horno , dejamos que enfríe un poco y desmoldamos. De esta manera obtendremos un bizcocho de café para merendar o comer cuando mas nos apetezca.

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MERMELADA DE NARANJA

MERMELADA DE NARANJA

 

¿Cuantas veces os ha regalado algún kilo de fruta algún familiar o conocido de su cosecha propia? De repente os veis con mucha cantidad junta que sabeis que no vais a poder terminar antes de que se estropee y os da mucha pena que se eche a perder. Pues para estos casos la solución es muy sencilla. Con un poquito de limón y algo de azúcar podeis aprovechar cualquier genero para hacer una rica mermelada.

Ahora en esta época, el naranjo que mi madre tiene en el jardín de casa está repleto de naranjas, son chiquitinas pero con fundamento. De golpe se junta una gran cantidad de ellas  y su hija ya está frotándose las manos pensando en darles uso. A parte de hacer unos ricos zumos para el desayuno ¿que tal si empezamos a mondarlas y hacemos mermelada con ella?

Hay dos variedades, podemos elaborarla dulce o mas bien amarga. Todo depende de la cantidad de carne blanca que rodea los gajos que integremos. A mayor cantidad que empleemos más amarga saldrá, va al gusto de cada uno. También podemos optar por dejarla grumosilla y con los trocitos de piel integrada o por triturarla del todo si no nos gustan los tropezones. De una manera o de otra el resultado es el mismo. 

Mi desayuno diario consiste en unas tostadas de pan integral con un poco de queso crema y de mermelada acompañadas de un cafecito. Por ello cada vez que cae en mis manos una cantidad de fruta determinada hago mermelada, reparto por la familia unos tarros y me guardo otros. De esta manera no la compro en todo el año, voy enlazando siempre una tras otra. Para poder consumirla así es necesario utilizar tarros apropiados, bien esterilizados y cocerlos  siempre al baño María después de rellenarlos para hacerles el vacío y conservarlos sin que se estropee la mermelada.  Si os apetece probar una poca aquí os dejo en  varios pasos el proceso a seguir. 

 

INGREDIENTES (Para 3 tarros)

  • 1 kg de naranjas (ya peladas).
  • 800 g de azúcar.
  • 20 ml de zumo de limón.
  • Ralladura de las naranjas

 

DE FORMA TRADICIONAL

A la hora de elaborar cualquier tipo de mermelada lo único que necesitamos es la fruta que hemos escogido, el azúcar y el limón que hará la función de conservante. Una vez que tenemos estos tres ingredientes el proceso es pan comido, todo queda en manos de una buena cocción, que siempre obtendremos al encontrar el punto optimo en el que hemos de retirar la mermelada del fuego.  A continuación veréis lo sencillo que es. 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar comenzaremos lavando las naranjas por fuera y secándolas con un paño. 
  2. Una vez secas, cogemos un  rallador y vamos rallando la piel en tiras finas sobre un plato para poder añadirlas durante la cocción. 
  3. Posteriormente comenzamos a pelar las naranjas. Si nos gusta la mermelada un poco amarga añadiremos un poco de la parte blanca que las rodea, sino la quitaremos lo máximo posible. Eliminamos la piel de fuera, las pepitas si las tienen y cortamos en gajos cada naranja. 
  4. En una pota o cacerola vamos a añadir un kilo de gajos, el azúcar, la ralladura de las naranjas  y el zumo de limón. Llevamos todo a ebullición a fuego intermedio, revolviendo de vez en cuando aproximadamente durante una hora. A partir de ese momento debemos encontrar el punto óptimo en el que ya podemos retirarla del fuego. 
  5. Para saber cuando está lista podemos hacer una prueba sencilla (este truco se lo leí a otra bloguera). Antes de ponernos a pelar las naranjas metemos un plato pequeño al congelador y llegados a este punto lo sacamos. Cogemos una pequeña muestra de la mermelada y la colocamos en el plato. Al estar muy frió en dos minutos  cogerá la textura con la que se va a quedar al enfriar . Si vemos que esta muy líquida la seguimos cociendo un poco mas y si nos gusta  ya la podemos retirar del fuego. 
  6. En este momento ya tenemos lista nuestra mermelada. Examinamos que grosor y textura tiene. Si nos gusta mas reducida la trituramos un poco (hay personas que no les gusta que tengan muchos tropezones).
  7. Por ultimo solo nos queda envasar la mermelada  y hacerle el bañó María si no la vamos a consumir en poco tiempo (es muy importante para su conservación).  Los tarros deben de estar esterilizados, debemos lavarlos en el lavavajillas o hervirlos en una pota con agua. Una vez esterilizados y secos podemos rellenarlos con la mermelada y cerrarlos bien con las tapas apropiadas. Cuando estén rellenos y bien cerrados vamos a introducir los tarros en una pota y a cubrirlos enteros de agua. Los llevamos a ebullición y una vez que el agua hierva los dejamos mínimo 15 minutos mas. Pasado ese tiempo los retiramos y de esta manera ya podemos conservar la mermelada durante varios meses sin que se nos estropee. Así de fácil…

 

  CON THERMOMIX

La thermomix nos viene genial para hacer este tipo de recetas, ya que así nos olvidamos de estar vigilando y revolviendo cada poco durante la cocción. La programamos y ella misma se encarga de hacer toda la tarea. Así que si tenéis mucha fruta que se os va a acabar perdiendo, sea del tipo que sea, no hay escusa, aprovechar para hacer una rica mermelada con ella. El proceso vais a ver que es muy sencillo. 

ELABORACIÓN

  1. Comenzamos lavando las naranjas bien y secándolas con un paño por fuera. 
  2. Con un rallador vamos rallando toda la piel de la fruta  en tiras finas y la reservamos.
  3. Pelamos las naranjas. Si nos gusta la mermelada algo amarga vamos a dejar la carne blanca que las rodea, sino eliminaremos la máxima posible. Una vez mondadas les sacamos las pepitas si tiene, las cortamos en cuatro trozos y los integramos en la thermomix. 
  4. Añadimos a la thermo el azúcar y el zumo de limón y trituramos 10 segundos en velocidad 6. Agregamos posteriormente la ralladura de piel en tiras finas y cerramos la thermo sin el cubilete pero con el cestillo puesto por fuera para evitar salpicaduras y para ayudar a que la mezcla evapore mejor.  Programamos la maquina 40 minutos en velocidad 2 y posición varoma. 
  5. Una vez transcurrido el tiempo debemos de comprobar la textura para ver si es la correcta. Para ello vamos a coger una cucharadita y ponerla sobre un plato frío (previamente metido en nevera o congelador). De esta manera en dos minutos enfriará y podremos ver como quedaría. Si vemos que está un poco liquida programamos unos minutos mas.
  6. Ahora que la mermelada esta cocida nos fijamos en el grosor que tiene, y si la queremos reducir un poco (hay personas que no les gustan mucho los tropezones) pues le damos unos golpes de turbo hasta que este a nuestro gusto. Después de este punto solo nos queda envasarla y pasarla por el baño María si queremos que dure unos meses.
  7. Para envasarla debemos  de utilizar tarros apropiados y estos deben de estar esterilizados (para ello podemos darles un hervor en agua o lavarlos en el lavavajillas). Una vez secos al aire libre podemos rellenarlos con la mermelada y cerrarlos con las tapas de manera correcta (deben cerrar bien). Si la vamos a comer en unos días podemos dejarla así, pero si pretendemos regalarla o queremos que nos aguante durante meses tenemos que ponerla al baño María. Para ello introducimos los tarros en una pota y los llenamos de agua hasta que queden cubiertos. Los llevamos al fuego y una vez que el agua hierba esperamos 15 minutos como mínimo y ya los podemos retirar. De esta manera le hacemos el vació y evitamos que se estropee, acordaros que vale más siempre prevenir que lamentar. 

