VENERA

VENERA

 

VENERA DE ALMENDRA

VENERA DE AVELLANA

VENERA DE NUEZ

 

La venera es uno de esos dulces poco comunes que son típicos de determinadas regiones y no suelen conocerse en un ámbito un poco más extenso. En este caso he podido comprobar que no se sabe de su existencia  ni en otros lugares de la misma provincia.

El otro día le enseñe la venera a una amiga que es cocinera y le gusta mucho la repostería y me preguntó si era un conjunto de galletas dulces por la forma que podía observar. Nada que ver…  Le expliqué que eran muy típicas de dos regiones de aquí de Asturias y me dijo que nunca en la vida las había visto. ¿Qué curioso verdad? A veces no conocemos muchas de las especialidades ya no digo de otros países sino de nuestro propio entorno.

Cabe destacar que en Asturias tenemos concejos donde han nacido grandes recetas y son muy famosas por ellas, y dado que al igual que mi amiga hay mucha gente que no conoce este gran dulce hoy os voy a hablar un poco de él para darle algo mas de alcance aquí, en otras localidades españolas y en otros países (me consta que tengo algunos  suscriptores extranjeros).  Si alguno os animáis a elaborarla por favor os pido que me mandéis una foto y me digáis si os ha gustado.

¿Que podemos decir de la venera? Pues podemos empezar explicando que es un postre muy típico de dos regiones del occidente de Asturias, Navia y Boal. No está muy claro en cual de las dos es originaria la receta, pues llevan muchos años cuestionándose el liderazgo y cada una tiene su propia forma de elaborarla. La venera está formada por la mezcla de tres ingredientes, un fruto seco, azúcar y huevo. Tiene una forma estructurada y  se presenta tostada sobre una base de papel de oblea.

Se comenta que la diferencia entre ambas regiones es que en Boal las elaboran exclusivamente de almendra y esta debe de estar tostada antes de mezclarla, mientras que en Navia las realizan también con avellanas y nueces y cuando utilizan la almendra, no la tuestan previamente. De una manera u otra puedo dar fe de que cualquiera de ellas están buenísimas y tienen gran repercusión por ambas zonas (en Navía la venera tiene hasta su propio festival).

Hasta hace poco no le tenía cogido el punto a la receta, puesto que es muy importante tener en cuenta algún detalle a la hora de elaborar. Por ejemplo que los huevos tienen que ser pequeños para coger una buena textura y que el tiempo de horneado es muy relativo , es importante no pasarnos de la cuenta…

Este verano hemos pasado las vacaciones en uno de los pueblos de Boal. Una vecina que era de allí le enseño a hacer la venera al estilo Boalés a una de mis  cuñadas, después yo observe como ella hacía una en casa y ahora ya le tengo pillado el punto. No hay receta que se resista a base de observar y aprender. Así que si os apetece probar una de estas delicias, aquí os dejo los pasos de forma muy simplificada que habéis de llevar a cabo. Espero que os gusten.

 

INGREDIENTES

  • 500 g de fruto un seco (almendra, nuez o avellana).
  • 400 g de azúcar.
  • 2 huevos pequeños.
  • Papel de oblea.

Para la decoración:

  • Cerezas confitadas.
  • 1 clara de huevo.
  • 200 g de azúcar glass (normal para la thermomix).

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar las veneras es muy sencillo, únicamente  llevan tres ingredientes, hay que conjugarlos y darles forma. Solo cambian un poco los tiempos de horneado del fruto seco y de la venera posteriormente según la que hayamos elegido. Escogemos la que mas nos apetezca y una vez unificados los ingredientes el montaje es igual para todas.

 

ELABORACION

  1.  El primer paso que debemos hacer es preparar el fruto seco para    posteriormente poder utilizarlo. Escogemos el que mas nos guste y nos ponemos a ello. Almendra: Si escogemos la almendra recomiendo comprarla laminada y cruda. Estiramos el medio kilo por la bandeja del horno y la tostamos durante 10-15 minutos con calor solo por arriba a 170º hasta  que esté doradita. Dejamos que enfríe y con la ayuda de un robot de cocina o molinillo la trituramos de manera que quede fina pero tampoco en exceso (como la sal gorda aproximadamente).Avellana: Si nos gusta mas la avellana vamos a utilizar medio kilo de este fruto (sin los cascos). Estiramos todas las avellanas en la bandeja del horno y las tostamos con calor por arriba y por abajo a 180º durante 20 minutos aproximadamente (veremos que las pielecillas se empiezan a desprender). Dejamos que enfríen, les quitamos la piel y las trituramos con un molinillo o robot de cocina hasta reducirlas finas (al tamaño de la sal gorda). Nuez: Si al contrario apostamos por esta venera, una vez que tenemos el medio kilo de nueces (sin cascos), las esparcimos por la bandeja del horno y las tostamos a 180º con calor por arriba y por abajo durante aproximadamente 10 minutos. Dejamos que enfríen y con la ayuda de un molinillo o robot de cocina trituramos todo hasta reducirlo bien (al tamaño de la sal gorda).
  2.  Como ya tenemos el fruto seco preparado para ser utilizado, lo introducimos dentro de un bol grande y añadimos los 400 g de azúcar y dos huevos de tamaño pequeño. Es importante el tamaño de los huevos por que van a definir la textura y la facilidad a la hora de darle forma. Con las manos vamos a ir mezclando los tres ingredientes varios minutos hasta que quede todo bien integrado. No tiene que quedar una masa ni una bola homogénea pero si estar bien mezclado. Cogemos una porción y hacemos un churro con ella. La masa tiene que ser  flexible. Si se agrieta demasiado es que le falta algo de huevo, entonces añadiremos una yema a la masa y volveremos a mezclarla bien.
  3.  Forramos con papel de oblea o bien una bandeja de cartón de tartas (de las que se pueden hornear) o directamente sobre la bandeja del horno mas o menos a un diámetro de 30 cm en redondo, o en cuadrado si la oblea es cuadrada,  como mas os apetezca. Podemos jugar con la oblea según el tamaño, poner dos, recortar, etc.  Sobre esa base iremos poniendo la masa de la venera.
  4. Ahora viene el momento de las manualidades. Cogemos una porción pequeña de masa y sobre la mesa la tratamos como si fuese plastilina. Hacemos un churro del grosor de una croqueta alargado y formamos un aro. Ponemos el aro en medio de la base de oblea y a partir de ahi vamos cogiendo porciones, haciendo churros y formando un dibujo sobre la oblea. Podemos hacer una flor y pétalos alrededor, todo aros, cuadrados, lo que mas nos apetezca… Debemos de tener en cuenta que la masa crece un poco en el horneado, por eso evitaremos que los espacios  sean muy pequeños, sino se pegaría por todos lados.
  5.   Una vez que tenemos toda la masa sobre la oblea la introducimos a mitad de horno a 180º. Si la venera es de almendra le pondremos 15 minutos de horneado. Si es de avellana 20 minutos y si es de nuez 12 minutos. A base de hacer le iremos cogiendo el tiempo ideal dependiendo del horno. Es importante no pasarse de la cuenta porque aunque al salir del horno si la tocamos la masa sale muy blandita se va endureciendo poco a poco mientras enfría.
  6. Fuera del horno dejamos que la venera enfríe y una vez fría procedemos a la decoración. Cogemos cerezas confitadas (yo las parto por la mitad pero va a gusto de cada uno) y las vamos colocando por huecos o por donde mas nos guste. A parte cogemos un bol seco, introducimos en él los 200 gramos de azúcar glass y una clara (importante que no se cuele nada de yema) y con una batidora vamos a ir batiendo hasta conseguir un glaseado que nos sirva para decorar. Cuando coja una textura con la que podamos dibujar cargamos una manga con boquilla muy fina lisa con el glaseado y vamos haciendo líneas sobre la oblea al gusto.

