OREJAS DE CARNAVAL

OREJAS DE CARNAVAL

 

 

 

 

Hoy vengo a la carga con un postre gallego. Resulta que hace unas semanas una de mis cuñadas me agrego a un grupo de repostería gallega de Facebook en el que me dijo que colgaban unos postres de escandalo. Rápidamente le di a aceptar y le eche un vistazo. Así a priori me impactaron muchísimo las imágenes de los dulces que los usuarios colgaban, literalmente se me caía la baba con algunas publicaciones. Luego me metí en algunas recetas y la verdad que me llamó mucho la atención la repostería de esta zona, tiene todo muy buena pinta. Contiene recetas muy destacadas de Galicia pero se pueden colgar de cualquier tipo. Os voy a dejar aquí el enlace por si os apetece echarle un vistazo e incorporaros al grupo https://www.facebook.com/groups/lambonadasdegalicia 

La cuestión es que hace unas semanas, durante los días de carnaval, los usuarios de este grupo en concreto empezaron a colgar sus dulces de temporada. Los mas publicadas eran las filloas (lo que aquí conocemos como frixuelos), las flores y las orejas. He de confesar que una repostera asidua como yo nunca antes había visto las orejas y me picó el gusanillo. Empecé a navegar por Google, a ojear diferentes recetas y procedimientos y me animé a hacerlas. Mirando los ingredientes que mas se utilizan, versioné a mi manera la elaboración y me puse manos a la obra. El resultado, espectacular. He de decir que nos encantaron las orejas y creo que se van a convertir en el referente de nuestro carnaval a partir de ahora (y fuera de fechas probablemente también caigan de vez en cuando).

Para entrar un poco en materia os diré que las orejas de carnaval o «orellas de entroido´´ son un postre tradicional tanto de la zona de Galicia como de León. Reciben este nombre porque se les suele dar la forma de oreja a la hora de freírlas, pero al final  tampoco tiene mucha importancia, le podemos dar el aspecto que mas nos guste. Se trata de una masa frita compuesta principalmente por harina, manteca, huevo, leche, agua, limón, aceite y canela. En la versión que hoy os  traigo he utilizado mantequilla en vez de manteca de cerdo y ralladura de naranja en vez de limón, podéis utilizar lo que mas a mano tengáis. Al final, una vez que les damos la forma a las orejas y las freímos, espolvoreamos un poco de azúcar glass y canela por encima y están de muerte. Os animo a probarlas y que me contéis que tal os han salido ¡Espero que os gusten tanto como a nosotros!

 

INGREDIENTES

  • 500 g de harina de trigo.
  • 1 huevo grande o dos pequeños.
  • 100 g de mantequilla.
  • 100 g de azúcar glass (normal para la thermomix).
  • 50 ml de leche entera.
  • 50 ml de agua.
  • 80 ml de anís.
  • Ralladura de naranja.
  • Canela y azúcar glass para espolvorear.
  • Sal.

 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar las orejas de carnaval es muy sencillo. Solo debemos unificar todos los ingredientes hasta conseguir una masa, darle un poco de reposo, estirar y freír. La masa es muy manejable, y una vez que estén en la sartén es dorarlas un poquito nada mas. Con ingredientes básicos del todo vamos a obtener una buena merendola.

 

ELABORACION

  1. En primer lugar comenzamos introduciendo en un bol la mantequilla (a temperatura ambiente), el agua, la leche, la ralladura de naranja, el huevo, el azúcar, el anís y la sal. Con la ayuda de una batidora mezclamos todo bien hasta que no queden grumos.
  2. Agregamos la harina y vamos a integrarla bien en la mezcla manualmente hasta obtener una masa homogénea. Es una masa muy manejable, no debería de quedar pegajosa, se trabaja y moldea muy bien. Hacemos una bola con ella, la enfilmamos y la dejamos reposar una hora a temperatura ambiente.
  3. Pasado el tiempo de reposo vamos a ir moldeando las orejas. Podemos ir dándoles la forma y friendo todo a la vez. Cogemos porciones de masa y con la ayuda de un rodillo las estiramos muy finas, como si fueran papel. Cuanto mas finas mas ricas están. La masa no se debería pegar, pero si así fuera podemos utilizar un poco de aceite para estirarla y bañar el rodillo.  Con la ayuda de un cuchillo o herramienta de cortar vamos ir haciendo formas indefinidas tirando a triangulares, de manera que le podamos dar forma plegando el vértice, aunque la forma tampoco es muy importante, yo al final le acabé dando la que surgió sobre la marcha.
  4. Calentamos abundante aceite en una sartén y a temperatura media vamos a ir friéndolas vuelta y vuelta hasta que estén doraditas, se hacen bastante rápido. Como observareis se crean burbujitas en la masa, es totalmente normal. Según las vamos sacando las colocamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y las espolvoreamos con un poquito de azúcar lustre y canela.  Recomiendo comerlas el mismo día que es cuando mas sabrosas están. De todas maneras para guardarlas mejor en latas o envases con cierre hermético.

 

CON THERMOMIX

En tres sencillos pasos vamos a obtener la masa de las orejas. Una vez reposada le damos forma, freímos y espolvoreamos con azúcar y canela.