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BIZCOCHO DE CHOCOLATE

BIZCOCHO DE CHOCOLATE

 

 

Hace ya una temporadita que no elaboro un bizcocho casero. Esta semana pasada me dije para mi misma que ya tocaba. Aprovechando mi antojo constante de chocolate y que tenia una bolsita de cacao en polvo de hacer a la taza por el armario decidí hacerlo de choco. En cuestión de unos minutos estaba añadiendo el cacao y metiendo el molde en el horno. Hay postres riquisimos que se tardan un santiamén en hacerse. Esperé que enfriara un poquitin y lo desmoldé enseguida.

El resultado me gustó mucho, creció bastante, estaba jugosillo y con un sabor a chocolate tremendo. Se me ha ocurrido que es una buena propuesta para hacer otro día una tarta rellena con el. Anotacion un año despues de subir la receta, he utilizado el bizcocho en innumerables ocasiones para hacer tartas de cumpleaños  y siempre ha dado muy buen resultado. 

Hoy en día podemos hacer bizcochos de muy variopintos sabores, y siempre vamos a tener la certeza de que si lo hacemos en casa van a llevar azúcar y calorías, sí, igual que los comprados, pero son mucho mas sanos, sin conservantes y añadidos.

A mi personalmente los bizcochos que he probado por los centros comerciales no me gustan mucho porque los encuentro muy secos e insulsos, ya de comprarlos os recomiendo que lo hagáis en una pastelería o tienda de repostería que siempre van a ser mas resultones. Habrá excepciones, como todo, pero en general suelen estar mas jugosillo y ricos.

Si os apetece coger la opción de las varillas o la thermo, aquí os dejo la receta tan sencilla con la que obtener este bizcocho de chocolate. Ideal para un desayuno, merienda o incluso para hacer una buena tarta rellena de mermelada, crema de queso, de mantequilla, lo que mas os guste…

 

  INGREDIENTES

  • 6 huevos.
  • 180 ml de aceite de girasol.
  • 300 g de azúcar.
  • 300 g de harina de trigo.
  • 200 ml de leche.
  • 350 g de cacao en polvo de hacer a la taza.
  • 1 sobre y medio de levadura en polvo. 
  • Sal. 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Si ya tenemos todos los ingredientes preparados encima de la mesa, solo nos hace falta ya un molde (hay de mil tipos, el que mas nos guste), un bol grande y una batidora. Elaborar este bizcocho va a ser muy rápido y sencillo y tras el horneado nos quedaremos sorprendidos con el resultado. Puede que empiecen a caer bizcochos caseros mas a menudo…

 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar vamos a precalentar el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Escogemos un molde y lo engrasamos con un poco de mantequilla o aceite y lo espolvoreamos con harina.
  2. Mientras el horno calienta prepararemos la mezcla del bizcocho. En un bol o cuenco grande introducimos los huevos y el azúcar y con una batidora vamos a batir un buen pedazo hasta blanquear bien la mezcla. 
  3. Añadimos el aceite y la leche y seguimos batiendo para que se unifique bien todo.
  4. Integramos la harina , la levadura y la sal y volvemos a batir  hasta obtener una mezcla homogénea.
  5. Por último añadimos el cacao en polvo (yo utilizo chocolate de hacer a la taza, pero también podéis usar colacao) y batimos por ultima vez.
  6. Vertemos la masa liquida en el molde que hemos engrasado previamente, lo llevamos en la bandeja del horno a la segunda rendija empezando por abajo y horneamos sobre una hora o hasta que pinchando con un cuchillo este nos salga completamente limpio. 
  7. Dejamos enfriar un poco, desmoldamos  y ya tenemos nuestro bizcocho listo para acompañar con el cafelito. 

 

  CON THERMOMIX

Gracias a este gran aparato podremos hacer la mezcla del bizcocho muy rápidamente, en cuestión de diez minutos lo tendremos dentro del horno cogiendo altura y desprendiendo un aroma inconfundible. De vez en cuando hay que pegarse un caprichito en casa, y si lo elabora uno mismo , parece que presta mas,,, 

 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar precalentamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo y engrasamos el molde que vamos a utilizar con un poco de aceite o mantequilla y lo espolvoreamos con un poco de harina. 
  2. Introducimos los huevos y el azúcar en la thermo y programamos 6 minutos a 37º en velocidad 5.
  3. Agregamos el aceite de girasol y la leche y mezclamos 20 segundos en velocidad 4.
  4. Añadimos el cacao, la harina, la levadura y la sal y mezclamos 1 minuto en velocidad 4. 
  5. Vertemos la masa liquida en el molde y llevamos el bizcocho en una bandeja a la segunda rendija del horno empezando por abajo. Horneamos sobre una hora o hasta que pinchando con un cuchillo este nos salga limpio (recomiendo siempre no abrir nunca el horno para comprobar como van los bizcochos mínimo en la primera media hora para evitar que se bajen).
  6. Una vez horneado lo dejamos enfriar un poco, desmoldamos y tenemos el bizcocho listo para degustar en cualquier momento. 

 

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CROISSANTS

CROISSANTS

   

Volvemos de nuevo a la carga, esta vez con una recetilla de bollería hojaldrada. ¿Alguna vez os habéis preguntado realmente como se denominan este tipo de dulces?  Siempre que he ido a comprarlos a un establecimiento los he pedido bajo el nombre de «curasán´´ , pero hay personas que lo llaman «croissant´´, en francés, o cruasán (en español). Cual ha sido mi sorpresa al investigar un poco, que hasta ahora lo había estado diciendo mal, pues el termino reconocido por la R.A.E. es cruasán, no curasán. Nunca te acostarás sin aprender algo nuevo.

Pues bien, esta semana se me ha antojado hacer unos cruasanes para merendar, tal cual se ven, y para hacer en el desayuno, de otra manera . A primera hora me apetece mas abrirlos, tostarlos por ambos lados y untarles un poco de mantequilla y mermelada o miel.  Hacia mucho que no jugaba a darle vueltas simples a una masa, toda una técnica elaborada que conforma este tipo de dulces,  entretenida y no tan complicada como suele parecer. Los cruasanes se hacen a partir de una masa de bollería hojaldrada, es decir, una masa derivada del pan a la que añadimos grasa, en este caso mantequilla, integrándola de tal manera, que con las vueltas  obtenemos una materia conformada por capas de masa y capas de mantequilla intercaladas. Ésta masa  después la hornearemos en piezas  definidas para obtener nuestros dulces de croissant. 

Mucha gente le tiene un poco de miedo a este tipo de elaboraciones, pero no hay porqué tenerlo , siguiendo los pasos al pie de la letra, es muy sencillo. El único problema que podemos encontrar es que la mantequilla se nos vaya un poco entre capa y capa y se nos pegue a la mesa, pero espolvoreando continuamente la masa con harina durante el proceso esto no tiene por qué ocurrir. Una vez que obtenemos la masa y la dejamos reposar en nevera darle forma a las piezas ya es pan comido.  Os animo a probar y que me contéis que tal el resultado.

 

INGREDIENTES 

15 piezas de tamaño intermedio aproximadamente. 

Para el almíbar:

  • 150 ml de agua.
  • 150 g de azúcar. 

Para la masa de bollería hojaldrada:

  • 500 g de harina de fuerza.
  • 25 g de levadura fresca.
  • 35 g de mantequilla.
  • 75 ml de agua.
  • 75 ml de leche.
  • 75 g de azúcar.
  • 5 g de sal.
  • 2 huevos.
  • 200 g de mantequilla (en bloque para agregar al final).

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar estos deliciosos cruasanes no tiene misterio ninguno, solo necesitamos crear la masa de bollería hojaldrada, darle la forma de media luna que suelen adoptar y tras el horneado pintarlos con un poco de almíbar para darles brillo. Si tenemos claro el proceso vamos a ello. 