De esta manera tenemos listo nuestro postre occidental , esta muy rico acompañado de un buen cafecito y en mi opinión personal al día siguiente me sabe incluso mucho mejor . Se conserva varios días tapado a temperatura ambiente.

 

CON THERMOMIX

En esta receta utilizaremos la thermomix solamente para triturar el fruto seco que hemos escogido y a última hora para obtener el glaseado real para la decoración. El resto de la receta es exactamente igual que de forma tradicional.

ELABORACION

  1. El primer paso que debemos hacer es preparar el fruto seco para    posteriormente poder utilizarlo. Escogemos el que mas nos guste y nos ponemos a ello.  Almendra: Si escogemos la almendra recomiendo comprarla laminada y cruda. Estiramos el medio kilo por la bandeja del horno y la tostamos durante 10-15 minutos con calor solo por arriba a 170º hasta  que esté doradita. Dejamos que enfríe, introducimos todo en la thermomix y  trituramos apretando el botón del turbo durante seis segundos.  Avellana: Si nos gusta mas la avellana vamos a utilizar medio kilo (sin los cascos). Estiramos todas las avellanas en la bandeja del horno y las tostamos con calor por arriba y por abajo a 180º durante 20 minutos aproximadamente (veremos que las pielecillas se empiezan a desprender). Dejamos que enfríen, les quitamos la piel y las trituramos con la thermomix apretando el botón del turbo durante 8 segundos.   Nuez: Si al contrario apostamos por esta venera, una vez que tenemos el medio kilo de nueces (sin cascos), las esparcimos por la bandeja del horno y las tostamos a 180º con calor por arriba y por abajo durante aproximadamente 10 minutos. Dejamos que enfríen y con la thermomix lo trituramos todo con el botón del turbo durante 8 segundos aproximadamente.
  2.  Como ya tenemos el fruto seco preparado para ser utilizado, lo introducimos dentro de un bol grande y añadimos los 400 g de azúcar y dos huevos de tamaño pequeño. Es importante el tamaño de los huevos por que van a definir la textura y la facilidad a la hora de darle forma. Con las manos vamos a ir mezclando los tres ingredientes varios minutos hasta que quede todo bien integrado. No tiene que quedar una masa ni una bola homogénea pero si estar bien mezclado. Cogemos una porción y hacemos un churro con ella. La masa tiene que ser  flexible. Si se agrieta demasiado es que le falta algo de huevo, entonces añadiremos una yema a la masa y volveremos a mezclarla bien.
  3.  Forramos con papel de oblea o bien una bandeja de cartón de tartas (de las que se pueden hornear) o directamente sobre la bandeja del horno mas o menos a un diámetro de 30 cm en redondo, o en cuadrado si la oblea es cuadrada,  como mas os apetezca. Podemos jugar con la oblea según el tamaño, poner dos, recortar, etc.  Sobre esa base iremos poniendo la masa de la venera.
  4. Ahora viene el momento de las manualidades. Cogemos una porción pequeña de masa y sobre la mesa la tratamos como si fuese plastilina. Hacemos un churro del grosor de una croqueta alargado y formamos un aro. Ponemos el aro en medio de la base de oblea y a partir de ahí vamos cogiendo porciones, haciendo churros y formando un dibujo sobre la oblea. Podemos hacer una flor y pétalos alrededor, todo aros, cuadrados, lo que mas nos apetezca… Debemos de tener en cuenta que la masa crece un poco en el horneado, por eso evitaremos que los espacios  sean muy pequeños, sino se pegaría por todos lados.
  5.   Una vez que tenemos toda la masa sobre la oblea la introducimos a mitad de horno a 180º. Si la venera es de almendra le pondremos 15 minutos de horneado. Si es de avellana 20 minutos y si es de nuez 12 minutos. A base de hacer le iremos cogiendo el tiempo ideal dependiendo del horno. Es importante no pasarse de la cuenta porque aunque al salir del horno si la tocamos la masa sale muy blandita se va endureciendo poco a poco mientras enfría.
  6. Fuera del horno dejamos que la venera enfríe y una vez fría procedemos a la decoración. Cogemos cerezas confitadas (yo las parto por la mitad pero va a gusto de cada uno) y las vamos colocando por huecos o por donde mas nos guste. Introducimos en la thermomix los 200 gramos de azúcar , los reducimos a glass con unos golpes de turbo y añadimos la clara de huevo. Colocamos la mariposa y programamos 4 minutos a 37º en velocidad 3 1/2. Nos hacemos con una manga pastelera con boquilla lisa y muy fina e introducimos el glaseado. Vamos haciendo líneas con el glaseado sobre la masa a nuestro gusto hasta decorarla por completo.