 

ELABORACION

  1. En primer lugar introducimos la mantequilla en la Thermomix. Si preferimos usar la manteca de cerdo en vez de mantequilla también nos valdría. Programamos un minuto a 37º en velocidad 2.
  2. Añadimos el huevo, el azúcar, la leche, el agua, el anís, la sal y la ralladura de naranja y mezclamos 20 segundos en velocidad 2.
  3. Por último agregamos la harina y amasamos en espiga 2 minutos. Una vez lista la masa la volcamos sobre la mesa de trabajo y la boleamos. Enfilmamos la bola y la dejamos reposar una hora a temperatura ambiente.
  4. En el momento en que la masa esta reposada le quitamos el papel film y vamos a darle forma. Veremos que es muy manejable, no es necesario espolvorear harina para estirarla pues se trabaja muy bien con ella tal cual está. En caso de utilizar usaríamos aceite tanto para la mesa como para el rodillo. Cogemos pequeñas porciones y las estiramos con el rodillo  muy finas, como si fuera papel. Cuanto mas fina sea la masa mas ricas van a estar.  Recortamos piezas irregulares tirando a  triangulares, de manera que le podamos dar un poco de forma plegando el vértice. De todas maneras la forma no importa mucho, le podemos dar la que mas nos apetezca. Abajo os muestro las fotos del proceso para que os hagáis una idea.
  5. Calentamos abundante aceite en una sartén y vamos friendo las piezas vuelta y vuelta hasta que estén doraditas. Se fríen bastante rápido, de manera que podemos ir friendo y estirando masa y recortando todo a la vez. Un truco que leí a una bloguera y que me gusto mucho para que el aceite no se nos requeme y se mantenga limpio es introducir un trozo de piel de naranja o limón dentro mientras cocinamos, cambiándolo por otro en el momento en que se ponga negro.
  6. Mientras las piezas están friendo, veremos que se forman burbujitas en la masa. Es normal, es así como deben de quedar. Sacamos las piezas una vez fritas sobre papel absorbente y espolvoreamos en caliente un poco de azúcar lustre y canela por encima. Un buen café y una orejitas hacen una buena combinación para las tardes de carnaval.

 

Masa de las orejas

Estirado y recorte de las piezas

Fritura vuelta y vuelta

 

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PASTAS DE AVELLANA

PASTAS DE AVELLANA

 

 

Días de invierno al pie de una chimenea o cocina caliente, días de verano en un jardín soleante a la vera de una piscina o en una mesita al aire libre. Una taza de la que sale un humo que se va perdiendo en el horizonte, un aroma que nos trae alegría y nos invita a soñar. Unas figuras redondas acompañando la escena. Frutos secos por doquier… Me encanta el momento de la merienda casera, la tarde que esté donde esté me siento con un buen café y algo dulce, rico y diferente.

No suelo comer dulce todos los días (aunque me encantaría), por semana intento cuidarme un poquito con comidas sanas, verduras, carnes y pescados cocinados al vapor, cocidos, al horno o a la plancha, fruta etc  y el fin de semana tiendo a pegarme algún capricho culinario con algo mas de aporte calórico  y una buena merienda casera. Aprovecho estas meriendas para hacer mis experimentos que luego comparto en el blog.

A veces elaboro algún postre para alguna comida o merienda familiar, en las  que pecamos todos de buena manera, y otras como es en este caso, simplemente hago algo para acompañar el cafelito de la tarde, momento que disfruto como una niña pequeña comiendo su primera gominola o porción de chocolate.

Precisamente para esos momentos de relax, donde estas acompañado del aroma de un buen café o el sabor sabroso de un cola-cao, infusión , lo que se tercie en el momento, esta receta es ideal para aunarlos en sintonía.

Solemos tener avellana de arboles de casa todo el año, por tanto a la hora de enredar en la cocina recurro a menudo a ella. Hacía tiempo que no hacía pastas y la verdad que nunca había incorporado avellanas en ellas, así que se me ocurrió rabilar un poco por estos menesteres. Navegué  ojeando recetas para tomar ideas y al final me puse a la práctica .  Tengo que decir que no tenía grandes expectativas al respecto, pensé que saldría algo muy corriente, pero la verdad es que me sorprendió el resultado. Son de esas recetas que elaboras pensando en «a ver que sale´´ y de repente dices «recetón para repetir muchas mas veces ´´.

Puedo asegurar que las pastas están espectaculares, el sabor que le aporta la avellana es increíble. Si os apetece sorprender en algún desayuno o merienda, os recomiendo dejaros caer por este blog. Se elaboran de forma muy sencilla y con rapidez. Si os ha entrado aunque sea un poquito de  curiosidad, aquí os dejo el proceso, espero que lo disfrutéis.

 

INGREDIENTES

(25 UNIDADES  APROXIMADAMENTE)

  • 250 g de harina de trigo.
  • 120 g de azúcar glass (o normal en thermomix).
  • 175 g de mantequilla en pomada.
  • 125 g de avellana cruda (con o sin piel).
  • Ralladura de naranja.
  • Huevo para pintar y avellanas enteras para decorar.