ELABORACIÓN

  1. En primer lo que vamos a hacer es obtener el almíbar con el que vamos a abrillantar los cruasanes después del horneado. Para ello llevamos a ebullición el agua con el azúcar en un cazo pequeño. Revolvemos bien y una vez que hierba lo retiramos del fuego y dejamos que enfríe. 
  2. Ahora que ya tenemos el almíbar vamos a obtener la masa de bollería hojaldrada. Hacemos un volcán con la harina e integramos en el centro el resto de ingredientes. Usaremos los 35 g de mantequilla, los 200 g no, ya que estos se utilizarán mas adelante. Amasamos todo con las manos hasta que quede bien integrado y hacemos una bola con la masa que obtuvimos. Le hacemos un corte en cruz por arriba, la enfilmamos y la llevamos media hora a la nevera (si es más tiempo no pasa nada).
  3. Una vez reposada en la nevera, sacamos la bola. Espolvoreamos con harina la mesa de trabajo y la masa por ambos lados. Vemos que la masa al haberle hecho un corte en cruz, la parte de  arriba se divide como en cuatro pliegues, pues con el rodillo vamos a estirar cada pliegue hacia fuera hasta que la masa adquiera la forma de una flor  de cuatro pétalos (no hay que estirar mucho, lo suficiente para que en el centro podamos colocar el bloque de 200 g de mantequilla).  Una vez que esta estirada colocamos en el centro la mantequilla (debe estar fría y en una pieza, no a trozos), cogemos los cuatro pliegues y la envolvemos con ellos, juntándolos y uniéndolos  por arriba. Le damos vuelta al plastón (es así como denominamos la pieza que vamos a trabajar), de manera que los pliegues queden hacia abajo. Espolvoreamos bien de harina y golpeamos un poco la masa con el rodillo para bajarla de altura. Después vamos estirándola hasta que nos quede a un centímetro de grosor y con forma rectangular. Aquí es cuando comenzamos a hacer las vuelta simples.
  4. Tenemos el plastón estirado en forma rectangular como si fuésemos a hacer una empanada.  Pues bien, vamos a imaginar que la masa se divide en tres partes iguales.  Doblamos la parte de un extremo y la apoyamos sobre la del centro, y después doblamos la del otro extremo y la llevamos también hacia el centro. Giramos la masa con los pliegues hacia el lateral y volvemos a extenderla de nuevo con el rodillo en forma rectangular a un centímetro de grosor. Ya hemos dado la primera vuelta. Debemos repetir el proceso de doblar la masa y estirar, dos veces mas, para que sean tres vueltas simples. Una vez que le hemos dado las tres vueltas  doblamos la masa de nuevo y la enfilmamos así para llevarla a la nevera un par de horas mínimo. Cuando estemos haciendo este punto recomiendo espolvorear con harina  la mesa de trabajo y la masa a menudo  para evitar que se nos pueda pegar.
  5. Después del reposo, cogemos  la masa, la desdoblamos y empezamos a hacer las piezas (la masa debe estar a un cm de grosor mas o menos). Con un cuchillo o corta-pizzas recortamos piezas en forma de triángulos isósceles (dos lados iguales y uno mas corto). El tamaño dependerá de lo grande que queramos los cruasanes, de modo que hacemos una prueba para tantear y luego ya nos hacemos una idea del que queremos. Para darle forma a las piezas es tan sencillo como coger el extremo mas corto e ir enrollándolo hacia delante , hacia la punta. Una vez enrollado doblamos los extremos del churro hacia dentro para darle forma de media luna y lo colocamos en la bandeja de horno forrada de papel. Cuando tengamos todas las piezas en la bandeja, algo separadas, las pincelamos con huevo batido, y las horneamos unos 15 minutos a 200º, más o menos hasta que se vean doradas.
  6. Fuera del horno abrillantamos con un pincel los cruasanes con el almíbar que hemos elaborado previamente y ya tenemos estos deliciosos dulces listos para deleitar a los paladares. 

 

CON THERMOMIX

Nos vamos a beneficiar de la thermo para obtener el almíbar y la masa antes de trabajarla de forma rápida, el resto del proceso se hará manualmente como en la forma tradicional. De una manera u de otra, está claro que los cruasanes van a salir para relamerse. 

ELABORACIÓN

  1. Lo primero  que vamos a hacer es obtener el almíbar con el que vamos a pintar los cruasanes justo después de su horneado. Para ello introducimos en la thermo el azúcar y el agua y programamos 10 minutos a 100º en velocidad 2. Una vez listo lo retiramos y dejamos que enfríe. 
  2. Ahora que ya tenemos el almíbar vamos a ir a por la masa de bollería hojaldrada. Para ello introducimos en la thermo la leche y la levadura y mezclamos 15 segundos en velocidad 4. Añadimos los 35 g de mantequilla , los huevos, el agua, el azúcar y la sal y programamos 10 segundos en velocidad 6. Integramos la harina y ponemos el programa espiga durante 30 segundos. Sacamos la masa de la thermo, la boleamos y le hacemos un corte en cruz por arriba. La enfilmamos y la llevamos a la nevera media hora. 
  3. Una vez reposada en la nevera, sacamos la bola. Espolvoreamos con harina la mesa de trabajo y la masa por ambos lados. Vemos que la masa al haberle hecho un corte en cruz, la parte de  arriba se divide como en cuatro pliegues, pues con el rodillo vamos a estirar cada pliegue hacia fuera hasta que la masa adquiera la forma de una flor  de cuatro pétalos (no hay que estirar mucho, lo suficiente para que en el centro podamos colocar el bloque de 200 g de mantequilla).  Una vez que esta estirada colocamos en el centro la mantequilla (debe estar fría y en una pieza, no a trozos), cogemos los cuatro pliegues y la envolvemos con ellos, juntándolos y uniéndolos  por arriba. Le damos vuelta al plastón (es así como denominamos la pieza que vamos a trabajar), de manera que los pliegues queden hacia abajo. Espolvoreamos bien de harina y golpeamos un poco la masa con el rodillo para bajarla de altura. Después vamos estirándola hasta que nos quede a un centímetro de grosor y con forma rectangular. Aquí es cuando comenzamos a hacer las vuelta simples.
  4. Tenemos el plastón estirado en forma rectangular como si fuésemos a hacer una empanada.  Pues bien, vamos a imaginar que la masa se divide en tres partes iguales.  Doblamos la parte de un extremo y la apoyamos sobre la del centro, y después doblamos la del otro extremo y la llevamos también hacia el centro. Giramos la masa con los pliegues hacia el lateral y volvemos a extenderla de nuevo en forma rectangular a un centímetro de grosor. Ya hemos dado la primera vuelta. Debemos repetir el proceso de doblar la masa y estirar, dos veces mas, para que sean tres vueltas simples. Una vez que le hemos dado las tres vueltas  doblamos la masa de nuevo y la enfilmamos así para llevarla a la nevera un par de horas mínimo. Durante este punto numero cuatro recomiendo espolvorear de continuo con harina la mesa de trabajo y la masa para evitar que se nos pueda pegar. 
  5. Después del reposo, cogemos  la masa, la desdoblamos y empezamos a hacer las piezas (la masa debe estar a un cm de grosor mas o menos). Con un cuchillo o corta-pizzas recortamos piezas en forma de triángulos isósceles (dos lados iguales y uno mas corto). El tamaño dependerá de lo grande que queramos los cruasanes, de modo que hacemos una prueba para tantear y luego ya nos hacemos una idea del que queremos. Para darle forma a las piezas es tan sencillo como coger el extremo mas corto e ir enrollándolo hacia delante , hacia la punta. Una vez enrollado doblamos los extremos del churro hacia dentro para darle forma de media luna y lo colocamos en la bandeja de horno forrada de papel. Cuando tengamos todas las piezas en la bandeja, algo separadas, las pincelamos con huevo batido, y las horneamos unos 15 minutos a 200º, más o menos hasta que se vean doradas.
  6. Fuera del horno abrillantamos con un pincel los cruasanes con el almíbar que hemos elaborado previamente y ya los tenemos  listos para degustar. 