Como apunte final os puedo decir que la venera está muy rica para merendar acompañada de un buen café o chocolate, e incluso me atrevería a decir que está muchísimo mas deliciosa reposada al día siguiente. Podemos conservarla a temperatura ambiente durante varios días tapada.

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PASTAS DE AVELLANA

PASTAS DE AVELLANA

 

 

Días de invierno al pie de una chimenea o cocina caliente, días de verano en un jardín soleante a la vera de una piscina o en una mesita al aire libre. Una taza de la que sale un humo que se va perdiendo en el horizonte, un aroma que nos trae alegría y nos invita a soñar. Unas figuras redondas acompañando la escena. Frutos secos por doquier… Me encanta el momento de la merienda casera, la tarde que esté donde esté me siento con un buen café y algo dulce, rico y diferente.

No suelo comer dulce todos los días (aunque me encantaría), por semana intento cuidarme un poquito con comidas sanas, verduras, carnes y pescados cocinados al vapor, cocidos, al horno o a la plancha, fruta etc  y el fin de semana tiendo a pegarme algún capricho culinario con algo mas de aporte calórico  y una buena merienda casera. Aprovecho estas meriendas para hacer mis experimentos que luego comparto en el blog.

A veces elaboro algún postre para alguna comida o merienda familiar, en las  que pecamos todos de buena manera, y otras como es en este caso, simplemente hago algo para acompañar el cafelito de la tarde, momento que disfruto como una niña pequeña comiendo su primera gominola o porción de chocolate.

Precisamente para esos momentos de relax, donde estas acompañado del aroma de un buen café o el sabor sabroso de un cola-cao, infusión , lo que se tercie en el momento, esta receta es ideal para aunarlos en sintonía.

Solemos tener avellana de arboles de casa todo el año, por tanto a la hora de enredar en la cocina recurro a menudo a ella. Hacía tiempo que no hacía pastas y la verdad que nunca había incorporado avellanas en ellas, así que se me ocurrió rabilar un poco por estos menesteres. Navegué  ojeando recetas para tomar ideas y al final me puse a la práctica .  Tengo que decir que no tenía grandes expectativas al respecto, pensé que saldría algo muy corriente, pero la verdad es que me sorprendió el resultado. Son de esas recetas que elaboras pensando en «a ver que sale´´ y de repente dices «recetón para repetir muchas mas veces ´´.

Puedo asegurar que las pastas están espectaculares, el sabor que le aporta la avellana es increíble. Si os apetece sorprender en algún desayuno o merienda, os recomiendo dejaros caer por este blog. Se elaboran de forma muy sencilla y con rapidez. Si os ha entrado aunque sea un poquito de  curiosidad, aquí os dejo el proceso, espero que lo disfrutéis.

 

INGREDIENTES

(25 UNIDADES  APROXIMADAMENTE)

  • 250 g de harina de trigo.
  • 120 g de azúcar glass (o normal en thermomix).
  • 175 g de mantequilla en pomada.
  • 125 g de avellana cruda (con o sin piel).
  • Ralladura de naranja.
  • Huevo para pintar y avellanas enteras para decorar.

 

 

DE FORMA TRADICIONAL

Obtener estas pastas de avellana de forma tradicional es muy sencillo. No lleva nada de tiempo y después de un pequeño reposo, darles forma es lo mas divertido. La verdad es que ha sido todo un descubrimiento, con toda la avellana que cae en mis manos a lo largo del año creo que a partir de ahora  las voy a elaborar a menudo.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar cogemos la harina y  hacemos un volcán con ella sobre la mesa donde vamos a trabajar la masa. En el centro del volcán añadimos el azúcar glass, la mantequilla (a temperatura ambiente), la ralladura de naranja y la avellana cruda triturada. La avellana podemos utilizarla con piel o sin ella. En mi caso lo aproveché todo. Si la tenemos entera la trituraremos con un molinillo o robot de cocina.
  2. Con las manos vamos a ir integrando todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Cuando este bien mezclado todo hacemos una bola con ella, la enfilmamos y la llevamos una hora a la nevera.
  3. Una vez pasado el tiempo de reposo en nevera cogemos un rodillo. Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y por encima de la masa y vamos estirándola poco a poco hasta obtener el grosor que le queramos dar a las pastas.
  4. Cogemos el corta-pastas que mas nos guste, recortamos las piezas y las colocamos sobre papel de horno en la bandeja hasta terminar toda la masa. No es necesario dejar mucha separación entre unas y otras ya que las pastas no van a crecer durante el horneado.
  5. Batimos un huevo y pincelamos la superficie con él. Si queremos decorarlas un poco cogemos avellanas enteras y vamos colocándolas en el centro de cada pasta a nuestro gusto.
  6. Horneamos a 180º con calor por arriba y por abajo unos 15-20 minutos aproximadamente. Cuando estén doradas por arriba las sacamos y dejamos que enfríen. Si nos fijamos salen blanditas pero una vez que enfrían ya tienen la consistencia que define una buena pasta.

 

CON THERMOMIX

Elaborar la masa de avellanas con la thermomix  solo nos llevará tres pequeños pasos. Una vez que la tenemos le damos un pequeño reposo en nevera y nos ponemos en modo rodillo en la masa.