 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Obtener estas pastas de avellana de forma tradicional es muy sencillo. No lleva nada de tiempo y después de un pequeño reposo, darles forma es lo mas divertido. La verdad es que ha sido todo un descubrimiento, con toda la avellana que cae en mis manos a lo largo del año creo que a partir de ahora  las voy a elaborar a menudo.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar cogemos la harina y  hacemos un volcán con ella sobre la mesa donde vamos a trabajar la masa. En el centro del volcán añadimos el azúcar glass, la mantequilla (a temperatura ambiente), la ralladura de naranja y la avellana cruda triturada. La avellana podemos utilizarla con piel o sin ella. En mi caso lo aproveché todo. Si la tenemos entera la trituraremos con un molinillo o robot de cocina.
  2. Con las manos vamos a ir integrando todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Cuando este bien mezclado todo hacemos una bola con ella, la enfilmamos y la llevamos una hora a la nevera.
  3. Una vez pasado el tiempo de reposo en nevera cogemos un rodillo. Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y por encima de la masa y vamos estirándola poco a poco hasta obtener el grosor que le queramos dar a las pastas.
  4. Cogemos el corta-pastas que mas nos guste, recortamos las piezas y las colocamos sobre papel de horno en la bandeja hasta terminar toda la masa. No es necesario dejar mucha separación entre unas y otras ya que las pastas no van a crecer durante el horneado.
  5. Batimos un huevo y pincelamos la superficie con él. Si queremos decorarlas un poco cogemos avellanas enteras y vamos colocándolas en el centro de cada pasta a nuestro gusto.
  6. Horneamos a 180º con calor por arriba y por abajo unos 15-20 minutos aproximadamente. Cuando estén doradas por arriba las sacamos y dejamos que enfríen. Si nos fijamos salen blanditas pero una vez que enfrían ya tienen la consistencia que define una buena pasta.

 

CON THERMOMIX

Elaborar la masa de avellanas con la thermomix  solo nos llevará tres pequeños pasos. Una vez que la tenemos le damos un pequeño reposo en nevera y nos ponemos en modo rodillo en la masa.

  1. En primer lugar introducimos en la thermomix el azúcar y lo pulverizamos 1 minuto en velocidad progresiva 5-10 hasta convertirlo en azúcar glass.
  2.  A continuación agregamos la avellana entera (con o sin piel, tanto da) y la trituramos 15 segundos en velocidad progresiva 5-8.
  3. Por último añadimos la mantequilla, la harina, la ralladura de naranja y si tenemos y nos apetece, un poco de esencia de vainilla. Mezclamos todo 30 segundos en velocidad 6. Volcamos la masa sobre la mesa de trabajo, la terminamos de integrar bien con las manos y hacemos una bola con ella. La enfilmamos y la llevamos a la nevera durante una hora.
  4. Una vez pasado el tiempo de reposo sacamos la masa de la nevera . Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y alrededor de  la masa y con un rodillo la extendemos al grosor que mas se acerque a nuestras expectativas a la hora de hacer la pasta.
  5. Escogemos el corta-pastas que mas nos guste y vamos recortando las piezas y posándolas sobre papel de horno en la bandeja. No es necesario dejar separación entre unas y otras ya que las pastas no van a crecer durante el horneado.
  6. Pincelamos con un poco de huevo batido la superficie de cada una de ellas y para ornamentarlas, podemos incrustar en el centro de cada una, una avellana. Horneamos a 180º con calor por arriba y por abajo unos 15-20 minutos o hasta que estén doraditas por la superficie. Al sacarlas van a estar muy blandas, por eso debemos esperar a que enfríen para trasladarlas, cuando ya tienen  la textura adecuada. Si queremos hacer gran cantidad se conservan muy bien en las latas de pastas de toda la vida o envases cerrados herméticamente.

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MERMELADA DE NARANJA

MERMELADA DE NARANJA

 

¿Cuantas veces os ha regalado algún kilo de fruta algún familiar o conocido de su cosecha propia? De repente os veis con mucha cantidad junta que sabeis que no vais a poder terminar antes de que se estropee y os da mucha pena que se eche a perder. Pues para estos casos la solución es muy sencilla. Con un poquito de limón y algo de azúcar podeis aprovechar cualquier genero para hacer una rica mermelada.

Ahora en esta época, el naranjo que mi madre tiene en el jardín de casa está repleto de naranjas, son chiquitinas pero con fundamento. De golpe se junta una gran cantidad de ellas  y su hija ya está frotándose las manos pensando en darles uso. A parte de hacer unos ricos zumos para el desayuno ¿que tal si empezamos a mondarlas y hacemos mermelada con ella?

Hay dos variedades, podemos elaborarla dulce o mas bien amarga. Todo depende de la cantidad de carne blanca que rodea los gajos que integremos. A mayor cantidad que empleemos más amarga saldrá, va al gusto de cada uno. También podemos optar por dejarla grumosilla y con los trocitos de piel integrada o por triturarla del todo si no nos gustan los tropezones. De una manera o de otra el resultado es el mismo. 

Mi desayuno diario consiste en unas tostadas de pan integral con un poco de queso crema y de mermelada acompañadas de un cafecito. Por ello cada vez que cae en mis manos una cantidad de fruta determinada hago mermelada, reparto por la familia unos tarros y me guardo otros. De esta manera no la compro en todo el año, voy enlazando siempre una tras otra. Para poder consumirla así es necesario utilizar tarros apropiados, bien esterilizados y cocerlos  siempre al baño María después de rellenarlos para hacerles el vacío y conservarlos sin que se estropee la mermelada.  Si os apetece probar una poca aquí os dejo en  varios pasos el proceso a seguir. 

 

INGREDIENTES (Para 3 tarros)

  • 1 kg de naranjas (ya peladas).
  • 800 g de azúcar.
  • 20 ml de zumo de limón.
  • Ralladura de las naranjas

 

DE FORMA TRADICIONAL

A la hora de elaborar cualquier tipo de mermelada lo único que necesitamos es la fruta que hemos escogido, el azúcar y el limón que hará la función de conservante. Una vez que tenemos estos tres ingredientes el proceso es pan comido, todo queda en manos de una buena cocción, que siempre obtendremos al encontrar el punto optimo en el que hemos de retirar la mermelada del fuego.  A continuación veréis lo sencillo que es. 