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TURRÓN BLANDO DE AVELLANAS

TURRÓN BLANDO DE AVELLANAS

   

Las navidades son una época del año donde todos disfrutamos a rabiar. Reuniones de amigos, compañeros de trabajo o familia, villancicos, lucecitas de colores por todos lados, arbolillos a doquier, cabalgatas, visita de los reyes, regalos,,, Un rimero de fantasía que todos los años es tradición, y en la que sin duda uno de esos elementos indispensables que no pueden faltar es el turrón. Abunda en todas las estanterías de los comercios durante esta época nada mas, pero gracias a las recetas caseras podemos obtenerlo en cualquier mes del año para nuestro propio consumo.  

El turrón es una mera emulsión de azucares con frutos secos (originalmente se usaba la almendra pero hoy en día utilizamos cualquier fruto seco), pudiendo hacer uso de la yema de huevo en su composición o no, según proceda.  Tenemos gran variedad  de opciones en el mercado, siempre dentro de dos tipos, el turrón blando o el duro. Es un producto tradicionalmente navideño, se puede decir que la navidad comienza cuando el turrón asoma. 

En mi hogar , todo el año dispongo de avellanas de los arboles del jardín de mi madre  y cuando llega diciembre nos tiramos varios días pelando cantidades  para fabricar turrón blando. Hace tres años que comencé su elaboración y me gusto tanto que desde entonces se ha convertido en una tradición navideña hacerlo  de forma casera. Una vez que obtengo las tabletas, lo utilizamos para comerlo como está, o para hacer flan, tarta de turrón… lo que mas nos apetezca.

Elaborarlo es muy sencillo. Solo hace falta tres ingredientes  y unos moldes para darle forma a la masa. Los moldes los podéis comprar o bien hacéis como yo, que recorto los bricks de la leche a la mitad , los desinfecto bien y los utilizo. En un truco que aprendí de otros blogueros y que me permite hacer turrón en cantidades a la vez sin falta de comprar los envases. Este turrón se elabora muy rápido, la única pega que os puedo decir es que tenéis que esperar varios días desde que se hace para poder comerlo, puesto que hay que darle un largo reposo mientras va soltando el aceite. Pero como dice el refrán, la espera nunca es larga si la dicha es buena… 

 

  INGREDIENTES 

PARA 2 TABLETAS

  • 500 g de avellana (sin cascara).
  • 200 g de azúcar.
  • 1 cm de vaina de vainilla.

 

  DE FORMA TRADICIONAL

El turrón de avellana es muy sencillo de elaborar, apenas con tres ingredientes podemos obtener unas tabletas que nada tienen que envidiar a las compradas, y con la ventaja además de que nosotros mismos podemos hacerlas a nuestro antojo, controlando el nivel de aceite que le queremos dejar (para mi gusto los turrones industriales tienen demasiado, me gusta que brillen , pero no tanto). Si ya tenéis la avellana a punto , vamos con la receta. 

 

ELABORACIÓN

  1. Lo primero que debemos de hacer antes de comenzar a reducir todos los ingredientes es tostar la avellana. La cantidad indicada es siempre referente al fruto sin la cascara. Precalentamos el horno a 170º, esparcimos bien las avellanas por la bandeja y las horneamos de 15 a 20 minutos. Una vez fuera del horno dejamos que enfríen un poco y les quitamos la piel (si queda una poca no pasa nada), y cuando estén peladas antes de seguir con el siguiente paso esperamos a que enfríen por completo. 
  2. Ahora que tenemos la avellana tostada, pelada y fría debemos triturar todos los ingredientes, la vaina de vainilla, el azúcar y la avellana. Para ello utilizaremos un molinillo manual o un robot de cocina o utensilio con el que podamos hacer dicha función. Trituramos todos los ingredientes hasta reducirlos a azúcar glass y arenilla y los introducimos en un bol. 
  3. Con las manos vamos mezclándolo todo y trabajándolo  hasta crear una masa compacta. Una vez que la tenemos la introducimos en los moldes que hayamos escogido y presionamos bien por todos lados con la mano para que no queden huecos vacíos. Allanamos un poco la superficie y le ponemos un poco de peso encima para que haga presión (por ejemplo un brick de leche lleno) . De esta manera dejamos reposar el turrón 3 días para que vaya soltando el aceite. 
  4. Una vez reposado desmoldamos el turrón con cuidado, veremos que está muy aceitoso. Lo envolvemos en papel de cocina para que vaya absorbiendo el aceite, y lo cambiamos un par de veces al día. Yo particularmente suelo cambiar el papel durante unos días, hasta que el turrón brille pero no tenga exceso de aceite. El tiempo de absorción ya va al gusto de cada uno. Una vez que lo tenemos a nuestro antojo podemos envolverlo en papel film y guardarlo en cajitas , envoltorios para regalar o donde mejor nos venga. Como comprobareis el sabor va a salir espectacular, es por tanto una buena opción de regalo original para estas fechas tan señaladas. 

 

  CON THERMOMIX

Elaborar el turrón de avellana con la thermomix se convierte en juego de niños. Una vez que tenemos la avellana preparada introducimos todo en la maquina y es cuestión de segundos obtener la masa para crear las tabletas. Se puede decir que lo que mas tiempo lleva es el reposo del turrón , porque la elaboración se hace muy rápida. Si ya hemos escogido los moldes que vamos a usar nos ponemos manos a la obra. 

 

ELABORACIÓN

  1.  En primer lugar lo que vamos a hacer es poner a punto la avellana para después reducirla. Para ello quitamos la cascara si las tenemos enteras (la cantidad arriba indicada hace referencia a la avellana ya sin cascara). Precalentamos el horno a 170º, extendemos las avellanas por encima de la bandeja y horneamos unos 15-20 minutos. Una vez listas dejamos que enfríen un poco y les quitamos la piel (si queda una poca no pasa nada). Después dejamos que enfríen del todo antes de proseguir.
  2. Una vez que tenemos la avellana fría introducimos primero el azúcar y la vainilla en la thermomix y lo reducimos a golpe de turbo hasta que quede como el  azúcar glass. Acto seguido agregamos toda la avellana y programamos 20 segundos a velocidad 6. A partir de este momento vamos a ir dándole unos golpes de turbo durante unos segundos varias veces  y comprobando todas  como esta la textura hasta lograr el punto óptimo. Este punto se da cuando la masa empiece a brillar (debido al aceite que va soltando). 
  3. Una vez que logramos esa textura brillante sacamos la masa de la thermo y vamos extendiéndola en los moldes y presionando con las manos para que no queden huecos vacíos. Alisamos la superficie y dejamos un poco de peso encima para que haga presión  durante tres días de reposo (por ejemplo un cartón de leche lleno).
  4. Pasados los días de reposo vamos a desmoldar con cuidado las tabletas y las envolvemos en papel de cocina absorbente. Esto lo hacemos para ir eliminando el exceso de aceite que produce. Debemos cambiar el papel los días que haga falta hasta el momento en que la masa brille pero no en exceso (el nivel de aceite que queremos que quede ya va al gusto de cada uno). Cuando las tengamos a nuestro antojo las envolvemos en film y las guardamos en cajitas, moldes, envoltorios… No hay que mantenerlas en nevera y aguantan bastante tiempo. Están muy ricas para mantener en casa y siempre es una buena opción para hacer un buen regalo navideño. 

 

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PANETTONE

PANETTONE

 

 

El panettone, es sin lugar a dudas, uno de los dulces más clásicos de las fiestas navideñas. Es difícil que no se deje caer por la mayoría de los hogares en la merienda o en el desayuno al menos tres o cuatro veces en toda la Navidad. En mi caso, durante estas fechas, aparecía uno todas las semanas en la compra semanal. Desde hace ya unos años la tradición ha cambiado. Ahora me compro yo los moldes desechables o utilizo uno de acero y los elaboro en casa cuando me apetece. 

El panettone tiene su origen en Italia hace más de cinco siglos. Son muchas las leyendas que narran como se originó en la época Navideña y quien fue su creador pero a día de hoy no se sabe cual de ellas es verídica. Mas tarde se fue extendiendo a nivel mundial en las fechas señaladas.