  1. En primer lugar introducimos en la thermomix el azúcar y lo pulverizamos 1 minuto en velocidad progresiva 5-10 hasta convertirlo en azúcar glass.
  2.  A continuación agregamos la avellana entera (con o sin piel, tanto da) y la trituramos 15 segundos en velocidad progresiva 5-8.
  3. Por último añadimos la mantequilla, la harina, la ralladura de naranja y si tenemos y nos apetece, un poco de esencia de vainilla. Mezclamos todo 30 segundos en velocidad 6. Volcamos la masa sobre la mesa de trabajo, la terminamos de integrar bien con las manos y hacemos una bola con ella. La enfilmamos y la llevamos a la nevera durante una hora.
  4. Una vez pasado el tiempo de reposo sacamos la masa de la nevera . Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y alrededor de  la masa y con un rodillo la extendemos al grosor que mas se acerque a nuestras expectativas a la hora de hacer la pasta.
  5. Escogemos el corta-pastas que mas nos guste y vamos recortando las piezas y posándolas sobre papel de horno en la bandeja. No es necesario dejar separación entre unas y otras ya que las pastas no van a crecer durante el horneado.
  6. Pincelamos con un poco de huevo batido la superficie de cada una de ellas y para ornamentarlas, podemos incrustar en el centro de cada una, una avellana. Horneamos a 180º con calor por arriba y por abajo unos 15-20 minutos o hasta que estén doraditas por la superficie. Al sacarlas van a estar muy blandas, por eso debemos esperar a que enfríen para trasladarlas, cuando ya tienen  la textura adecuada. Si queremos hacer gran cantidad se conservan muy bien en las latas de pastas de toda la vida o envases cerrados herméticamente.

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POLVORONES DE AVELLANA

POLVORONES DE AVELLANA

 

 

Todas las navidades me da  por avasallar a la familia con un dulce en particular con mis útiles de cocina. Las navidades pasadas me lancé de cabeza a hacer turrón. Este año, sin embargo, a parte del turrón, mi cerebro de azúcar escogió elaborar polvorones como un poseso (soy el terror calórico de la familia).

Ya había colgado anteriormente receta de polvorones de canela, así que para variar un poco y teniendo en cuenta la gran cantidad de avellana de casa que tenemos decidí probar a hacer los de avellana. Me gustó mucho el resultado y eso es lo peor que le puede pasar a una adicta de la repostería. Puedo bautizar estas navidades como las navidades del «polvorón´´.

Son muy sencillos de elaborar, solo se trata de mezclar ingredientes hasta conseguir una masa de color tierra, pringosa (pero no en exceso), enfriar un poco la masa en nevera para poder trabajar con ella, darles forma y hornear. Lo único que hay que tener en cuenta es que los polvorones son muy delicados (se deshacen con solo mirarlos), entonces hay que trasladarlos a la bandeja con suma delicadeza y después del horneado no manipularlos hasta que estén bien fríos.

A la hora de darles forma, podemos utilizar el corta-pastas  (o varios de ellos) que tengan el grosor que mas nos apetezca, y si tenéis alguno con forma navideña , mejor que mejor. Una vez que los polvorones están preparados si queremos que aguanten bastantes días es muy sencillo si los metemos en las típicas latas de pastas o cualquier recipiente que cierre herméticamente.

 

INGREDIENTES

(Para 20 unidades de tamaño estandar)

  • 500 g de harina de trigo.
  • 250 g de avellana tostada.
  • 220 g de azúcar glass (con thermomix la normal).
  • 190 g de manteca de  cerdo.
  • 60 ml de aceite de oliva.
  • Canela molida.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar estos polvorones con nuestras manos no es tarea difícil. Solo se trata de mezclar ingredientes y con un corta-pastas darles forma. ¿Suena sencillo, verdad? Pues si ya tenéis todos los ingredientes a mano vamos a ver como encaminarlos hacia el horno fácilmente.

ELABORACIÓN

  1. En primer lugar debemos de tener todos los ingredientes a punto para elaborar la masa. Comenzaremos preparando la avellana y la harina. Si la avellana esta entera, debemos quitarle los cascos y hornearla a 180º unos 20 minutos o hasta que la pielecilla se empiece a desprender. Dejamos que enfríe un poco y le quitamos la piel. Por otro lado, debemos extender la harina en la bandeja de horno y hornearla unos 30 minutos a 200º revolviéndola de vez en cuando. Una vez dorada dejamos que enfríe. Recomiendo preparar la avellana y la harina el día antes de elaborar los polvorones para que ambas estén bien frías.
  2. Ahora que tenemos todos los ingredientes listos comenzamos con la elaboración. Sobre la mesa vertemos la harina ,la manteca de cerdo y el aceite y con las manos vamos mezclando bien hasta unificarlo todo.
  3. Añadimos la avellana triturada sobre la mezcla (debemos triturarla con un robot de cocina o molinillo), el azúcar glass y la canela y seguimos mezclando con las manos e integrando todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea que debe quedar pringosa pero no en exceso. Formamos una bola con la ayuda extra de un poco de harina, la enfilmamos y la llevamos una hora mínimo a la nevera.
  4. Pasado el tiempo oportuno sacamos la masa de la nevera y sobre la mesa enharinada la extendemos con un rodillo al grosor que mas nos apetezca (sobre unos 2 cm esta bien). Con la ayuda de un corta-pastas vamos cogiendo las piezas y las posamos sobre la bandeja del horno con delicadeza y sin necesidad de dejar mucho espacio entre ellas ya que no van a aumentar de tamaño.
  5. Horneamos los polvorones a 180º colocando la bandeja en la tercera rejilla empezando por abajo  unos 15 minutos o hasta que doren por arriba y luego los sacamos y sin cambiarlos ni tocarlos dejamos que enfríen primero.
  6. Una vez fríos podemos espolvorearlos con azúcar glass y traspasarlos a un recipiente. Si queremos conservarlos aguantan muchos días dentro de cualquier lata o envase que cierre herméticamente.

 

CON THERMOMIX

Con thermomix, una vez que tenemos la avellana ya tostada, elaborar la masa de los polvorones va a ser pan comido. Escogemos el  cortapastas que más nos guste para darle forma a las piezas (podemos aprovechar si tenemos alguno con forma navideña) y nos ponemos manos al polvorón.