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar comenzaremos lavando las naranjas por fuera y secándolas con un paño. 
  2. Una vez secas, cogemos un  rallador y vamos rallando la piel en tiras finas sobre un plato para poder añadirlas durante la cocción. 
  3. Posteriormente comenzamos a pelar las naranjas. Si nos gusta la mermelada un poco amarga añadiremos un poco de la parte blanca que las rodea, sino la quitaremos lo máximo posible. Eliminamos la piel de fuera, las pepitas si las tienen y cortamos en gajos cada naranja. 
  4. En una pota o cacerola vamos a añadir un kilo de gajos, el azúcar, la ralladura de las naranjas  y el zumo de limón. Llevamos todo a ebullición a fuego intermedio, revolviendo de vez en cuando aproximadamente durante una hora. A partir de ese momento debemos encontrar el punto óptimo en el que ya podemos retirarla del fuego. 
  5. Para saber cuando está lista podemos hacer una prueba sencilla (este truco se lo leí a otra bloguera). Antes de ponernos a pelar las naranjas metemos un plato pequeño al congelador y llegados a este punto lo sacamos. Cogemos una pequeña muestra de la mermelada y la colocamos en el plato. Al estar muy frió en dos minutos  cogerá la textura con la que se va a quedar al enfriar . Si vemos que esta muy líquida la seguimos cociendo un poco mas y si nos gusta  ya la podemos retirar del fuego. 
  6. En este momento ya tenemos lista nuestra mermelada. Examinamos que grosor y textura tiene. Si nos gusta mas reducida la trituramos un poco (hay personas que no les gusta que tengan muchos tropezones).
  7. Por ultimo solo nos queda envasar la mermelada  y hacerle el bañó María si no la vamos a consumir en poco tiempo (es muy importante para su conservación).  Los tarros deben de estar esterilizados, debemos lavarlos en el lavavajillas o hervirlos en una pota con agua. Una vez esterilizados y secos podemos rellenarlos con la mermelada y cerrarlos bien con las tapas apropiadas. Cuando estén rellenos y bien cerrados vamos a introducir los tarros en una pota y a cubrirlos enteros de agua. Los llevamos a ebullición y una vez que el agua hierva los dejamos mínimo 15 minutos mas. Pasado ese tiempo los retiramos y de esta manera ya podemos conservar la mermelada durante varios meses sin que se nos estropee. Así de fácil…

 

  CON THERMOMIX

La thermomix nos viene genial para hacer este tipo de recetas, ya que así nos olvidamos de estar vigilando y revolviendo cada poco durante la cocción. La programamos y ella misma se encarga de hacer toda la tarea. Así que si tenéis mucha fruta que se os va a acabar perdiendo, sea del tipo que sea, no hay escusa, aprovechar para hacer una rica mermelada con ella. El proceso vais a ver que es muy sencillo. 

ELABORACIÓN

  1. Comenzamos lavando las naranjas bien y secándolas con un paño por fuera. 
  2. Con un rallador vamos rallando toda la piel de la fruta  en tiras finas y la reservamos.
  3. Pelamos las naranjas. Si nos gusta la mermelada algo amarga vamos a dejar la carne blanca que las rodea, sino eliminaremos la máxima posible. Una vez mondadas les sacamos las pepitas si tiene, las cortamos en cuatro trozos y los integramos en la thermomix. 
  4. Añadimos a la thermo el azúcar y el zumo de limón y trituramos 10 segundos en velocidad 6. Agregamos posteriormente la ralladura de piel en tiras finas y cerramos la thermo sin el cubilete pero con el cestillo puesto por fuera para evitar salpicaduras y para ayudar a que la mezcla evapore mejor.  Programamos la maquina 40 minutos en velocidad 2 y posición varoma. 
  5. Una vez transcurrido el tiempo debemos de comprobar la textura para ver si es la correcta. Para ello vamos a coger una cucharadita y ponerla sobre un plato frío (previamente metido en nevera o congelador). De esta manera en dos minutos enfriará y podremos ver como quedaría. Si vemos que está un poco liquida programamos unos minutos mas.
  6. Ahora que la mermelada esta cocida nos fijamos en el grosor que tiene, y si la queremos reducir un poco (hay personas que no les gustan mucho los tropezones) pues le damos unos golpes de turbo hasta que este a nuestro gusto. Después de este punto solo nos queda envasarla y pasarla por el baño María si queremos que dure unos meses.
  7. Para envasarla debemos  de utilizar tarros apropiados y estos deben de estar esterilizados (para ello podemos darles un hervor en agua o lavarlos en el lavavajillas). Una vez secos al aire libre podemos rellenarlos con la mermelada y cerrarlos con las tapas de manera correcta (deben cerrar bien). Si la vamos a comer en unos días podemos dejarla así, pero si pretendemos regalarla o queremos que nos aguante durante meses tenemos que ponerla al baño María. Para ello introducimos los tarros en una pota y los llenamos de agua hasta que queden cubiertos. Los llevamos al fuego y una vez que el agua hierba esperamos 15 minutos como mínimo y ya los podemos retirar. De esta manera le hacemos el vació y evitamos que se estropee, acordaros que vale más siempre prevenir que lamentar. 