Es un dulce que tiene mucho éxito dada su textura y ligereza. La masa es de tipo brioche (lleva leche incorporada), por fuera la corteza queda dorada y por dentro el panettone esta muy esponjado. Antiguamente se rellenaba de fruta confitada, pero hoy en día ha ido evolucionando y se le suele agregar un poco al gusto de cada uno, siendo lo mas usual quitando la fruta confitada, las uvas pasas, los frutos secos y las lagrimas de chocolate. Normalmente manda la tradición acompañarlo con un poco de vino o licores, pero siempre existe mi opción favorita que es la del cola-cao, el chocolate a la taza o el café. Lo que esta claro , es que lleve una compañía u otra el sabor del panettone casero es espectacular  y por ello hoy os propongo que probéis la receta  y estas navidades hagáis vuestro propio dulce.

¿Qué tiene de complicada esta receta? Absolutamente nada. Lo único que hemos de tener en cuenta es que lleva dos tiempos de levado, uno mucho mas largo que el otro. Por ello recomiendo comenzar a elaborar la masa un día por la tarde y dejar el último levado que es el mas largo para la noche, de manera que al levantarnos ya tengamos la masa bien esponjada dentro del molde y únicamente tengamos que meterla al horno el tiempo correspondiente. Por lo demás , la masa es muy sencillita de elaborar. Os dejo la receta escrita y al final del todo varias imágenes del proceso para que veáis lo fácil que es. Espero que lo disfrutéis. 

 

INGREDIENTES

  • 3 huevos.
  • 90 ml de leche.
  • 60 ml de agua.
  • 125 g de azúcar.
  • 160 g de mantequilla.
  • 25 g de levadura fresca.
  • 550 g de harina de fuerza.
  • Ralladura de limón.
  • 1 cda de agua de azahar.
  • 100g de pepitas de chocolate.
  • 100 g de fruta escarchada, pasas o frutos secos.
  • Sal 1 cdta.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar el panettone es muy sencillo siempre que respetemos los tiempos de levado, que son los que le dan esponjosidad a la masa. Se puede hacer el mismo día o bien podéis hacer como yo, preparar la masa por la tarde y dejar que leve toda la noche para hornearla por la mañana, eso ya va al gusto de cada uno. Las cantidades que arriba indico dan para un panettone de tamaño bastante considerable, si lo preferís mas normaluco, como los típicos de supermercado, podéis utilizar la mitad de ingredientes, o bien hacer dos panettones.  Para elaborarlo he utilizado un molde de 15 cm de diámetro y 15 cm de altura, y como la masa crece mucho para que no se desparrame lo forre alrededor con papel de horno facilitando la subida. Según el molde que utilicéis es bueno que lo forréis de alguna manera para evitar incidentes y esta es una forma sencilla de hacerlo. En otra ocasiones como se ve en las fotos utilizo los moldes desechables de tamaño grande (para un kilo de masa aproximadamente), son muy prácticos y tan validos como los clásicos. Abajo del todo después de las explicaciones para la thermomix tenemos varias imágenes del proceso para hacernos una idea.

 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar lo que vamos a hacer es templar un poco la leche y diluir en ella la levadura hasta que se deshaga. 
  2. Con la harina, hacemos un volcán sobre la mesa de trabajo y en su interior vamos añadiendo la mezcla de leche y levadura y todos los ingredientes restantes menos los destinados a su relleno (chocolate, frutos secos, pasas etc…). Amasamos todo a mano durante cinco minutos hasta obtener una masa homogénea. La masa debe quedar algo pegajosa, podemos agregar una pizca de harina para hacer una bola con ella y que se nos desprenda de las manos, pero muy poca para no alterar la textura.
  3. Una vez que hacemos una bola con ella vamos a dejarla reposar en un bol en un  lugar cálido hasta que doble su volumen (hora y media  aproximadamente).
  4. Cuando la masa haya crecido lo suficiente la ponemos sobre la mesa y procedemos a desgasificarla. Para ello apretamos con los puños para sacarle el aire y volvemos a amasarla un par de minutos. Hacemos una bola de nuevo con ella y la estiramos con el rodillo de forma rectangular, como si fuésemos a hacer una empanada. Una vez estirada repartimos por encima las pepitas de chocolate, pasas , fruta confitada o frutos secos, lo que hayamos escogido para el relleno.
  5. Doblamos la masa  con la mano como si fuese un rodillo de tela en tres partes y volvemos a estirarla. Repetimos la operación una vez más y después hacemos una bola con ella, cogiendo las esquinas y sometiéndolas por debajo poco a poco hasta que vaya cogiendo la forma. Introducimos la bola en el molde ( previamente untado de aceite y forrado por los laterales con papel de horno para que no nos desborde la masa si es de los clásicos o simplemente untado en aceite si es de los desechables). Dejamos que leve en un lugar templado hasta que triplique su volumen (yo suelo dejarlo la noche entera). 
  6. Cuando la masa haya cogido altura suficiente cogemos una brocha de cocina y la pintamos por encima con leche. Hacemos un pequeño corte en forma de cruz en la superficie y horneamos a 180º aproximadamente unos 50 minutos ( a los 25 minutos de haberlo metido en el horno recomiendo taparlo por encima con papel albal para que no nos dore demasiado la superficie).
  7. Después del horneado debemos dejar enfriar el panettone boca abajo para que no pierda su forma  y la miga se mantenga intacta durante dos o tres horas. Se suele hacer cruzando unas varillas por la parte baja y colgándolo entre dos superficies. No es indispensable pero si recomendable. De esta forma tenemos listo nuestro panettone para degustar de la forma que mas nos apetezca. 

 

CON THERMOMIX

Como he mencionado en la forma tradicional las cantidades arriba indicadas dan para un panettone de tamaño bastante proporcional, de manera que si preferís uno mas estándar podéis utilizar la mitad de ingredientes o bien hacer dos panettones por separado con esas cantidades. Es importante que utilicéis un molde apto para que pueda levar, yo a veces uso uno de acero de 15 cm de diámetro y de altura y lo forro por los laterales con papel vegetal para que luego la masa no se desparrame al crecer, de manera que podéis hacer un apaño con lo que tengáis o bien comprar moldes aptos para los panettone, que pueden ser rígidos o de usar y tirar. Ejemplo de estos moldes es el de la foto superior. 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar introducimos en la thermo el agua y la leche y programamos 1 minuto a 37º en velocidad 1.
  2. Una vez templados los líquidos vamos a añadir la levadura fresca y mezclar 4 segundos en velocidad 4. 
  3. Agregamos los huevos, el azúcar, la ralladura, la mantequilla, el agua de azahar, la harina y la sal y mezclamos todo 15 segundos en velocidad 4. Después amasamos en posición espiga 6 minutos. Dejamos reposar la masa dentro del vaso durante hora y media aproximadamente. 
  4.  Una vez que la masa ha levado vamos a programar 2 minutos de amasado en velocidad espiga y mientras, agregamos poco a poco las pepitas de chocolate para que se vayan distribuyendo. 
  5.  Introducimos la masa en el molde ( previamente untado de aceite y forrado por los laterales con papel de horno para que no nos desborde  si es de los clásicos o simplemente untado en aceite si es de los desechables). La masa va a estar pegajosa, nos ayudaremos de la lengua de cocina y de una cuchara para ir introduciéndola poco a poco. Dejamos que leve durante unas horas o si es posible la noche entera.
  6. Cuando la masa haya cogido altura suficiente cogemos una brocha de cocina y la pintamos por encima con leche. Hacemos un corte en cruz por la superficie y horneamos a 180º aproximadamente unos 50 minutos ( a los 25 minutos de haberlo metido en el horno recomiendo taparlo por encima con papel albal para que no nos dore demasiado la superficie).
  7. Después del horneado se debe dejar enfriar el panettone boca abajo para que no pierda su forma durante dos o tres horas. Se suele hacer cruzando unas varillas por la parte baja y colgándolo entre dos superficies. Este último paso es opcional. Aunque no lo colguéis va a quedar estupendo de todas maneras. Aquí debajo os dejo el paso a paso en fotos por si tenéis alguna duda. Espero que os guste. 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Masa antes del primer levado.