ELABORACIÓN

  1. Lo primero de todo antes de empezar la receta es tener los ingredientes dispuestos. Como la avellana la necesitamos pelada y tostada, si la tenemos entera debemos prepararla. Quitamos los cascos y la horneamos a 180º unos 20 minutos o hasta que la pielecilla empiece a desprenderse. Dejamos que enfríe un poco y le quitamos la piel.
  2. Otro de los ingredientes que necesitamos antes de ponernos a elaborar la masa es la harina, pero tostada. Para ello la introducimos en la thermo y programamos 30 minutos a 100º en velocidad 4. Una vez lista la llevamos a un recipiente y dejamos que enfríe (al igual que al tostar la avellana recomiendo hacerlo el día antes para que ambas estén frías al utilizarlas).
  3. Una vez que la harina y la avellana están frías podemos comenzar a elaborar la masa. Introducimos en la thermo el azúcar y lo convertimos en glass triturando 30 segundos en velocidad progresiva 6-10.
  4. Añadimos la avellana tostada y trituramos 30 segundos en velocidad 6.
  5. Agregamos la manteca (temperatura ambiente), el aceite y la canela y mezclamos 10 segundos en velocidad 5.
  6. Añadimos la harina y damos varios golpes de turbo para que la masa mezcle bien. Nos ayudamos de la lengua para bajar los restos de los laterales. Sacamos la masa sobre la mesa y con las manos terminamos de mezclar bien y hacemos una bola. La masa debe estar pringosa, así que nos ayudaremos de un poco de harina para darle forma sin que se nos pegue. Enfilmamos la bola y la llevamos una hora mínimo a la nevera.
  7. Sacamos la bola de polvorón de la nevera y sobre la mesa enharinada vamos a ir extendiéndola con un rodillo al grosor que mas nos apetezca para darle forma (sobre unos 2 cm esta bien).
  8. Cogemos el corta-pastas  que hayamos escogido para darle forma y vamos calcándolo sobre la masa. Pillamos las piezas con cuidado porque se deshacen fácilmente y las llevamos a la bandeja de horno (no es necesario dejar mucha separación entre ellas ya que el tamaño no se modificará).  Colocamos la bandeja en la tercera rejilla empezando por abajo y horneamos unos 15 minutos a 180º o hasta que doren por arriba.
  9. Sacamos la bandeja y no tocamos los polvorones hasta que enfríen. Cuando esto suceda podemos espolvorear por encima un poco de azúcar glass y colocarlos en otro recipiente. Así de sencillo obtenemos nuestros polvorones caseros de avellana. Si queremos conservarlos aguantan muchos días en cualquier lata o envase que cierre herméticamente.

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TURRÓN BLANDO DE AVELLANAS

TURRÓN BLANDO DE AVELLANAS

   

Las navidades son una época del año donde todos disfrutamos a rabiar. Reuniones de amigos, compañeros de trabajo o familia, villancicos, lucecitas de colores por todos lados, arbolillos a doquier, cabalgatas, visita de los reyes, regalos,,, Un rimero de fantasía que todos los años es tradición, y en la que sin duda uno de esos elementos indispensables que no pueden faltar es el turrón. Abunda en todas las estanterías de los comercios durante esta época nada mas, pero gracias a las recetas caseras podemos obtenerlo en cualquier mes del año para nuestro propio consumo.  

El turrón es una mera emulsión de azucares con frutos secos (originalmente se usaba la almendra pero hoy en día utilizamos cualquier fruto seco), pudiendo hacer uso de la yema de huevo en su composición o no, según proceda.  Tenemos gran variedad  de opciones en el mercado, siempre dentro de dos tipos, el turrón blando o el duro. Es un producto tradicionalmente navideño, se puede decir que la navidad comienza cuando el turrón asoma. 

En mi hogar , todo el año dispongo de avellanas de los arboles del jardín de mi madre  y cuando llega diciembre nos tiramos varios días pelando cantidades  para fabricar turrón blando. Hace tres años que comencé su elaboración y me gusto tanto que desde entonces se ha convertido en una tradición navideña hacerlo  de forma casera. Una vez que obtengo las tabletas, lo utilizamos para comerlo como está, o para hacer flan, tarta de turrón… lo que mas nos apetezca.

Elaborarlo es muy sencillo. Solo hace falta tres ingredientes  y unos moldes para darle forma a la masa. Los moldes los podéis comprar o bien hacéis como yo, que recorto los bricks de la leche a la mitad , los desinfecto bien y los utilizo. En un truco que aprendí de otros blogueros y que me permite hacer turrón en cantidades a la vez sin falta de comprar los envases. Este turrón se elabora muy rápido, la única pega que os puedo decir es que tenéis que esperar varios días desde que se hace para poder comerlo, puesto que hay que darle un largo reposo mientras va soltando el aceite. Pero como dice el refrán, la espera nunca es larga si la dicha es buena… 

 

  INGREDIENTES 

PARA 2 TABLETAS

  • 500 g de avellana (sin cascara).
  • 200 g de azúcar.
  • 1 cm de vaina de vainilla.

 

  DE FORMA TRADICIONAL

El turrón de avellana es muy sencillo de elaborar, apenas con tres ingredientes podemos obtener unas tabletas que nada tienen que envidiar a las compradas, y con la ventaja además de que nosotros mismos podemos hacerlas a nuestro antojo, controlando el nivel de aceite que le queremos dejar (para mi gusto los turrones industriales tienen demasiado, me gusta que brillen , pero no tanto). Si ya tenéis la avellana a punto , vamos con la receta. 