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MAGDALENAS DE NATA

MAGDALENAS DE NATA

 

 

¿A quien no le presta de vez en cuando hundir una flota de magdalenas en el colacao o con el café poco a poco hasta que se van sumergiendo en el estomago? ¿Sois de los míos verdad? Pues la receta que hoy os facilito nos viene genial para este buen menester.

¿Que son técnicamente lo que hoy en día conocemos como magdalenas? Hoy vamos a hablar de ello. Podríamos definir de forma resumida que las magdalenas son pequeñas porciones de bizcocho (ya que llevan los mismos ingredientes) servidas en moldes de forma individual. Eso sí, no debemos confundir nunca las magdalenas con los muffins o con los cupcakes. ¿Y en que difieren unos de otros os preguntareis? Pues muy sencillo, aprovecho este post para aclarar las diferencias en unos  puntos concisos:

  • A la hora de elaborar las magdalenas solemos utilizar aceite, mientras que para los muffins empleamos generalmente mantequilla.
  • El secreto de la magdalenas, que deben adquirir un buen copete, está en el batido, debemos de insistir en el mismo, mientras que los muffins son menos esponjosos y necesitan menos batido (no tienen tanto copete).
  • Las magdalenas son siempre dulces mientras que los muffins pueden ser dulces o salados.
  • Por último, la diferencia mas evidente que podemos ver entre las magdalenas, muffins y los cupcakes es que los cupcakes suelen venir ornamentados por encima de diversas formas, con azúcar multicolor, fondant, chocolate, cremas, galletas…

Ahora que tenemos claro en que difieren estos tres recursos vamos a proceder con la receta. En esta ocasión he optado por hacer unas magdalenas de nata aprovechando la coyuntura, ya que me han regalado unos botes de nata casera, extraída manualmente de la leche de vaca. Con ingredientes muy básicos, veréis que resultado tan espectacular obtenemos.

 

INGREDIENTES

Para 18 unidades:

  • 400 g de harina de trigo.
  • 270 g de azúcar.
  • 200 ml de aceite de girasol.
  • 250 ml de nata liquida para montar.
  • 4 huevos.
  • 1 sobre de levadura en polvo.
  • Ralladura de naranja.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades arriba indicadas nos dan aproximadamente para unas 18 capsulas de tamaño generoso. Tenemos varios tipos para elegir en el mercado, siendo las mas usuales las de papel de horno fino arrugado, papel gordo (son las que he usado) o las de silicona, siempre a gusto de cada uno. Lo que si recomiendo es introducirlas en bandejas de horno de magdalenas ya que así evitaremos que se nos desparrame la masa y nos quede mejor forma (sobre todo para las de papel fino).

 

ELABORACIÓN

  1. Cogemos un bol, introducimos los huevos y el azúcar y con la batidora batimos consistentemente hasta blanquear la mezcla (es muy importante que el batido sea extenso).
  2. Añadimos la ralladura de naranja, la nata y el aceite y volvemos a batir.
  3. Agregamos la levadura y la harina y mezclamos con la varilla a mano hasta que quede todo bien unificado.
  4. Nos hacemos con una manga pastelera y boquilla lisa y la rellenamos con la masa. Llenamos las capsulas con la manga, dejando libre un tercio  de su capacidad y cuando las tengamos todas rellenas las introducimos en la nevera mínimo una hora.
  5. Una vez que han reposado en nevera precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo.  A la hora de introducir las magdalenas las posamos en la segunda rejilla del horno empezando por abajo, con calor solo por debajo y bajando a 200º la temperatura.
  6. Dejamos aproximadamente de 15 a 20 minutos que se hagan por dentro, el tiempo siempre va en función del tamaño de las capsulas. Si son grandes a los 15 minutos ponemos solo calor por arriba para que terminen de dorar un par de minutos y  estarían listas para sacar.

 

CON THERMOMIX

A continuación vamos a ver como se obtienen estas deliciosas magdalenas en unos sencillos pasos con la thermomix. Para lograr un gran copete en las magdalenas aconsejo respetar los tiempos de batido en la masa y el tiempo de reposo de las capsulas  en la nevera (ya que el impacto del frío de la nevera al calor del horno ayuda a propulsar la masa hacia arriba).

ELABORACIÓN

  1. Colocamos la mariposa en la thermo e introducimos los huevos y el azúcar. Programamos 8 minutos a 37º en velocidad 3.
  2. Agregamos la ralladura de naranja y anotamos 7 minutos mas a velocidad 3 pero esta vez sin temperatura.
  3. Añadimos la nata y el aceite y marcamos 4 minutos en velocidad 2.
  4. Vertemos la harina y la levadura y mezclamos un poco a mano con la espátula para unificar algo los ingredientes. Para rematar mezclamos con la maquina 5 segundos a velocidad 6.
  5. Acoplamos la masa en una manga pastelera o bien utilizamos una cuchara.   Rellenamos las capsulas, dejando libre un tercio  de su capacidad y después las dejamos reposar una hora en la nevera.
  6. Precalentamos el horno a 220º por arriba y por abajo. Una vez reposada la masa introducimos las magdalenas en la segunda rejilla del horno solo con calor por abajo a 200º unos quince-veinte minutos, en función del tamaño de las capsulas. Si éstas son grandes a los quince minutos recomiendo poner solo calor por arriba para que dore el copete un par de minutos.

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ROSCÓN DE REYES

ROSCÓN DE REYES 

 

Relleno de crema pastelera, con fruta confitada y azúcar escarchado.