Subida después del reposo.

Estiramos en forma rectangular.

Relleno extendido (en este caso utilicé pepitas de chocolate).

Doblamos ambos laterales de la masa hacia dentro y volvemos a estirar y doblar.

Le damos forma redonda para dejarlo reposar de nuevo ya dentro del molde.

Segundo reposo de la masa.

Subida después del segundo reposo.

 

Panettone horneado.

 

Lo dejamos boca abajo 2 o 3 horas.

 

CON THERMOMIX

 

Introducimos los ingredientes siguiendo los pasos.

 

Mezclamos ingredientes y dejamos reposar.

 

Masa levada.

 

Introducimos las pepitas y mezclamos.

 

Colocamos la masa en el molde

Segundo levado de la masa

Panettone horneado

Reposo boca abajo 2-3 horas.

 

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BIZCOCHO DE AVELLANAS

BIZCOCHO DE AVELLANAS

   

Esta semana la receta que os traigo viene cargada de uno de los frutos secos más ricos y nutritivos que nos podemos encontrar, la avellana, rica en magnesio y vitamina E y B, nutriente ideal contra el envejecimiento y gran fortalecedor del sistema nervioso.

En el jardín de mi madre tenemos un par de árbolitos que a fecha de septiembre u octubre todos los años están dejando caer cantidades considerables  de fruto en el prado. Uno de los árboles da avellanas grandes y el otro mas pequeñitas (para mi gusto más ricas) y después de recolectarlas todas tenemos un gran cúmulo para experimentar durante todo el año con ellas. Por consiguiente, para comenzar a dar uso a la nueva cosecha decidí hacer un bizcocho de avellana para estrenar este ingrediente en el blog.

El bizcocho que hoy os traigo se puede decir que es inconfundible, destaca el sabor del fruto por encima de todo, y gracias al toque de la miel, la combinación es explosiva. Suave y esponjado, es ideal para cualquier merienda o desayuno, y como siempre digo, lo casero prima por encima de lo comprado , siempre va a ser mas natural y sin conservantes. Os animo a seguir la receta y prender el horno ya, una delicia así no se puede dejar escapar…

 

  INGREDIENTES

  • 6 huevos.
  • 200 g de azúcar.
  • 100 g de miel.
  • 150 ml de aceite de girasol.
  • 2 yogures de plátano (sabor opcional).
  • 300 g de harina de trigo.
  • 200 g de avellanas tostadas y molidas. 
  • 2 sobres de levadura (tipo Royal).
  • Sal.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar este bizcocho es muy sencillo, una vez que tenemos las avellanas tostadas y molidas  hacemos la mezcla en un santiamén y lo metemos  directo al horno. Yo utilizo avellanas enteras, por tanto tengo que quitarles la cascara, hornearlas y triturarlas para añadirlas al bizcocho, pero si vosotros las vais a comprar,  podéis coger directamente un paquete con el fruto molido en el supermercado, evitando de esta manera los pasos previos.

 ELABORACIÓN

  1. Si tenemos las avellanas enteras las partimos eliminando las cascaras hasta obtener la cantidad indicada y las introducimos en la bandeja del horno. Las horneamos 20 minutos a 150º. Una vez listas las dejamos enfriar un poco y después les quitamos la piel frotándolas con las manos (si queda algún resto de piel no pasa nada). Cuando estén todas peladas  las trituramos hasta reducirlas a polvo con un molinillo o una maquina adaptada para ello. Después las reservamos. 
  2. Precalentamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Escogemos el molde que vamos a utilizar y lo engrasamos con aceite o mantequilla y un poco de harina. 
  3. Cogemos un bol grande e introducimos en él los huevos y el azúcar. Batimos con una batidora hasta blanquear la mezcla un poco. 
  4. Agregamos la miel, el aceite y los yogures (pueden ser naturales o de sabores) y seguimos batiendo hasta unificar bien todo. 
  5. Añadimos la harina, la avellana (tostada y triturada), la levadura y la sal y volvemos a batir hasta obtener una mezcla homogénea. Introducimos la materia en el molde y lo llevamos en la bandeja al segundo hueco del horno empezando por abajo. 
  6. Quitamos el calor por encima, dejando solo por abajo (para facilitar la subida)  y horneamos unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio. 
  7. Dejamos que enfríe un poco y desmoldamos con cuidado. Podemos decorarlo como más nos guste, en este caso yo lo rocié con un poco de azúcar glass. 

 

CON THERMOMIX

Con la thermomix vamos a elaborar el bizcocho de forma muy simple, además nos vendrá bien para triturar las avellanas en caso de que las tengamos enteras. 

ELABORACIÓN

  1. Si tenemos las avellanas con cascara lo primero que vamos a hacer es prepararlas para su posterior uso. Para ello picamos la cantidad indicada arriba y las extendemos por la bandeja del horno. Las horneamos unos 20 minutos a 150º y una vez fuera dejamos que enfríen un poco. Con las manos vamos frotándolas hasta que la piel se desprenda (si queda una poca no pasa nada) y acto seguido las trituramos hasta reducirlas a polvo con la thermomix. Para ello las ponemos varios segundos a velocidad progresiva hasta que quede como arenilla.
  2. Precalentamos el horno con calor por arriba y por abajo a 180º y engrasamos el molde que vamos a utilizar con aceite o mantequilla y un poco de harina. 
  3. Introducimos en la thermomix los huevos y el azúcar y programamos 6 minutos a 37º en velocidad 5.
  4. Agregamos la miel, el aceite y los yogures (pueden ser naturales o de sabores) y mezclamos 20 segundos en velocidad 3. 
  5. Por último añadimos la harina, la levadura, la avellana reducida y la sal y mezclamos 30 segundos en velocidad 4. Volcamos la mezcla dentro del molde. 
  6. Quitamos el calor del horno por la parte de arriba dejando solo que de por debajo y metemos el bizcocho en la segunda rejilla empezando por abajo. Horneamos unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio. 
  7. Una vez horneado dejamos que enfríe un poco y desmoldamos. Decoramos al gusto de cada uno, yo en este caso esparcí un poco de azúcar glass por encima. 

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CARAMELO LIQUIDO

CARAMELO LÍQUIDO

(PARA USAR EN EL MOMENTO)

 

¿Cuántas veces os habéis lanzado a elaborar un flan y cuando os quisisteis dar cuenta se os había terminado el caramelo liquido que solemos comprar en el super? ¿Os ha pasado verdad? Pues que todos los problemas sean esos, porque este tiene muy fácil solución. Puede que si la probáis hasta optéis por dejar de comprar el caramelo y a partir de ahora lo hagáis vosotros mismos. Para ello solo necesitamos un poco de azúcar y una sartén, el resto es pan comido.

Antes de comenzar con la receta quiero aclarar que hay dos tipos de caramelo que podemos elaborar, el que se utiliza en el momento (no lo podemos guardar porque en cuestión de segundos fuera del fuego cristaliza y endurece) y el que si que podemos conservar en tarros herméticos para futuros usos.  Pues bien, el que hoy voy a explicar es el del primer caso, el que vamos a usar sobre la marcha para una receta. Se puede hacer también en la thermomix pero considero que a la vieja usanza es muy sencillo y práctico también, así que prefiero enseñaros como se hace así. En la thermomix  tendríamos que utilizar otro tipo de azúcar , el invertido, y es más difícil que lo tengamos a mano en casa. Si lo queremos elaborar también es complicado que contemos con uno de sus ingredientes principales, con lo cual la escapada al supermercado sería obligatoria, y por consiguiente, pudiendo hacerlo en una sartén como toda la vida, para que nos vamos a complicar. 