 

ELABORACIÓN

  1. Lo primero que debemos de hacer antes de comenzar a reducir todos los ingredientes es tostar la avellana. La cantidad indicada es siempre referente al fruto sin la cascara. Precalentamos el horno a 170º, esparcimos bien las avellanas por la bandeja y las horneamos de 15 a 20 minutos. Una vez fuera del horno dejamos que enfríen un poco y les quitamos la piel (si queda una poca no pasa nada), y cuando estén peladas antes de seguir con el siguiente paso esperamos a que enfríen por completo. 
  2. Ahora que tenemos la avellana tostada, pelada y fría debemos triturar todos los ingredientes, la vaina de vainilla, el azúcar y la avellana. Para ello utilizaremos un molinillo manual o un robot de cocina o utensilio con el que podamos hacer dicha función. Trituramos todos los ingredientes hasta reducirlos a azúcar glass y arenilla y los introducimos en un bol. 
  3. Con las manos vamos mezclándolo todo y trabajándolo  hasta crear una masa compacta. Una vez que la tenemos la introducimos en los moldes que hayamos escogido y presionamos bien por todos lados con la mano para que no queden huecos vacíos. Allanamos un poco la superficie y le ponemos un poco de peso encima para que haga presión (por ejemplo un brick de leche lleno) . De esta manera dejamos reposar el turrón 3 días para que vaya soltando el aceite. 
  4. Una vez reposado desmoldamos el turrón con cuidado, veremos que está muy aceitoso. Lo envolvemos en papel de cocina para que vaya absorbiendo el aceite, y lo cambiamos un par de veces al día. Yo particularmente suelo cambiar el papel durante unos días, hasta que el turrón brille pero no tenga exceso de aceite. El tiempo de absorción ya va al gusto de cada uno. Una vez que lo tenemos a nuestro antojo podemos envolverlo en papel film y guardarlo en cajitas , envoltorios para regalar o donde mejor nos venga. Como comprobareis el sabor va a salir espectacular, es por tanto una buena opción de regalo original para estas fechas tan señaladas. 

 

  CON THERMOMIX

Elaborar el turrón de avellana con la thermomix se convierte en juego de niños. Una vez que tenemos la avellana preparada introducimos todo en la maquina y es cuestión de segundos obtener la masa para crear las tabletas. Se puede decir que lo que mas tiempo lleva es el reposo del turrón , porque la elaboración se hace muy rápida. Si ya hemos escogido los moldes que vamos a usar nos ponemos manos a la obra. 

 

ELABORACIÓN

  1.  En primer lugar lo que vamos a hacer es poner a punto la avellana para después reducirla. Para ello quitamos la cascara si las tenemos enteras (la cantidad arriba indicada hace referencia a la avellana ya sin cascara). Precalentamos el horno a 170º, extendemos las avellanas por encima de la bandeja y horneamos unos 15-20 minutos. Una vez listas dejamos que enfríen un poco y les quitamos la piel (si queda una poca no pasa nada). Después dejamos que enfríen del todo antes de proseguir.
  2. Una vez que tenemos la avellana fría introducimos primero el azúcar y la vainilla en la thermomix y lo reducimos a golpe de turbo hasta que quede como el  azúcar glass. Acto seguido agregamos toda la avellana y programamos 20 segundos a velocidad 6. A partir de este momento vamos a ir dándole unos golpes de turbo durante unos segundos varias veces  y comprobando todas  como esta la textura hasta lograr el punto óptimo. Este punto se da cuando la masa empiece a brillar (debido al aceite que va soltando). 
  3. Una vez que logramos esa textura brillante sacamos la masa de la thermo y vamos extendiéndola en los moldes y presionando con las manos para que no queden huecos vacíos. Alisamos la superficie y dejamos un poco de peso encima para que haga presión  durante tres días de reposo (por ejemplo un cartón de leche lleno).
  4. Pasados los días de reposo vamos a desmoldar con cuidado las tabletas y las envolvemos en papel de cocina absorbente. Esto lo hacemos para ir eliminando el exceso de aceite que produce. Debemos cambiar el papel los días que haga falta hasta el momento en que la masa brille pero no en exceso (el nivel de aceite que queremos que quede ya va al gusto de cada uno). Cuando las tengamos a nuestro antojo las envolvemos en film y las guardamos en cajitas, moldes, envoltorios… No hay que mantenerlas en nevera y aguantan bastante tiempo. Están muy ricas para mantener en casa y siempre es una buena opción para hacer un buen regalo navideño. 

 

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BIZCOCHO DE AVELLANAS

BIZCOCHO DE AVELLANAS

   

Esta semana la receta que os traigo viene cargada de uno de los frutos secos más ricos y nutritivos que nos podemos encontrar, la avellana, rica en magnesio y vitamina E y B, nutriente ideal contra el envejecimiento y gran fortalecedor del sistema nervioso.

En el jardín de mi madre tenemos un par de árbolitos que a fecha de septiembre u octubre todos los años están dejando caer cantidades considerables  de fruto en el prado. Uno de los árboles da avellanas grandes y el otro mas pequeñitas (para mi gusto más ricas) y después de recolectarlas todas tenemos un gran cúmulo para experimentar durante todo el año con ellas. Por consiguiente, para comenzar a dar uso a la nueva cosecha decidí hacer un bizcocho de avellana para estrenar este ingrediente en el blog.

El bizcocho que hoy os traigo se puede decir que es inconfundible, destaca el sabor del fruto por encima de todo, y gracias al toque de la miel, la combinación es explosiva. Suave y esponjado, es ideal para cualquier merienda o desayuno, y como siempre digo, lo casero prima por encima de lo comprado , siempre va a ser mas natural y sin conservantes. Os animo a seguir la receta y prender el horno ya, una delicia así no se puede dejar escapar…

 

  INGREDIENTES

  • 6 huevos.
  • 200 g de azúcar.
  • 100 g de miel.
  • 150 ml de aceite de girasol.
  • 2 yogures de plátano (sabor opcional).
  • 300 g de harina de trigo.
  • 200 g de avellanas tostadas y molidas. 
  • 2 sobres de levadura (tipo Royal).
  • Sal.

 

DE FORMA TRADICIONAL

Elaborar este bizcocho es muy sencillo, una vez que tenemos las avellanas tostadas y molidas  hacemos la mezcla en un santiamén y lo metemos  directo al horno. Yo utilizo avellanas enteras, por tanto tengo que quitarles la cascara, hornearlas y triturarlas para añadirlas al bizcocho, pero si vosotros las vais a comprar,  podéis coger directamente un paquete con el fruto molido en el supermercado, evitando de esta manera los pasos previos.