 

Decoración de chocolate.

Decoración de chocolate.

 

Más opciones de decoración.

 

Sin relleno

 

El roscón de reyes, como todos sabéis, es un dulce muy típico de la navidad que se sirve el  6 de enero, tanto en el desayuno como en la merienda para festejar el día de los reyes magos (Melchor, Gaspar y Baltasar), que tras el nacimiento de Jesús de Nazaret vinieron desde oriente para entregarle oro, incienso y mirra como obsequios de gran riqueza simbólica.

Este roscón tan apreciado, está constituido de una masa dulce redonda en forma de donut grande, adornada con azúcar escarchado y fruta confitada principalmente, aunque hoy en día podemos encontrar decoración de chocolate muy variopinta.  Puede ir relleno o no, si es así, se suele utilizar para ello  una crema pastelera, trufa, nata montada  o alguna variante mas.

Cabe destacar que  uno de los ingredientes que lo diferencian de otras masas es el agua de azahar , que se obtiene a través de la destilación de los pétalos de la flor de azahar de naranjo amargo aportándole un sabor muy característico. Otro de los aspectos a señalar en este dulce es la tradición de añadir en su interior varias figuritas como obsequio y una haba seca (se dice que el que la encuentre debe pagar ese roscón o el del año siguiente).  Hoy en día podemos ver regalos en miniatura de toda índole e incluso hay quien añade algo de dinero camuflado para darle un toque innovador y diferente (de ello se hacen eco grandes pastelerías entregando una cantidad considerable en un único roscón de todos los que disponen a la venta). Una buena técnica de marketing en mi opinión.

Lo que si está claro, es que es uno de los dulces más representativos de estas fechas que no falta en las mayoría de los hogares el día de reyes.  Por ello, hoy os traigo una versión del roscón para que todos podáis hacerlo en vuestras casas de forma muy sencilla y natural. Siempre que respetéis unos buenos tiempos de levado, vais a obtener esta delicia de reyes para sorprender a toda la familia. Y lo mejor de todo, es que al día siguiente se sigue manteniendo muy tierno y esponjoso. ¿Os apetece hacer la prueba?

 

INGREDIENTES

Para la masa madre

  • 40 ml de leche entera.
  • 5 g de levadura fresca.
  • 70 g de harina de fuerza.

Para la masa normal

  • 40 ml de leche entera.
  • 50 g de mantequilla.
  • 15 g de levadura fresca.
  • 400 g de harina de fuerza.
  • 2 huevos.
  • 90 g de azúcar glasé.
  • 40 g de miel.
  • Ralladura de limón.
  • Ralladura de naranja.
  • 30 ml de agua de azahar.
  • 1 pizca de sal.

Para la crema pastelera

  • 3 huevos.
  • 60 g de maizena.
  • 180 g de azúcar.
  • 750 ml de leche entera.
  • Piel de un limón.
  • Canela en rama.

Para el almíbar

  • 100 ml de agua.
  • 100 g de azúcar.

Ornamentación

  • Huevo para pintar.
  • Fruta escarchada.
  • Azúcar humedecido.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de reyes de un tamaño bien proporcionado para 8 comensales. Os aconsejo que el día antes de hornear  dejéis hecha la crema pastelera, el almíbar y el roscón ya con su forma dada  para que leve durante toda la noche. Es muy importante respetar los tiempos de reposo para que aumente su tamaño.

 

ELABORACIÓN

Crema pastelera

  1. Lo primero de todo que vamos a hacer es la crema pastelera, ya que esta debe permanecer en la nevera unas horas antes de ser utilizada. Para ello cogemos una cazuela e introducimos en ella la leche junto con  la piel de un limón y  una rama de canela. Lo llevamos a ebullición a fuego intermedio.
  2. Mientras va calentando, en un bol a parte, batimos el azúcar, los huevos y la maizena.
  3. Una vez que la leche rompe a hervir retiramos la piel del limón y la rama de canela y añadimos dentro la mezcla del bol.  Removemos constantemente hasta que de nuevo hierva  y veamos que va adquiriendo textura cremosa.
  4. Volcamos la mezcla en un recipiente  y tapamos a ras con papel film. Cuando enfríe un poco la llevamos a la nevera unas horas para que vaya espesando.

Almíbar.

  1. Ahora vamos a elaborar el almíbar para calar el roscón una vez horneado, lo haremos en este instante porque también se debe utilizar en frío. Cogemos un cazo e introducimos dentro el agua y  el azúcar. Lo llevamos a ebullición y una vez que rompa a hervir lo retiramos del fuego. Cuando enfríe un poco lo guardamos en el frigorífico.

Masa madre.

  1. Tenemos ya elaborada la crema pastelera y el almíbar. Es en este momento cuando comenzamos a hacer la masa. Primero elaboraremos la masa madre, y una vez que la tengamos , con ella formaremos la masa final. Obtener la masa madre es muy sencillo. Templamos la leche en un bol y disolvemos posteriormente la levadura fresca dentro. Añadimos la harina y amasamos con las manos  un poco. Hacemos una bola pequeña con la masa y la introducimos en un reciente con agua templada unos diez minutos. Veremos que pasado este tiempo la masa madre está flotando en el agua, entonces ya podemos pasar a realizar la masa final. 

Masa final del roscón.