Para elaborar el caramelo  hay que calentar azúcar para que sus moléculas se vayan partiendo. El uso del agua simplemente es para ralentizar el proceso, mientras el agua se va evaporando el azúcar se va partiendo poco a poco, así evitamos que vaya muy deprisa y se nos queme sin querer. De todas maneras hay que estar muy pendientes, porque en el momento que esté listo es cuestión de segundos que pase a quemado. Así mismo hemos de tener cuidado al elaborarlo porque se trabaja con mucha temperatura y una quemadura de este azúcar puede llegar a ser importante. 

Como dato curioso, os diré porque el azúcar al caramelizar una flanera  en cuestión de segundos se endurece , pero  cuando  echamos el flan y le damos la vuelta lo encontramos en estado líquido. Esto se debe a que el azúcar se disuelve o rompe cuando entra en contacto con humedad continua, de modo que si está el tiempo suficiente en sintonía con algo húmedo, en este caso el flan, se acabará diluyendo. Lo mismo ocurre cuando lo vertemos sobre un vaso de leche, revolvemos un poco y llega un momento en que se disuelve. Después de esta pequeña explicación no os entretengo más y pasamos a la receta… 

 

  INGREDIENTES Para un uso:

  • 100 g de azúcar.
  • 25  ml de agua.

ELABORACIÓN

  1.  En primer lugar ponemos el agua y el azúcar en la sartén y antes de ponerlo al fuego revolvemos un poco para mezclarlo (es muy importante removerlo antes no cuando está calentando).   A continuación prendemos el fogón a temperatura intermedia.

   

2. Una vez que prendemos el fuego no revolvemos más. Dejamos que se vaya haciendo solo , lo que sí podemos hacer es  menear un poco la sartén en el aire, pero lo mínimo. Poco a poco veremos como va cogiendo color.

 

 3. Cuando el azúcar adquiera la tonalidad dorada, esté totalmente disuelto y la consistencia liquida podremos utilizarlo para caramelizar el molde que deseemos. Si disponemos de un termometro de cocina sabremos que está listo cuando alcance los 120º. Hemos de tener en cuenta que cuanto más tiempo lo dejemos al fuego se pondrá más oscuro  y adquirirá un sabor más amargo, y si nos pasamos bastante acabará quemando y no podremos emplearlo. 

 

Así de fácil podemos obtener un caramelo para utilizar en el momento, de manera que si un día os encontráis con que se os acabó el tarro o simplemente os apetece hacerlo casero aquí tenéis las pautas tan sencillas que hay que seguir. Otro día subiré un post con la formula para hacer caramelo para conservar, de manera que  podamos guardarlo y mantenerlo líquido hasta su utilización. 

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TARTA DE LOS DOMINGOS


TARTA DE LOS DOMINGOS

 

 

Como hace ya algún tiempo que no elaboro una tarta y esta semana estuve de antojillo (me da la risa porque suelo estarlo a menudo, pero alguna excusa tengo que poner),  cogí mano de la lista de  mis recetas pendientes y me puse a la tarea con devoción.

He de reconocer que nunca había oído hablar de esta tarta, fue hace unos meses cuando una compañera de trabajo me puso al día con ella. Me dijo que era tan mítica como la tarta de la abuela. Es el típico postre que se hace muy rapidillo, utilizando esas texturas dulces que tanto nos gustan. Vamos, una tarta más de las que podemos encontrarnos en cualquier hogar un domingo cualquiera… 

Efectivamente, tenía muy buena pinta, la elaboré por aquel entonces y me encantó, estaba buenísima. Desde entonces tengo el run run en la cabeza de subirla al blog. Una cosa por otra, aún no me había puesto, así que esta semana me lance a por ello. Sobra decir que es un autentico vicio, elaboré tres tartas estos días y las estuve paseando por las casas de la familia de un lado a otro (atiborrándolos a ellos y atiborrándome yo). Cuando algo me gusta mucho acabo repitiendo la receta una y otra vez, no me canso.  

Observaciones: Esta receta esta subida hace ya varios meses y voy poco a poco actualizándola. En el día de hoy (20/02/2022) he cambiado la foto principal y he añadido el proceso de la receta al final del post también en imágenes, una a una, con todos los pasos a seguir.

 

INGREDIENTES

Para las capas de galleta:

  • 1 paquete de galletas tipo María.
  • Leche tibia para remojarlas.

Para la crema pastelera:

  • 750 ml de leche.
  • 200 g de azúcar.
  • 3 huevos.
  • 60 g de Maizena.
  • Corteza de limón y una rama de canela (para la forma tradicional).
  • Canela en polvo y corteza de limón (para la thermomix).

Para la nata montada:

  • 750 ml de nata para montar.
  • 80 g de azúcar glass.
  • 2 cdas de queso cremoso (tipo Philadelphia).

Para el toffe:

  • 150 ml de nata para cocinar.
  • 125 g de azúcar.
  • 75g de mantequilla.

 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades que están indicadas son para realizar la tarta en un molde de 24-28 cm de diámetro y dan lugar a 8-10 raciones abundantes con las que degustar un buen postre de sobremesa. Es muy sencillo de elaborar y el resultado es dulcemente exitoso.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar vamos a elaborar la crema pastelera. Para ello cogemos un cazo e introducimos en él la leche, la rama de canela y la corteza de limón. Llevamos todo a ebullición a fuego intermedio. Mientras calienta, en un bol batimos a parte  los huevos, el azúcar y la maizena. Una vez que la leche rompe a hervir retiramos la canela y la corteza y añadimos la mezcla del bol. Revolvemos con una varilla de continuo mientras la materia va espesando. Una vez que hierve y adquiere la textura cremosa podemos retirarla del fuego.
  2. Ahora que tenemos la crema vamos a empezar a componer la tarta. Cogemos el molde donde la vamos a hacer y cubrimos la base con galletas, no importa que queden huecos. Volcamos un poco de crema por encima para que reblandezcan y colocamos otra capa de galletas tapando los huecos para que queden salteadas. Volcamos el resto de la crema y alisamos un poco la superficie con una cuchara. Dejamos que espese algo durante media hora.
  3. Encima de la crema vamos a poner otra capa de galletas, esta vez con una es suficiente. Antes de esparcirlas las remojamos un poco en leche tibia para que ablanden.
  4. Una vez lista la capa de galletas vamos a por la de nata. Para ello introducimos en un bol la nata, el azúcar glass y las dos cucharadas de queso cremoso (el queso nos ayudará a espesar) y batimos sin parar hasta que monte  todo. Para que monte mejor recomiendo meter las varillas de la batidora media hora previamente en el congelador. Una vez que tenemos la nata montada (sabremos que está lista cuando cojamos un cucharada, le demos la vuelta y ésta no se caiga) la esparcimos encima de la galleta y con una cuchara vamos aplanando bien por todos lados hasta que quede la superficie lisa.
  5. Por último nos queda la crema de toffe para bañar la superficie.  En una sartén elaboramos un caramelo con el azúcar y las dos cucharadas de agua. Simplemente dejamos que se haga solo, a fuego intermedio, y sin revolver. Cuidado que no se nos queme, nada mas que esté liquido y de un color clarito ya está listo. Lo que si podemos hacer es menear un poco la sartén de vez en cuando. Cuando el caramelo esté liquido bajamos el fuego al mínimo y le vamos añadiendo poco a poco la nata de cocinar (previamente templada en el microondas). Una vez que esté mezclado añadimos la mantequilla a temperatura ambiente en trocitos pequeños revolviendo hasta que se funda bien. Ahora que tenemos el toffe lo introducimos en un recipiente de cristal y dejamos que enfríe lo suficiente. Cuando esté prácticamente frío ya podemos bañar la tarta por encima con el. Dejamos la tarta  unas horas en nevera y luego ya la tendremos lista para desmoldar y servir.

 

CON THERMOMIX

La tarta que hoy os traigo es muy sencilla de hacer, y si para encima disponemos de la thermomix los tiempos para hacer la crema pastelera, la nata montada y el toffe se reducen muchísimo, de manera que no hay excusa para no ponernos manos a la obra. Las cantidades indicadas  van acordes para un molde de 24-28 cm de diámetro y aproximadamente salen unas 8-10 raciones considerables.