 ELABORACIÓN

  1. Si tenemos las avellanas enteras las partimos eliminando las cascaras hasta obtener la cantidad indicada y las introducimos en la bandeja del horno. Las horneamos 20 minutos a 150º. Una vez listas las dejamos enfriar un poco y después les quitamos la piel frotándolas con las manos (si queda algún resto de piel no pasa nada). Cuando estén todas peladas  las trituramos hasta reducirlas a polvo con un molinillo o una maquina adaptada para ello. Después las reservamos. 
  2. Precalentamos el horno a 180º con calor por arriba y por abajo. Escogemos el molde que vamos a utilizar y lo engrasamos con aceite o mantequilla y un poco de harina. 
  3. Cogemos un bol grande e introducimos en él los huevos y el azúcar. Batimos con una batidora hasta blanquear la mezcla un poco. 
  4. Agregamos la miel, el aceite y los yogures (pueden ser naturales o de sabores) y seguimos batiendo hasta unificar bien todo. 
  5. Añadimos la harina, la avellana (tostada y triturada), la levadura y la sal y volvemos a batir hasta obtener una mezcla homogénea. Introducimos la materia en el molde y lo llevamos en la bandeja al segundo hueco del horno empezando por abajo. 
  6. Quitamos el calor por encima, dejando solo por abajo (para facilitar la subida)  y horneamos unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio. 
  7. Dejamos que enfríe un poco y desmoldamos con cuidado. Podemos decorarlo como más nos guste, en este caso yo lo rocié con un poco de azúcar glass. 

 

CON THERMOMIX

Con la thermomix vamos a elaborar el bizcocho de forma muy simple, además nos vendrá bien para triturar las avellanas en caso de que las tengamos enteras. 

ELABORACIÓN

  1. Si tenemos las avellanas con cascara lo primero que vamos a hacer es prepararlas para su posterior uso. Para ello picamos la cantidad indicada arriba y las extendemos por la bandeja del horno. Las horneamos unos 20 minutos a 150º y una vez fuera dejamos que enfríen un poco. Con las manos vamos frotándolas hasta que la piel se desprenda (si queda una poca no pasa nada) y acto seguido las trituramos hasta reducirlas a polvo con la thermomix. Para ello las ponemos varios segundos a velocidad progresiva hasta que quede como arenilla.
  2. Precalentamos el horno con calor por arriba y por abajo a 180º y engrasamos el molde que vamos a utilizar con aceite o mantequilla y un poco de harina. 
  3. Introducimos en la thermomix los huevos y el azúcar y programamos 6 minutos a 37º en velocidad 5.
  4. Agregamos la miel, el aceite y los yogures (pueden ser naturales o de sabores) y mezclamos 20 segundos en velocidad 3. 
  5. Por último añadimos la harina, la levadura, la avellana reducida y la sal y mezclamos 30 segundos en velocidad 4. Volcamos la mezcla dentro del molde. 
  6. Quitamos el calor del horno por la parte de arriba dejando solo que de por debajo y metemos el bizcocho en la segunda rejilla empezando por abajo. Horneamos unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palillo este nos salga limpio. 
  7. Una vez horneado dejamos que enfríe un poco y desmoldamos. Decoramos al gusto de cada uno, yo en este caso esparcí un poco de azúcar glass por encima. 

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TARTA DE TRES CHOCOLATES

TARTA DE TRES CHOCOLATES

 

 

Como toda clasificación en este mundo , los postres dan lugar a amplias listas o índices según los gustos particulares de cada uno. Si tuviésemos que clasificar la tarta que hoy os traigo por ejemplo, pertenecería sin duda a la lista de «Amantes del chocolate´´. ¿Por qué? Porque combina perfectamente los tres tipos de chocolates que tenemos, el blanco , el chocolate con leche y el negro. Si no tenemos claro de que chocolate hacer una tarta aquí podemos experimentar con todos a la vez. Éste dulce ha sido sin duda uno de los mayores golpes de gobierno en el reinado del chocolate. Un agujero del espacio en el que todo comensal cae tarde o temprano.

Ahora mi duda es… ¿Es una tarta relativamente moderna o es todo un  clásico? E ahí la cuestión… Yo diría que es todo un clásico ya dentro de estos tiempos modernos. Cada vez más público se lanza a probar la receta, distribuida por blogs, webs, redes sociales , extendida ya por todos los confines…¿Y por qué triunfa tanto?. Quizás porque es una tarta explosivamente rica, a lo mejor porque es muy sencilla de hacer, siempre se siguen las mismas directrices en el proceso de elaboración, también puede ser por que  no requiere de horno y apenas lleva tiempo  de preparación… Por estas y otras muchas razones se ha convertido en los últimos tiempos en una de las tartas más demandadas en las comidas familiares, celebraciones, etc.

¿Aún no la habéis probado? ¿no? No puede ser. Entonces  vamos a ver como elaborar este dulce de la forma más sencilla , tanto tradicional como con nuestro robot de cocina favorito, la thermomix. No perdáis detalle…

 

 

INGREDIENTES

Para la base:

  • 250 g de galletas  tipo Maria
  • 90 g de mantequilla.

Para el relleno:

  • 750 ml de leche entera.
  • 750 ml de nata para montar.
  • 120 g de azúcar.
  • 150 g de chocolate negro.
  • 150 g de chocolate blanco.
  • 150 g de chocolate con leche.
  • 3 sobres de cuajada.

Decoración:

  • Bolitas de chocolate, lacasitos, fresas, figuras , etc…

 

DE FORMA TRADICIONAL

ELABORACIÓN

La tarta de tres chocolates está formada por dos partes distinguidas, una base de galleta y un relleno de tres capas de chocolate diferente. Vamos a comenzar elaborando la base de galleta.