  1. Ya hemos elaborado la masa madre, ahora vamos a utilizarla para crear la masa del roscón. Calentamos la leche junto con la mantequilla hasta templarla y disolvemos dentro la levadura. Hacemos un volcán con la harina y agregamos en su interior la mezcla anterior, la masa madre y el resto de ingredientes de la masa final. Mezclamos todo poco a poco a mano hasta formar una bola con la masa. La masa aparentemente esta algo pegajosa, debemos evitar el exceso de harina extra en lo posible. Una vez que tenemos la bola formada la vamos a dejar reposar dos o tres horas tapada con un paño en la zona más cálida de la casa.
  2. Cuando la masa haya reposado el tiempo suficiente vamos a volver a mezclarla  un poco con las manos  para sacarle los gases. Después la boleamos bien como una pelota. Con un dedo hacemos un agujero en el centro y le vamos dando forma de donut grande poco a poco de manera manual. Debemos de hacerlo amplio, teniendo en cuenta que en el tiempo de reposo al que le vamos a someter de nuevo tiene que doblar su volumen y en el horno posteriormente crecerá más. Cuanto mas amplio mejor mantendremos el agujero del medio abierto en el horno. Colocamos el roscón en la bandeja sobre papel sulfurizado y lo dejamos reposar varias horas dentro del horno apagado. Yo recomiendo que se quede toda la noche levando para hornearlo al día siguiente por la mañana (preferiblemente el día de su consumo).

Montaje.

  1. Transcurridas varias horas veremos que la masa del roscón ha aumentado su tamaño. Por lo tanto, vamos a comenzar a pintarlo de huevo con una brocha y colocar la decoración escogida. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  2. Una vez que el roscón está horneado lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  3. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Después de todo este proceso de elaboración ya tenemos listo nuestro roscón de reyes para su consumo. Si  queremos añadir  alguna sorpresita por dentro yo aprovecho para camuflarla dentro de la crema pastelera en el momento de extenderla.

 

CON THERMOMIX

A la hora de elaborar el roscón de reyes si tenemos la thermomix podemos agilizar los tiempos de proceso para obtener tanto la crema pastelera, como el almíbar y la masa. Recomiendo crear estos tres elementos el día antes de su consumo para poder dejar que repose la masa  toda la noche y proceder al horneado y al montaje al día siguiente por la mañana. Así nos aseguraremos que el esponjado sea suficiente. Las cantidades arriba indicadas dan lugar a un roscón de 8 raciones de tamaño considerable.

 

ELABORACIÓN

 

Crema pastelera.

Vuelvo a recalcar que es conveniente hacerla con tiempo ya que debe utilizarse cuando se encuentre fría y espesa.

  1. Introducimos en la cubeta la leche, la corteza de limón y el palito de canela. Programamos 7 minutos a 90º en velocidad 1. Una vez listo retiramos la corteza y la canela. Si se nos ha quedado algún trozo de la rama de canela podemos colar la leche para que quede totalmente limpia. 
  2. Añadimos los huevos, el azúcar y la maizena. Mezclamos unos segundos a velocidad 4  y programamos 11 minutos a 90º en velocidad 3 con la mariposa.
  3. Vertemos la crema en un bol de cristal y tapamos con film a ras. Dejamos enfriar hasta el día siguiente o unas horas antes de ser utilizada.

Almíbar.

Recomiendo al igual que la crema hacerlo con tiempo para utilizarlo una vez que esté frio.

  1. Introducimos en la thermo el agua y el azúcar. Programamos 10 minutos a 100º en velocidad 1.
  2. Una vez que enfríe lo reservamos en la nevera.

Masa madre.

Debemos elaborar la masa madre y la masa final con tiempo suficiente para que leve durante varias horas. Por ello recomiendo dejar el roscón toda una noche reposando una vez que tiene su forma dada.

  1. Introducimos en la thermo la leche un minuto y medio a 50º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 4 segundos en velocidad 1.
  3. Añadimos la harina  y programamos 45 segundos en modo espiga. Cogemos la masa y con las manos le damos forma redonda. Introducimos la bola en un bol con agua templada unos diez minutos. Pasado este tiempo veremos que la masa madre está flotando en el agua.

Masa final del roscón.

  1. Introducimos en la thermo la leche, la mantequilla y la miel 2 minutos a 37º en velocidad 1.
  2. Agregamos la levadura y mezclamos 5 segundos en velocidad 4.
  3. Añadimos la harina, el azúcar, los huevos, las ralladuras de limón y naranja, el agua de azahar , la sal y la masa madre escurrida y programamos 6 minutos en velocidad espiga.
  4. Dejamos reposar la masa dentro del vaso cerrado un par de horas.
  5. Una vez reposada la sacamos a la mesa y la trabajamos con las manos. Le sacamos los gases, la amasamos y hacemos una  bola con ella. Con un dedo hacemos un agujero en el interior y vamos dándole forma de donut grande. Haremos el agujero amplio, dado que hay que tener en cuenta que dobla su volumen durante el segundo levado y vuelve a aumentar en el horneado. Colocamos el roscón con su forma ya definida sobre papel sulfurizado en la bandeja y lo dejamos reposar dentro del horno apagado unas horas o si es posible una noche entera.

Montaje. Una vez que tenemos la crema pastelera y el almíbar fríos y la masa del roscón ha estado levando durante horas podemos proceder a montar el roscón relleno.