 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar vamos a comenzar elaborando la crema pastelera. Para ello metemos en la thermo todos los ingredientes necesarios y la programamos 14 minutos a 90º en velocidad 3 con la mariposa colocada. Una vez que la tenemos lista retiramos la piel de limón y comenzamos a componer la tarta.
  2. Extendemos por la base del molde que vamos a utilizar galletas tipo María cubriéndola, volcamos un poco de crema en caliente por encima para que reblandezcan y extendemos otra capa de galletas tapando los agujeritos que quedan en la anterior de manera que queden las galletas salteadas. Cubrimos con el resto de crema pastelera y alisamos la superficie con una cuchara. Dejamos enfriar media hora.
  3. Cuando la crema haya espesado un poco esparcimos galletas por encima, esta vez solo una tanda, remojándolas previamente en leche tibia para que reblandezcan.
  4. Ahora que tenemos la primera capa de crema lista vamos a por la segunda, la de nata montada. Colocamos la mariposa en la thermomix una vez limpia, y agregamos los ingredientes correspondientes. La programamos a velocidad 3 1/2 sin tiempo, hasta que monte bien. Hay que tener cuidado de no pasarse y parar la maquina cada poco para que no se corte. Sabremos que esta montada cuando al coger una cucharada y darle la vuelta la nata no caiga. Una vez lista la extendemos por encima de las galletas reblandecidas y alisamos bien con una cuchara por encima presionando por todos lados para que no queden huecos.
  5. Tenemos la capa de crema y la de nata extendidas, con lo cual ahora solo nos hace falta darle un baño de toffe por encima. Para ello hacemos un caramelo con el azúcar y dos cucharadas de agua en la sartén. Lo dejamos a fuego intermedio hacerse solo, sin revolver. Podemos menear un poco la sartén de cuando en cuando. Cuidado de no quemar el caramelo, porque sino le daría mal gusto a la tarta. En el momento en que esté liquido, con un color clarito, estaría listo. Mientras se hace introducimos en la thermo, una vez limpia, la nata y la mantequilla y programamos 2 minutos a 100º en velocidad 4. Cuando el caramelo esté liquido programamos la thermo 2 minutos más a 100º en velocidad 1 y vamos añadiéndolo por el bocal poco a poco. Cuando termine introducimos el toffe en un bol de cristal y dejamos que enfríe. En el momento que ya esté  frío ya podemos bañar la tarta con el y dejarla en nevera unas horas o hasta el día siguiente , cuando desmoldaremos y serviremos al gusto.

 

PROCESO DE ELABORACION PASO A PASO

 

1.Cubrimos la superficie con galletas.

 

2. Cubrimos las galletas con la mitad de la crema pastelera y alisamos la superficie.

3. Intercalamos otra capa de galletas.

4. Cubrimos las galleta con el resto de la crema pastelera y alisamos la superficie.

5. Intercalamos la ultima tanda de galletas , esta vez previamente reblandecidas en leche tibia.

6. Elaboramos la crema de nata, la extendemos y alisamos la superficie.

7. Hacemos el caramelo en una sartén y acabamos de elaborar el toffe en ella si lo hacemos de forma tradicional o en la thermomix si la vamos a utilizar.

8. Una vez que obtenemos el toffe dejamos que enfríe completamente.

9. Cuando el toffe esté frío lo extendemos por la superficie, dejamos que la tarta repose un poco y a la nevera.

 

10. Resultado final.

 

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FLAN DE HIGOS

FLAN DE HIGOS

 

 

¡Estamos en plena temporada de higos! ¿Que quiere decir esto? Pues que no debemos desaprovechar la oportunidad que este árbol tan especial , la higuera, nos brinda. Nada como la fruta de temporada casera para hacer miles de recetas diferentes, tanto en cocina como en repostería.

Hace unos días subí el post de la mermelada  de higo, muy rica para el desayuno o merienda , untada en unas tostaditas  con un poco de queso. Esta semana decidí hacer una receta utilizando la anterior como ingrediente principal. Después de darle vueltas, pensé que un buen flan era la opción ideal . Oteando por Internet (me encanta coger ideas de otros usuarios, hacer mezclas y enredar con mi toque personal) , me fijé en que la mayoría de las recetas de flan de higos las disponen  como el típico flan de huevo al baño María, solo que agregando higos confitados, secos, etc. Sin embargo a mi se me antojó hacer un flan diferente, sin baño María, cremoso y con ese sabor a higo que tiene que coger el protagonismo, de manera que me puse a experimentar…

El resultado fue ¡optimo!, dispuse los ingredientes comunes, cuaje el flan con nata y queso dándole textura cremosa  y añadí la mermelada para rematarlo con un sabor diferente y exquisito, ya que es el que prevalece por encima de todo. Sin duda, es una de las recetas de las que me siento más orgullosa.

Os animo a crear este delicioso flan y si tenéis en vuestro poder higos y os apetece hacer la mermelada casera, aquí os dejo el enlace para elaborarla fácilmente.   https://midulcepecado.com/mermelada-de-higos/

 

 

INGREDIENTES 

(Para 10 comensales)

  • 650 ml de leche entera.
  • 650 ml de nata para montar (recomiendo la de Pascual).
  • 400 gr de queso cremoso (tipo Philadelphia).
  • 4 huevos.
  • 450 g de mermelada de higo.
  • 3 1/2 sobres de cuajada.
  • Caramelo líquido.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Suelo hacer los postres de tamaño generoso, las cantidades que están marcadas dan aproximadamente para diez comensales, de manera que si queréis hacer un flan un poco más recatado, de tamaño estándar, os recomiendo hacerlo en base a tres huevos, en vez de cuatro.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar, una vez que hemos escogido un  molde, vamos a bañarlo con caramelo líquido. Si optamos por hacerlo casero aquí os dejo el método más practico  https://midulcepecado.com/caramelo-liquido/
  2. A continuación disponemos de una cacerola grande e introducimos en ella el resto de ingredientes. Cogemos la batidora y batimos todo hasta que quede un mezcla homogénea.
  3. Llevamos la mezcla a ebullición a fuego intermedio. Removemos constantemente con una varilla y una vez que rompa a hervir esperamos un par de minutos y la retiramos del fuego.
  4. Volcamos la mezcla en el molde caramelizado y dejamos que enfríe unas horas o hasta el día siguiente en nevera.
  5. Una vez cuajado procedemos a desmoldarlo sobre la base donde lo vamos a servir. Para darle un toque decorativo podemos por ejemplo cortar unos higos a la mitad y colocarlos en la superficie. Con estos sencillos pasos ya tenemos nuestro flan listo para sorprender.

 

CON THERMOMIX

Vuelvo a recalcar para los que vayáis a utilizar la thermomix que las cantidades que arriba índico dan para un flan de tamaño considerable (diez comensales mas o menos) de manera que si lo queremos hacer un poco más estandar, utilizaremos las cantidades en base a tres huevos en vez de cuatro. Con la thermo podréis observar que elaborar este flan es muy sencillo, apenas nos llevará unos minutos.

ELABORACIÓN

  1. Escogemos el molde que vamos a utilizar y lo bañamos con caramelo líquido. Si lo queremos hacer casero en este post os muestro la manera https://midulcepecado.com/caramelo-liquido/
  2. Introducimos en la thermo el resto de ingredientes. Programamos 20 minutos ,a 100º en velocidad 3.
  3. Una vez transcurrido el tiempo volcamos la mezcla en el molde y dejamos que cuaje unas horas o hasta el día siguiente en nevera.
  4. Cuando el flan ya esté cuajado podemos proceder a desmoldarlo sobre una base firme. Como ornamentación en este ejemplo he cortado unos higos por la mitad y los he puesto en la superficie , pero hay mil maneras de decorar al  gusto de cada uno, eso si, un consejo cuando nos hallamos en este menester, «a veces menos es mas´´, no por cuanto mas adorno le metamos va a quedar más bonito… a veces con un par de elementos queda mucho mas fino el decorado.

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