Base de galleta:

  1. Lo que vamos a hacer en primer lugar es reducir la galletas. Si tenemos molinillo las trituramos finitas hasta que queden como arenosas, y sino lo tenemos las extendemos encima de una mesa de trabajo y pasamos el rodillo de amasar varias veces por encima de ellas hasta que queden bien reducidas.
  2. Introducimos la mantequilla en el microondas y la fundimos. Acto seguido la mezclamos con la harina de galleta  hasta que ésta quede humedecida por todos lados.
  3. Utilizaremos un molde estandar de 8 raciones o similar para hacer la tarta. Extendemos dentro del molde la mezcla y alisamos  la base con una cuchara hasta que quede bien extendida y nivelada por todos lados. Introducimos el molde en nevera mientras que hacemos la primera capa.

Relleno:

  1. Vamos a comenzar elaborando la primera capa de chocolate, en este caso utilizaremos el negro. Cogemos un cazo e introducimos en el 250 ml de la leche, 250 ml de la nata, el chocolate negro, 80 g del azúcar y un sobre de cuajada.
  2. Ponemos el cazo a ebullición a fuego intermedio y vamos removiendo con una varilla poco a poco. Una vez que la mezcla rompa a hervir esperamos un minuto y retiramos del fuego. Vertemos el contenido sobre la base de galleta de la tarta.
  3. Ahora que tenemos la primera capa es necesario esperar a que enfríe un poco para comenzar con la segunda, puesto que sino se nos podrían mezclar. Yo suelo esperar hora y media entre una y otra capa.
  4. Una vez pasado este tiempo repetimos el mismo proceso de la primera capa, solo que sustituyendo el chocolate negro por el de con leche y en vez de 80 g de azúcar en este caso añadiremos 40 g. Una vez que tenemos los 250 ml de nata, los 250 ml de leche, el chocolate con leche, los 40 g de azúcar y el sobre de cuajada dentro de un cazo limpio volvemos a llevarlo a ebullición revolviendo con la varilla poco a poco. Una vez que rompa a hervir vertemos esta segunda capa sobre la anterior. Volvemos a dejar que enfríe para comenzar con la tercera.
  5. Pasado el tiempo oportuno repetimos el mismo proceso anterior dentro de un cazo, solo que ésta vez utilizaremos el chocolate blanco y no añadiremos nada de azúcar. Introducimos los 250 ml de leche, los 250 ml de nata, el chocolate blanco y  un sobre de cuajada. Llevamos a ebullición y una vez que rompa a hervir vertemos la mezcla sobre la segunda capa.

Una vez que tenemos fría la tarta en nevera podemos proceder a desmoldarla y decorarla al gusto de cada uno. En este caso yo la he adornado con unas bolitas de chocolate, pero se pueden poner motivos varios, lacasitos, fresas, adornos de chocolate, etc…

Consejo a aplicar entre capa y capa. Puede ocurrirnos alguna vez, que a la hora de cortar y servir la tarta las capas  resbalen y se muevan unas sobre otras. Esto me sucedió por ejemplo el otro día al darles mucho meneo por ir de viaje en coche. No es que se convierta en un estropicio pero para fijar bien una sobre otra recomiendo que antes de poner la sucesiva capa rallemos un poco la que ya esta cuajada con un tenedor haciendo lineas para que la siguiente se adapte mejor.

CON THERMOMIX

A la hora de hacer esta tarta la thermomix nos es muy útil puesto que nos ayuda a hacer todas las secciones que la componen, tanto la base de galleta como cada una de las capas.

ELABORACIÓN

Para la base de galleta:

  1. Introducimos las galletas en el vaso de la thermomix y a base de golpes de turbo las vamos reduciendo a harina.
  2. Añadimos la mantequilla en pomada y mezclamos 10 segundos a velocidad 10.
  3. Cogemos un molde estándar de ocho raciones aproximadamente e introducimos la mezcla sobre la base del molde. Vamos alisando con una cuchara de manera que nos vaya quedando uniforme y nivelado. Dejamos enfriar mientras hacemos la primera capa de chocolate.

Para la primera capa de chocolate negro:

  1. Introducimos en el vaso de la thermo los 150 g de chocolate negro troceados, 250 ml de leche entera, 250 ml de nata para montar, un sobre de cuajada y 80 gramos de azúcar.
  2. Programamos 7 minutos a 90º en velocidad 5. Pasado este tiempo volcamos la mezcla sobre la base de galleta y dejamos enfriar una hora y media en nevera.

Para la segunda capa de chocolate con leche:

  1. Una vez que nos ha cuajado la primera capa de la tarta vamos a rallarla en primer lugar con un tenedor por encima para que al verter la segunda capa agarre mejor.
  2. Introducimos en la thermo los 150 g de chocolate de con leche partidos en trozos, 250 ml de leche entera, 250 ml de nata para montar, 40 g de azúcar y un sobre de cuajada.
  3. Programamos 7 minutos a 90º en velocidad 5. Una vez pasado el tiempo vertemos la mezcla sobre la primera capa de la tarta y dejamos enfriar otra hora y media en nevera.

Para la tercera capa de chocolate blanco:

  1. Una vez que tenemos cuajada la segunda capa volvemos a rallar con un tenedor la superficie para mejorar la adaptación.
  2. Introducimos en la thermo los 150 g de chocolate blanco, 250 ml de leche entera, 250 ml de nata para montar y un sobre de cuajada. Esta vez no añadiremos azúcar.
  3. Programamos de nuevo 7 minutos a 90º en velocidad 5. Una vez pasado el tiempo vertemos la mezcla sobre la segunda capa de la tarta y dejamos enfriar en nevera.

Decoración:

Una vez que desmoldamos la tarta podemos adornarla por la superficie como mejor nos parezca. En este caso yo he utilizado bolitas de chocolate, pero se pueden usar fresas, lacasitos, fideos o figuras de chocolate, lo que más nos apetezca.

Como habéis visto este postre no tiene mucha complicación, es muy sencillo de elaborar y el resultado nunca suele defraudar. Animaros a probar, ahora ya no tenéis excusa…

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