  1. Con una brocha pintamos de huevo todo el roscón por la parte superior y vamos distribuyendo la decoración que hemos escogido. 
  2. Una vez que lo tenemos listo lo vamos a llevar al horno a 170º unos 20 minutos. Un truco cuando vamos pillados de tiempo y la masa no subió lo suficiente en el reposo es introducirla un rato en el horno a 50º hasta que aumente lo suficiente, sacarla, poner el horno a 170 º y cuando esté caliente volver a meterla el tiempo estipulado. Y otro consejillo para mantener bien el agujero del centro y que no se nos cierre es meter una flanera de horno pequeña en el centro durante el horneado.
  3. Cuando el roscón esté horneado  lo dejamos enfriar un poco y después con un cuchillo de sierra lo abrimos por la mitad. Cogemos  la crema pastelera, la removemos un poco para que este algo blanda y rellenamos una manga con boquilla rizada o lisa con ella . Distribuimos la crema por la base de la parte de abajo del roscón y lo tapamos con la parte de arriba.
  4. Ahora que tenemos relleno el roscón vamos a darle un baño con una brocha con el  almíbar que tenemos reservado calando por encima poco a poco. Así le aportaremos sabor y brillo. En un vaso mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de agua para humedecerlo y podemos repartirlo también por encima para culminar con un toque de nieve. Si le vamos a agregar alguna sorpresita y la haba yo suelo camuflarlas entre la crema pastelera cuando la extiendo. Así de fácil obtenemos nuestro propio roscón de reyes.

 

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BIZCOCHO DE NARANJA

BIZCOCHO DE NARANJA

 

 

¿Quién no ha hecho alguna vez un bizcocho de yogur y naranja?

Una de las primeras recetas que aprendemos en cocina cuando somos pequeños y nos entra el antojo de hacer algo dulce en casa, ¿os dais cuenta que siempre suele ser la del bizcocho? Que tendrán estos dulces que siempre nos encandilan…

Cuando le preguntamos a nuestra madre, abuela o el referente que tengamos en ese momento para tomar nota casi siempre nos presentan una receta  de bizcocho de yogur, ¿verdad?  Hay miles de versiones pero es la que probablemente se elabora más por los hogares. Tal vez por su buen sabor, por su sencillez en el proceso o por que solicita  ingredientes que siempre solemos tener a mano. No importa el porqué,  la cuestión es que todas ellas están buenísimas y todos llegamos a la conclusión que como el bizcocho casero no hay ninguno,,,

Aquí os presento una versión que está para chuparse los dedos, no falla en el desayuno cada poco tiempo. Os pongo las medidas de dos maneras, para los que tenéis pesa en gramos y para los que no en medidas de envase de yogur.

 

INGREDIENTES 

  • 2 yogures naturales.
  • 6 huevos.
  • Azúcar  400 g o 4 envases.
  • Ralladura de naranja.
  • Zumo de dos naranjas.
  • Harina 330 g o 6 envases.
  • Aceite 180 ml o 2 envases.
  • 2 Sobres de levadura tipo Royal.
  • Sal.

 

DE FORMA TRADICIONAL

ELABORACIÓN

  1. Programamos el horno a 180º  por arriba y por abajo y engrasamos el molde que vamos a utilizar con aceite o margarina y harina.
  2. Cogemos un bol grande e introducimos en él los huevos y el azúcar. Batimos con batidora hasta blanquear un poco la mezcla.
  3. Añadimos el aceite, la ralladura de naranja, el zumos de las dos naranjas y los yogures. Seguimos batiendo hasta unificar bien todo.
  4. Agregamos la harina, la sal y la levadura y batimos de nuevo hasta que quede bien mezclado.
  5. Quitamos el calor de arriba en el horno de manera que solo pegue por abajo y colocamos el bizcocho en la segunda rejilla  empezando por abajo.
  6. Horneamos aproximadamente unos 40 minutos o hasta que pinchando con un cuchillo o palillo este nos salga seco del todo.
  7. Una vez fuera del horno esperamos unos minutos y desmoldamos.

Consejos a la hora de hornear un bizcocho. Cuando el bizcocho empieza a subir en el horno y  lleva un pedazo, solemos ojear  a través del cristal,  y cuando no sabemos si está listo , si le falta poco o mucho, a veces nos mata la curiosidad y tenemos la manía de abrir el horno y pinchar. Pues hay que evitarlo en la medida de lo posible o al menos en los primeros 30 minutos de horneado hasta que coja consistencia porque sino corremos el riesgo de que el bizcocho se nos venga abajo. Vamos a darle tiempo para que suba y esponje bien.

 

CON THERMOMIX

 

ELABORACIÓN

Con la thermomix la fórmula sigue siendo igual de sencilla. Una vez que hemos engrasado  el molde que vamos a utilizar con grasa y harina y ponemos el horno en marcha a 180º por arriba y por abajo, (en el momento de introducir el bizcocho lo dejaremos solo por abajo), nos disponemos a elaborar la mezcla de la siguiente manera.

  1. Introducimos en el vaso el azúcar, los huevos, la ralladura y el zumo de las dos naranjas. Programamos 6 minutos a 37º, en velocidad 5.
  2. Añadimos el aceite y los yogures y mezclamos 20 segundos a velocidad 3.
  3. Incorporamos la harina , la levadura y la sal y marcamos  30 segundos a velocidad 4.
  4. Vertemos la mezcla en el molde engrasado . Bajamos el calor solo a la parte de abajo y colocando la bandeja en la segunda rejilla horneamos unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio.
  5. Cuando esté listo dejamos enfriar unos minutos y desmoldamos.

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